Los vecinos de Tejares reivindican un mantenimiento eficiente de todo el barrio
Aunque las obras han mejorado claramente el aspecto de la zona, sus habitantes temen que el resultado no perdure si no se invierte en cuidarlo
La imagen de Tejares ha mejorado considerablemente en los últimos tiempos. Nuevas zonas ajardinadas, un apetecible paseo fluvial, un alumbrado más eficiente, nuevos pavimentos en buena parte del barrio. También se han acometido reformas que no se ven pero eran necesarias, como la renovación de una gran parte de la red de tuberías (que no todas, porque en las últimas semanas se han producido nuevos reventones).
José Carlos Dorado, de la asociación de vecinos Virgen de la Salud, reconoce que la estrategia Tormes+ «ha servido para modernizar el barrio con el dinero de Europa», pero es sobrio a la hora de valorarlo. Los residentes llevaban demasiados años esperando muchas obras necesarias como las que se han acometido. Considera que ya era hora: «Siempre hay un agravio comparativo con otras zonas del centro que se han arreglado tres o cuatro veces sin necesitarlo. Aquí ya tenía que llegar porque no se había hecho nunca hasta ahora».
Pero a José Carlos le preocupa que todo lo conseguido no tenga el seguimiento, la vigilancia y el mantenimiento adecuado. «No nos interesa que hagan cosas nuevas para tener una foto nueva. Hay que mantener lo que hay para que dure y se agradezca». Porque la asociación entiende que se están presentando «demasiados proyectos verdes» con nuevas zonas ajardinadas y al tiempo se están eliminando medianas con setos y dejando perder muchos árboles y otros espacios que ya existían. Un contrasentido que les incomoda y les hace temer lo peor cuando nadie se acuerde de las fotos y no haya fondos europeos. «Lo que importa es después, el día a día», advierte.
Como ejemplo habla del parque del Cañón, en el que hay un seto «con calvas y tres o cuatro tipos de plantas supervivientes mezcladas, cuando en otras zonas se sustituyen de forma frecuente». En esta zona hace algunos años se cayeron unos árboles. La asociación pidió su sustitución. «Nos dijeron que ahí no había habido nunca árboles, tuvimos que demostrarlo con fotos de Google». Al final consiguieron que plantaran algunos, pero no todos han prendido. «Ese parque necesita buenos árboles que permitan a la gente usarlo en verano», reclama.
También hay «entre 12 y 14 árboles muertos» en las inmediaciones del aparcamiento público que hay entre la iglesia y la vía. «Si los plantan ahora juntos tendrán un crecimiento homogéneo y quedará más elegante que si se hace cuando los otros hayan crecido, En general falta cariño en el mantenimiento de los jardines», concluye.
Mientras una parte del barrio se remodela, otros problemas permanecen. Como los solares cuya titularidad nunca está clara a la hora de arreglar las cosas, o las zonas periféricas que terminan siendo foco de basuras incontroladas. Espacios en los que falta un cuidado que sigue sin llegar, pese a que no requiere enormes inversiones. Solo atención y voluntad.
Sin noticias del frontón prometido
Por otro lado, el representante vecinal recuerda que todavía quedan proyectos comprometidos que no se han realizado. «El frontón no avanza y no sabemos por qué». Como se eliminó el que había cuando se arregló la plazuela, junto a la carretera, el Ayuntamiento se comprometió a reubicarlo a lo largo de la legislatura. De entre las ubicaciones ofrecidas, los vecinos pidieron que se trasladase a la zona de Los Alcaldes, porque así quedaba cerca de un mayor número de residentes. Y así salió publicado en los medios que se haría sin que a ellos se les hubiera dado una respuesta en firme. Sin embargo, desde entonces no se han producido avances.
La asociación tampoco se siente muy conforme con el carril bici. «Es horrible, como en la mayoría de la ciudad», critica José Carlos. Se ha pintado simplemente y «donde había bache, hay bache». Entre Alonso Quijano y la avenida «parece un patatal», prosigue y cuando llega la rotonda de Los Alcaldes «o te paras o te caes». Además apunta que en el puente del tren se hacen charcos porque no se han tenido en cuenta peraltes e inclinaciones de una calzada pensada para los vehículos de motor.
Hay otra infraestructura incluida en el EDUSI Tormes+ que ha decepcionado a los vecinos. Todavía no se ha terminado, pero el futuro pabellón deportivo no cumple con lo que necesita el barrio. «Nos parece que se ha diseñado con un concepto elitista», afirma. Cuando se lo presentaron, no daban crédito a que incluyera pistas de esgrima «cuando nosotros propusimos padel y pistas abiertas gratuitas. Para eso era mejor que nos hubieran arreglado lo que había», lamenta.
Por eso piensa que, aunque mantienen una buena relación con las concejalas de Medio Ambiente, Myriam Rodríguez y Participación Ciudadana, Almudena Parres, no son muy tenidos en cuenta por el Ayuntamiento. «Cuando se inauguró la pasarela peatonal que comunica el barrio con Huerta Otea no nos avisaron». Hubo un despliegue festivo que partió del otro lado del Tormes y que contó con la presencia del alcalde, varios concejales y hasta el mismo Mañueco. Los vecinos de Tejares no fueron invitados. Los de la otra margen del río sí. Y ese tipo de desaires u olvidos selectivos disgustan a la asociación Virgen de la Salud.
