La pieza clave en la Gran Vía de Salamanca que completará el primer ascensor panorámico de la ciudad

La construcción del primer ascensor urbano de Salamanca sigue dando pasos y la estructura ya deja ver parte de sus componentes. En concreto, se trata de la pasarela que comunicará el punto más elevado del ascensor con la plaza superior y que salva parte del desnivel que hay desde la Gran Vía hacia la parte alta del barrio.

La instalación de la cabina del ascensor sigue acercando su fecha en una obra que empezó en mayo y que tiene ya parte de lo fundamental. Su estructura, la 'caja' construida con un encofrado de hormigón que albergará la cabina para salvar los escalones de las escaleras de la Riojana, está terminada desde antes del verano. Ahora, espera la llegada del elevador.

Antes, ha empezado a ponerse la estructura metálica que completa el viaje hasta la plaza de la Parra. A esta altura llegará la cabina y, desde su puerta, una pasarela metálica comunicará con esa plaza, que después ya tiene rampas para seguir ascendiendo hasta la plaza de San Julián.

De momento, las piezas metálicas instaladas permiten adivinar el resultado final y el aspecto que tendrá la rampa, pero todavía no está terminada. Se trata de planchas colocadas sobre dos vigas que se apoyan en la 'caja' del ascensor y la parte superior de la plaza, a la altura de calle Asadería. Esta es la solución definitiva contemplada en los planos, de hecho, la forma de la plataforma superior es la prevista.

La obra, que tiene que terminar antes de febrero, lleva en marcha desde mayo y transformará por completo las conocidas como escaleras de la Riojana. La obra consiste en instalar un elevador que arrancará junto al soportal, en el lado izquierdo de las escaleras, en la cota 788,67 metros junto al paso de peatones que comunica con la plaza de San Julián y que sube hasta la cota 793,38 metros. Una pasarela horizontal de trazado rectilíneo une el desembarque superior del ascensor con el extremo superior de las escaleras, a su llegada a la Plaza La Parra. Está adjudicado por 270.000 euros.

De momento, en las escaleras de la Gran Vía se ha demolido toda la parte izquierda y se excavó en profundidad para hacer el hueco necesario para la estructura básica, que es de hormigón. Tras un par de semanas de trabajo, quedaron a la vista las paredes que deberán soportar la estructura metálica.

La estructura se alza ya casi hasta la altura del primer paso del edificio de su izquierda y está cerca de alcanzar la cota de la plaza de la Parra, que es donde tiene que llegar. Son 15 metros de diferencia entre la cota de la Gran Vía y la de la plaza. Desde ahí, una pasarela comunicará la cabina con la superficie y el resto del trayecto desde ahí se hará con las rampas ya existentes para convertir este paso en totalmente accesible.

Como se ve en el diseño previsto, se trata de un ascensor panorámico con estructura metálica y paredes de cristal. Esa estructura se levantará sobre la caja de hormigón.

La puerta de acceso estará enrasada con la actual pared frontal, el espacio a su izquierda se ajardinará y el trazado de la escalera se mantendrá en el lado derecho, con la incorporación de los citados pasamanos a ambos lados y en el centro. Posteriormente se ha trabajado en los laterales, con una obra que permitirá asentar los bancales con arbustivas y vegetación que completarán el cambio.

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