Fuente pública de agua en Cantalpino. JM García

Cantalpino vaciará el depósito del que toma el agua que no puede beber desde verano

Los últimos análisis siguen dando niveles irregulares por culpa de los fertilizantes y el municipio apunta al pozo del que capta el suministro: se ha decidido limpiarlo como solución para volver a beber el agua del grifo

Félix Oliva

Salamanca

Domingo, 17 de diciembre 2023

El municipio de Cantalpino sigue buscando soluciones al problema que afecta a sus vecinos desde hace más de seis meses, que es el tiempo que ha pasado sin que el agua del grifo se pueda beber. La aparición de restos de un producto fitosanitario que se usa en la agricultura ha dejado fuera de los parámetros permitidos el agua corriente del municipio y, a pesar de los varios intentos, no se ha logrado restituir la normalidad.

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Los últimos análisis volvieron a dar niveles anómalos, prácticamente iguales que los anteriores, pero muy poco por encima de lo permitido, que ha sido una constante desde que el agua empezó a dar problemas de metalocloro y, después, de concentración de nitratos. Ante la situación, el Ayuntamiento de Cantalpino ha empezado a valorar soluciones para intentar rebajar las pocas décimas que se exceden las concentraciones permitidas.

Según explica el alcalde, Manuel Antonio Hierro, este miércoles se han valorado opciones y se ha decidido tomar una nueva medida: vaciar el depósito del que se capta el agua para el municipio. El municipio se abastece de un pozo de captación de 20 metros de profundidad y 9 de diámetro, con ocho barrenos horizontales de hasta 300 metros de longitud que salen en forma radial.

El pozo está en el centro de las sospechas porque se encuentra en una zona de alta capacidad de filtración, lo que asegura que el municipio tenga agua incluso en épocas de sequía y proporciona un agua que siempre se ha considerado de calidad. De hecho, en toda la zona, desde Cabrerizos y Aldealengua a Cantalpino y Babilafuente, han existido siempre fuentes y manantiales de calidad reputada.

Sin embargo, su escasa profundidad y el diseño de captación, con barrenos que se extienden de forma radial muchos metros, lo hace sensible a las filtraciones de los productos fitosanitarios que se usan de forma masiva en las explotaciones agrarias del municipio y de toda la comarca.

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Ahora, el plan es vaciar por completo este pozo para limpiarlo y eliminar posibles restos que pueda haber de los fitosanitarios y contaminantes que han obligado a prohibir el consumo del agua del grifo en el municipio. Desde el ayuntamiento consideran que, al ser tan poco el exceso de concentración que se está midiendo, una limpieza de las paredes del depósito del que se toma el agua pública podría ser suficiente para devolver los niveles a lo permitido.

Seis meses sin agua corriente

Por metolacloro o por nitratos, hace medio año que el agua corriente de Cantalpino no cumple con los estándares de consumo humano. La solución ha sido pedir agua a la Diputación de Salamanca, que la suministra, además de un gran depósito de 2.000 litros. Desde mayo han consumido unos diez y esperan una importante factura económica.

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En agosto, con el pueblo lleno, había largas colas para coger agua y se gastaban 2.000 litros cada tres días. Estuvieron una semana sin agua porque se quedaron secos y había que pedir más. Después, la demanda se relajó por la bajada de población, asegura Aurora, que custodia el depósito disponible una hora al día. Y por otro motivo: el 80% de los vecinos ha vuelto a beberla del grifo convencidos del historial de calidad de décadas.

El asunto ha llegado hasta el Procurador del Común que solicitó un informe que ya se ha remitido con un detalle de la situación y las soluciones posibles. Desde el ayuntamiento explican que el primer resultado positivo salió tras un control realizado el 18 de mayo con un valor ligeramente superior al límite.

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La zona donde está la captación es muy permeable y con el paso de los años el agua ha empezado a dar elevados niveles de nitratos y herbicidas. En 2023 ya hubo problemas y se hizo un nuevo pozo de sondeo que tomaba agua a 400 metros de profundidad, pero quedó inutilizado porque arrojó niveles exponencialmente altos de arsénico que no se podían depurar por los método habituales.

El ayuntamiento estudia la instalación de una depuradora por ósmosis o recurrir a soluciones más complejas como la instalación de filtros de carbón activo granular o en polvo, instalaciones de alto coste de construcción y mantenimiento. Si fuera necesario, recuerda que requerirá de «apoyo e implicación» de la Junta, «que hasta la fecha no ha hecho absolutamente nada ante este problema» recoge el informe remitido al Procurador del Común.

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