Salamanca, la mejor ciudad de España para recorrer a pie
Un estudio de la plataforma Preply afirma que se necesitan tan solo 1.470 pasos para conocer la capital charra
Los turistas se plantean cientos de cuestiones antes de viajar a un lugar diferente, de hecho, uno de los pensamientos más usuales es cuánto tiempo se necesita para visitar toda la ciudad y en qué medio de transporte se tienen que desplazar. Explorar una ciudad a pie es de las mejores maneras de descubrirla y de vivirla de cerca, además, es más fácil conocer sus secretos y encontrar las joyas más auténticas de la cultura local. De esta manera, se utiliza la opción más verde y barata que te descubre cada rincón de la ciudad.
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La plataforma de aprendizaje de idiomas en línea Preply ha averiguado cuáles son las mejores ciudades españolas para conocer andando. También ha analizado las distancias a pie y el número de pasos de las principales atracciones turísticas españolas. La ciudad que se sitúa como la número uno en el destino urbano español más amigo de los peatones es Salamanca, en segundo lugar Sevilla y en tercero Zaragoza.
Mejor destino para visitar a pie
1.470 pasos son los que se necesitan para adentrarse a conocer esta ciudad Patrimonio de la Humanidad. Un recorrido que parte de la Plaza Mayor y que finaliza en el Puente Romano te permite pasear por calles llenas de historia, literatura, conocimiento y una arquitectura única. Además, cada uno de los lugares que se van a ir nombrando a continuación, guardan secretos y deseos que la cultura charra comparte con cada visitante. Estos 14 minutos en línea recta pueden aumentar si callejeas un poco y decides conoces algo más que lo imprescindible.
Plaza Mayor kilómetro cero
El kilómetro cero de este recorrido comienza en la plaza mayor más bonita de España, todo un símbolo para la ciudad charra. Su forma cuadrilátera irregular la convierten en perfecta y su estilo barroco hace de ella un monumento hermoso y único. Cada una de sus fachadas del siglo XVIII cuentan con arcos de medio punto y una decoración de más de 60 medallones. No importa el momento del día en el que la visites; si es de noche, sus luces la iluminan en cuanto cae el sol y hacen de ella un lugar mágico.
Parada de visitas únicas
La Rúa Mayor es una de las calles más transitadas de Salamanca, esta une la Plaza Mayor y la Catedral. Una pequeña parada en la mitad del camino permite conocer las Torres de la Clerecía, que alberga la Universidad Pontificia de Salamanca. Son 198 peldaños los que hay que subir hasta lo más alto para obtener una vista panorámica de la ciudad, una experiencia única en tu paso por la capital charra.
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Junto a estas majestuosas torres se encuentra la Casa de las Conchas, un edificio que combina los estilos gótico, mudéjar y renacentista. El patio interior de esta mansión señorial acoge unas vistas diferentes de las Torres de la Clerecía y actualmente es la Biblioteca Pública de Salamanca. Este monumento esconde una bonita historia de amor y según la leyenda, una moneda de oro bajo una de sus 300 conchas.
Recto hasta un nuevo punto de encuentro
Tanto si continúas tu aventura por la Rúa Mayor o por la calle de los Libreros llegarás hasta la asombrosa Catedral. Ambos recorridos ilustran a los turistas de diferentes maneras, por ejemplo, en caso de seguir por la primera opción, una línea recta te asegura la llegada hasta esta arquitectura y así se puede contar con un poco más de tiempo para ver el Huerto de Calixto y Melibea. Se trata de un jardín ambientado en la historia de amor de la Celestina, es sin duda, uno de los lugares más románticos de la ciudad y con unas vistas diferentes tanto a la Catedral como al resto de la capital; pues está situado sobre la antigua muralla que protegía la ciudad.
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Por la calle de los Libreros hay varias paradas obligatorias, la primera en el Patio de las Escuelas se encuentra la famosa fachada de la Universidad de Salamanca y en ella la rana que tantos visitantes buscan con la esperanza de tener suerte, casarse o aprobar los estudios (en el caso de los universitarios). Pocos metros la separan de la Casa Museo Unamuno, que alberga piezas de arte históricas en su interior a las que merece la pena echar un vistazo. Además, para los amantes de la lectura, existe la posibilidad de ver la amplísima biblioteca de Unamuno, la cual se conserva como la tenía en su última vivienda. Contiene obras de todo tipo y en lenguas de lo más variadas.
Finalmente ambos caminos llevan hasta la Catedral, sede de la diócesis de Salamanca. Fue construida entre los siglos XVI y XVIII mezclando los estilos gótico tardío, renacentista y barroco. Es una de las catedrales más grandes de España en dimensiones y su campanario, con 110 metros de altura, también es de los más altos. Actualmente, en su fachada también llama la atención un astronauta y una liebre a cientos de turistas que la tocan para atraer a la suerte.
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Últimas paradas hasta el Tormes
La belleza y singularidad de la Casa Lis la han convertido en uno de los monumentos más admirados de la ciudad, esta es la penúltima parada de este recorrido de un kilómetro por el centro histórico. Es un impresionante edificio construido sobre una muralla en el año 1905. La vidriera de la fachada sur, que mira al Tormes, llama especialmente la atención y es una de las partes más fotografiadas del edificio, ya sea de día o de noche, cuando su iluminación hace que su belleza sea aún más espectacular. Y a sus pies se encuentra el Puente Romano, que forma parte de la Vía de la Plata y está compuesto por 176 metros de largo y 3,70 metros de ancho. Constituye por si solo una referencia de Salamanca y un lugar agradable para pasear y sentir la naturaleza. También forma parte del escudo de la ciudad desde el siglo XIII.
Está claro que Salamanca es mucho más que 1.470 pasos pero lo importante es darlos, disfrutarlos y que cada visitante se sorprenda tanto por la majestuosidad de los monumentos como por los secretos e historias de algunos pequeños rincones.
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