El último convento de clausura de Salamanca que pasa el filtro para convertirse en un hotel
Petición de licencia de proyecto básico para transformar Las Claras en un alojamiento para lo que ya se cambió la ficha de protección de un edificio de 800 años que es BIC y alberga un museo
La conversión de uno de los conventos más antiguos de Salamanca en un nuevo hotel da este martes un paso más con la concesión de una licencia de proyecto básico y cambio de uso para el edificio de Santa Clara, junto a la plaza de San Román. El recinto, más de 8.300 metros cuadrados en una zona privilegiada de la capital, lleva años preparándose para pasar de solar para congregación a uso terciario que permitirá abrir un nuevo alojamiento en la ciudad.
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El asunto se analiza este martes en la comisión de Fomento casi dos años después del anterior y fundamental paso que dio la promotora del proyecto. Justo el 26 de noviembre de 2023, el órgano municipal concedió permiso para modificar la ficha de protección del complejo religioso, que está protegido y es BIC, para poder destinarlo a un nuevo uso tras quedar vacío en 2019.
Cerca de cinco años después de que las monjas dejaron de residir en el inmueble, la que fue su 'casa' toma camino que siguió otro convento histórico, el de las Úrsulas, actualmente en fase de reforma; otras, como las Franciscas, se mantienen en clausura en su moderno convento. Lo que ocurre es que esta 'casa' es una de las mayores fincas de la capital.
El complejo, que incluye museo, iglesia, claustro, convento y una huerta, supera los 8.300 m2 de superficie total, la mitad de ellos repartidos en la superficie edificada de diferentes dependencias de uso religioso; 2.500 son del convento propiamente dicho. Está considerado suelo urbano consolidado y, originalmente, destinado a sistemas de equipamientos locales.
La enorme finca da la calle Santa Clara, linda con la calle Lucero y da a los Mártires, calle que separa sus instalaciones del colegio de Las Esclavas; y su huerto da al hotel que funciona en la calle Marquesa de Almarza desde hace años, y que adopta la denominación de Las Claras.
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Monumento y BIC
Fue declarado monumento histórico artístico en 1976. Obra de García de Quiñones entre otros autores, las monjas clarisas lo fundan en el año 1238 y es uno de los conventos más antiguos de la ciudad, con elementos góticos, renacentistas y barrocos.
El hecho de estar protegido y declarado BIC, obligaba a pasar varios filtros para hacer el cambio de uso. Tras quedar vacío por la marcha de las religiosas, parecía obligatorio buscarle un nuevo uso para asegurar su conservación y supervivencia. Este tipo de edificios son caros de mantener y en Salamanca ya son tres los que se van a convertir en alojamientos.
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Sobre el conjunto se han hecho segregaciones de las tres parcelas catastrales en que se reparte para ejecutar conjuntos residenciales y un hotel. Su ficha ya recoge la segregación de la parte Sur del huerto para construcción del hotel, con pérdida absoluta de vistas y muro de cerramiento.
A finales de 2023, el ayuntamiento y las autoridades de patrimonio tramitaron cambios importantes en la ficha de protección como monumento para completar la reorientación del complejo. Originalmente, sólo estaba contemplado el uso dotacional, la de convento, y para que un uso hotelero fuera posible era necesario permitir el cambio a uso terciario, y que se incluyó en su ficha.
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Ahora, la misma promotora, una empresa ligada a la ciudad, ha solicitado licencia urbanística para proyecto básico de reforma con ese cambio de uso en mente; confirma que lo que se hará aquí es un hotel.
Vacío desde 2019
A finales de 2019 se supo que uno de los conventos más antiguos de Salamanca cerraba sus puertas. Las últimas cuatro clarisas, de avanzada edad y que vivían en régimen de clausura, se trasladaban a otro convento en la ciudad y con la mudanza se acababa una de las tradiciones más queridas por los futuros matrimonios, la de llevar huevos para evitar que lloviera el día de la boda. En el momento del traslado, se cerraba el convento y empezaban las dudas sobre su futuro.
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En los últimos años se han cerrado en la ciudad de Salamanca tres de sus históricos conventos, Las Claras, Las Úrsulas y Las Bernardas, que han cesado de actividad por falta de vocaciones. En el caso del de Las Úrsulas, en 2018 el convento quedó vacío, aunque la congregación llegó a un acuerdo para abrir un museo.
Sin embargo, pronto se supo que su futuras obras serían un primer paso para destinar el edifico a uso turístico, en concreto, para convertirlo en un hotel que está en obras ahora mismo. Consta abierto un expediente para el cambio de calificación urbanística del edificio, proponiéndose el paso de sistema local de equipamiento privado (religioso) a zona terciaria hotelera, justificando el cambio por la «necesidad de encontrar una alternativa de uso que haga viable su conservación como bien patrimonial» debido al «cese de la actividad conventual y el cierre del inmueble» como residencia de la congregación.
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No siempre la conversión en hotel de convento ha terminado bien. El Monasterio de la Caridad en Sanjuanejo, Ciudad Rodrigo, fundado por frailes premostratenses en el siglo XII, es BIC y fue vendido en diciembre de 2015 para ser convertido en hotel de lujo a la empresa sociedad Hotel Abadía. Sin embargo, las obras nunca acabaron y ahora está en riesgo de desaparecer por ruina.
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