El embalse al borde del lleno total en Salamanca que abre todas sus compuertas

Varios días de lluvias, el paso de la borrasca Jana y la previsión de más precipitaciones para toda la semana han obligado a abrir compuertas en la presa de Santa Teresa por segunda vez este invierno para no sobrepasar los niveles de seguridad. A pesar de ello, el embalse se encuentra a poco más de dos metros de su nivel máximo, por encima del 85% de su capacidad total y con un récord de reservas, en un nuevo pulso para conservar todo el agua posible y no inundar media provincia.

Las precipitaciones acumuladas en los últimos días en toda España han tenido un fuerte impacto en Salamanca, donde la borrasca se ha dejado sentir todo el fin de semana. El paso de Jana ha desbordado varios ríos en la provincia, ha dejado fuertes vientos y frío y ahora también se está notando en el embalse de Santa Teresa, el principal de consumo de la provincia y que abastece a la capital. La decisión ha sido volver a abrir compuertas como se hizo en la última borrasca de enero, otro episodio de fuerte entrada de agua, y segunda vez en menos de un mes.

Las fuertes lluvias y la nieve en la cercana Béjar obligan a tomar medidas porque no ha dejado de entrar agua en la cuenca del Tormes. El resultado es que el embalse se encuentra cerca del 87% de su capacidad máxima total, al límite del nivel de resguardo que se considera de seguridad. Sus reservas rozan los 430 hm3, su máximo de lo que va de año, por encima del nivel que alcanzó en el episodio de enero.

Ahora mismo, la masa de agua roza los 883 metros de nivel a un paso de su máximo de altura de agua, que es de 885,7 metros. Hacía meses que no estaba así, aunque en ocasiones ha tenido más agua todavía.

Ante esta situación, fuerte entrada de agua y previsión de más, la CHD ha ejecutado el protocolo habitual y ha vuelto a abrir compuertas. El procedimiento arrancó progresivamente durante la semana pasada con las primeras precipitaciones, pero ha entrado en la fase más intensa el sábado, con un aumento del caudal vertido hasta los 80 m3/segundo. Y durante el domingo y este lunes ha alcanzado su apogeo.

En estos momentos, la presa tiene abiertas todas sus compuertas y suelta agua a más de 150 m3/segundo, al mismo ritmo que el pasado mes de enero, el más alto que se puede. El objetivo es regular la avenida del Tormes a su paso por Alba de Tormes y el municipio de Salamanca donde ya se nota un aumento del caudal del río.

La operación se mantendrá todavía durante unos días porque se esperan más lluvias y no se debe superar el nivel de seguridad. Al soltar el agua de forma progresiva se evita anegar las riberas de los 50 kilómetros que separan la salida del embalse por su presa hasta Salamanca, un pulso que ya se libró con éxito en enero.

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