La estación de esquí en Salamanca que se juega miles de euros y la temporada sin haber caído un copo de nieve

La Covatilla entra esta semana en el momento decisivo de la temporada cuando todavía no ha caído ni un solo copo. La estación de esquí salmantina tiene al fin gente trabajando desde este miércoles y está previsto que se resuelvan dos contratos vitales para arreglar el famoso telesilla y pasarle la revisión que lleva tres años sin hacerse y lastrando a la estación, que no ha podido usar sus pistas más altas y con más nieve. Revertir esta situación va a costar tiempo y mucho dinero.

En los próximos días, el Ayuntamiento de Béjar podrá decir si el plan para reactivar La Covatilla y devolverla a su mejor estado es un hecho. De momento, desde este miércoles vuelve a haber gente trabajando en la estación, por primera vez desde que se dio por terminada la temporada el pasado mes de abril.

Así lo confirma el concejal delegado de la estación, Javier Garrido, que se ha responsabilizado de la gestión de La Covatilla desde que cambió el gobierno en el municipio tras prosperar una moción de censura en la que el PSOE desalojó Luis Francisco Martín (PP) de la alcaldía.

Hace unas semanas, el ayuntamiento inició el proceso de contratación publicando varias ofertas de empleo público para contratar pisteros, personal de mantenimiento y de administración. Este martes ya se produjo la primera reunión con la plantilla y esta miércoles ya están trabajando. Su primera tarea será inspeccionar la instalación de forma global, determinar qué hace falta y empezar con los trabajos.

Esos trabajos de preparación y mantenimiento de la estación van a tener un coste elevado. La lista de facturas ha empezado a conocerse a partir de los contratos que está sacando el ayuntamiento. Desbrozar las pistas para que cuando caiga nieve se pueda, 8.000 euros; el motor del telesilla, 3.000 euros; reparar y revisar ascensores del centro, 4.000; alquilar un nuevo camión, más de 17.500 euros; y hace falta contratar los servicios médicos por un año, 29.500 euros, contrato que ha quedado desierto.

El siguiente punto clave llega el viernes. Es el día que está previsto abrir los sobres con las ofertas de empresas para dos contratos fundamentales: los que se han licitado para el arreglo del telesilla. Son dos, uno para desmontar la pieza deteriorada que se encontró y que es fundamental par que funcione; y otro para llevar a cabo su reparación.

El primero es abierto y hay empresas interesadas para el trabajo de desmontar la pieza, que hay que sacar por el techo del 'ovni' del telesilla, y llevarla a Francia. La extracción del reductor costará más de 25.000 euros según contrato, que incluye el transporte ida y vuelta a Francia.

El segundo es un contrato restringido que se otorga a la empresa fabricante, única que puede reparar el gran engranaje de miles de kilos, y devolverlo a Béjar cuando acabe. El contrato no será barato. Está licitado en 97.676,16 euros y es el precio que habrá que pagar a la francesa POMA para que ejecute la reparación del reductor, un engranaje de 3.000 kilos caro y difícil de reparar.

Si el viernes se adjudican los dos contratos, y hay indicios de que así será, se estaría en plazo para el siguiente paso. Por acuerdo con la empresa fabricante, la pieza debería estar el 27 de octubre en talleres para una reparación que durará cinco semanas. Si todo marcha como debe, la puesta al día estaría terminada a principios de diciembre, pero hay un problema: las piezas.

La recepción de las piezas necesarias para su reparación (un árbol acanalado, placa de arrastre y seis ejes) es de 12 semanas según contrato, «desde la confirmación del pedido, salvo que la fabricación se agilice por parte de la empresa». Si no se agiliza, se pueden ir tres meses y echar por tierra la opción de tener telesilla este invierno.

Si la reparación se acelebra, no obstante, se enviaría de nuevo a Béjar, en un transporte que haría la misma empresa que se lleve el contrato para el viaje de ida a Francia, que tendría 48 horas para transporte e instalación. A partir de ahí, tiempo para revisar que todo funciona y pasar la famosa inspección V7 que lleva años pendiente. Si se gana algo de tiempo en el encargo de piezas, podría estar listo todo en febrero.

El telesilla no podría estar listo para el inicio de temporada, que está previsto a partir del 1 de diciembre con apertura el puente del 6-8. Será entonces cuando se empiece a funcionar con tienda de alquiler de material, restaurante y la zona de debutantes, al menos, parque de nieve y la pista más sencilla, que sí cuenta con su remonte.

Pero es que si el telesilla que lleva a las pistas superiores no llega, terminar su reparación a principios de diciembre ya sería un gran paso. Sea el primer día de temporada o con ella empezada, sería la primera vez en años que La Covatilla vuelve a disponer de su remonte más capaz y que lleva a las mejores pistas. Y eso sin contar con el factor clima, ya que todavía no ha caído un copo de nieve y podría retrasarse.

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