«Hay que profesionalizar patrimonialmente las cofradías»

En el convento de San Esteban (Los Dominicos), en la cuidada capilla de la Cofradía del Rosario, nos recibe Javier Casas Pérez, Vice Hermano Mayor. Allí nos valora la acogida externa e interna tras la primera salida el pasado año: «Fue el primer año, fue el estreno, y en el seno de la hermandad se acogió muy bien la salida. Han sido muy buenas opiniones. Con fallos y cosas por mejorar. Se venía de dos años desde la aprobación hasta que se pudo salir y la gente está bastante contenta. Ha sido una energía muy positiva la que ha transmitido esa salida, que no es la única que tenemos, ya que tanto en Corpus como en octubre tenemos también cultos externos. Pero sí es verdad que ha servido para engrandecer un poquito más la cofradía».

Tienen bien marcado el camino a seguir, por lo que el apartado de novedades se ciñe a los estrenos patrimoniales, manteniendo intacta la estructura de la cofradía en la calle: «Estructuralmente no va a haber mucha modificación. Siempre se va a seguir una misma línea y va a ir mejorando respecto a otros años. Este año, en cuanto a estrenos, va a ser sobre todo en el servicio de paso, con el estreno del ropón del pertiguero, las dalmáticas y unas cestas para los fiscales. Estructuralmente, la cofradía va a seguir exactamente igual en cuanto a tramos e insignias».

Las otras salidas de la cofradía, en especial la procesión del Rosario en octubre, generó unas expectativas de cómo podía ser la procesión en Semana Santa. Una visión predeterminada que cambió al paso del cortejo: «Sí que es verdad que, por lo que nos ha llegado, sorprendió bastante de lo que se esperaba la gente a lo que final vio. Detrás de esto hay muchos meses de trabajo, muchas clases de formación en los nazarenos, servicio de paso, costaleros… Es decir, esto no viene inventado. Son muchos meses de trabajo y el resultado en la opinión general fue el que buscábamos. Ver un paso grande, un cristo en lo alto… La gente se esperaba algo más 'alegre', digamos, pero lo que queremos es la misma seriedad que pueda tener octubre, pero en un ámbito diferente».

Las obras en la calle Ancha el año pasado impidieron a la cofradía realizar su recorrido original. Este año, con la calle ya abierta, se da la circunstancia de que la Hermandad Franciscana saldrá de la iglesia de los Capuchinos por las obras en la iglesia de San Martín. Así nos explica Javier cómo se ha solucionado este asunto: «Este recorrido que vamos a hacer este año era el recorrido original que se planteó para la cofradía. El año pasado la calle Ancha estaba en obras y no pudimos realizarlo. Este año solicitamos a la Junta de Semana recuperar el recorrido original y nos ha salido ese condicionante de que la Hermandad Franciscana sale de Capuchinos este año por las obras en su templo. Simplemente, nosotros presentamos nuestros horarios de paso por todas las calles, nos juntamos en una reunión las dos cofradías con el presidente de la Junta de Semana Santa y se llegó a un acuerdo mutuo de pasar la Hermandad Franciscana primero y nosotros esperaremos, si llegamos un poquito antes ahí, a mitad de la calle Ancha para no entorpecerles. Además, como nosotros llevamos una banda de bastantes músicos y sonido, se ha decidido que la calle Ancha, que será la más cercana que tengamos hacia la Hermandad Franciscana será la calle de silencio elegida por la cofradía».

En cuanto a la Semana Santa, aboga por la importancia de la formación y la profesionalización patrimonial: «Un poquito sin rumbo. Cada hermandad está intentando dar un paso para adelante, pero ninguna se atreve a dar el definitivo. Hay bastante carencia en cuanto a formación. Formación al hermano, patrimonial, comunicativa… Creo que es algo que hay que desarrollar mucho. Yo soy de los que está convencido que hay que profesionalizar patrimonialmente las cofradías. No pueden ser caprichos de junta de gobierno, sacar una cosa y al año siguiente quitarla. Hay que estructurar las cofradías, al menos nuestra idea es esa, para dentro de cincuenta o cien años. Que una pieza tarde en hacerse tres o cuatro años, pero que tenga valor, un diseño propio y unas características propias de tu cofradía o de tu ciudad. Copiar por copiar al final no tiene ningún futuro. Pero una pieza que tú diseñes basada en tu templo, en tu ciudad, con unas buenas calidades, esa pieza te va a durar toda la vida. Lo que copias de otro lado, o cosas de serie, sabes que eso, a la larga, la vas a querer cambiar. Yo como punto principal, para que todo esto se estructure, es profesionalizar patrimonialmente las cofradías con gente que sepa. Yo soy el primero que no sé qué insignias deben formar un cortejo, pero hay gente que ha estudiado mucho eso, que entiende de qué siglo es la cofradía, de dónde procede, por qué calles pasa… Todo eso hay que trabajarlo».

«Mi deseo es que se recupere nuestro Hermano Mayor. Y para hacerlo extensible a toda la Semana Santa, todas esas personas que se la van a perder por motivos de salud, que al menos vosotros, los medios de comunicación, que tenéis una faceta muy importante en eso, seáis capaces de llevarlo a casa y que puedan vivir la Semana Santa un poquito más cerca y que la próxima Semana Santa nos acompañen». Eso haremos.