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Los tres concejales de Vox en el Ayuntamiento de Salamanca. SH
Vox implosiona en Salamanca con la ruptura total de su grupo en el Ayuntamiento

Vox implosiona en Salamanca con la ruptura total de su grupo en el Ayuntamiento

Dos de los tres concejales promueven y registran la destitución del portavoz y candidato a la alcaldía sin contar con el partido

Félix Oliva

Salamanca

Lunes, 10 de febrero 2025, 16:31

El grupo municipal de Vox en el Ayuntamiento de Salamanca ha saltado en pedazos este lunes con un movimiento interno para destituir a su actual portavoz y número 1 de la candidatura a la alcaldía, Ignacio Rivas. Destitución que se ha querido hacer efectiva administrativamente en el propio ayuntamiento tras decidir dos de los concejales someter la cuestión al régimen interno del propio grupo, hasta el punto de que el alcalde ya ha sido informado.

Esta situación parte el grupo y se produce tras varias semanas de tensiones en el partido por la petición de democracia interna, un movimiento iniciado por cargos y afiliados de Salamanca y que se ha contagiado a Castilla y León, donde ya fueron explusados dos procuradores en Cortes, entre ellos, el salmantino Javier Teira al que la ejecutiva de Vox culpa de lo que está ocurriendo.

La situación ha explotado este lunes por la mañana y tiene que ver con lo ocurrido en las dos últimas semanas. En una reunión de grupo, dos de los concejales han impulsado una votación para destituir al portavoz, Ignacio Rivas. Dado que dos de los tres concejales, Alejandro Pérez de la Sota y María de los Ángeles Carpio, apoyaban la moción se ha llevado a efecto en una votación. De la Sota se convertia en el nuevo portavoz municipal.

Desde la parte ejecutiva de Vox, indican que se ha hecho al margen del partido y que no está claro en estos momentos que una decisión de este tipo se pueda tomar de forma autónomo en un grupo municipal. A última hora de la noche la dirección nacional y la provincial han calificado la situación de «secuestro» del grupo municipal en el Ayuntamiento y han ratificado a Rivas como único concejal portavoz.

Para censurar la decisión se han apoyado en que es una medida unilateral y que se ha hecho «en una reunión sin convocatoria previa y por tanto sin orden del día», aludiendo a un posible defecto de forma administrativo.

Ambos concejales, integrantes de la corriente crítica de Vox que ha surgido en Salamanca, han acudido a registrar el cambio de portavoz de forma oficial en el propio ayuntamiento y cerca de las tres de la tarde así se ha hecho; también se le ha comunicado al alcalde, Carlos García Carbayo. Y si un criterio en contra por parte de los servicios jurídicos municipales no dice lo contrario, sería una decisión eficaz.

Una destitución con dudas

Ahora no está claro que una decisión semejante se pueda tomar. Los grupos municipales del ayuntamiento tienen entidad propia y jurídicamente no dependen directamente de los partidos, al menos, no de forma orgánica. Cuentan con presupuesto de gastos dotado por el propio ayuntamiento y un régimen que les proporciona fondos para contar con asesores y sufragar su actividad siempre que esté directamente ligada al ayuntamiento.

Sin embargo, y según las fuentes consultadas dentro del ayuntamiento, la decisión de quién representa al partido es del propio partido y la elección del portavoz municipal es una de las prerrogativas que se suele reservar; lo natural es que sea el cabeza de lista, pero no siempre es así.

Por contra, los dos concejales consideran que la autonomía legal de la que goza un grupo municipal permite tomar una decisión así. De hecho, recuerdan que el acta de constitución del grupo la firmaron los tres concejales y que se designó a Rivas como portavoz por ellos mismos, al ser el número 1 de la lista; el cargo de portavoz de grupo es uno de los específicamente remunerados según el régimen interno del ayuntamiento.

Lo siguiente que puede ocurrir es que los dos concejales que han votado la destitución del portavoz sean expulsados y se les pida el acta; ninguno de ellos tienen intención de depositarla y legalmente les asiste el derecho de mantenerla.

Si no la entregan, lo más seguro es que el partido los expulse y queden en el grupo de no adscritos, un purgatorio político con algunas de sus facultades limitadas: sí estarían en comisiones informativas, pero en el pleno tendrían menos tiempo de intervención, al menos, así ha sido en los casos anteriores.

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