Avecrem veraniego
Nos gusta cultivar este empeño de visitar algunas fiestas patronales de nuestros pueblos
Faustino Andrés Martín
Viernes, 16 de agosto 2024, 16:39
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Faustino Andrés Martín
Viernes, 16 de agosto 2024, 16:39
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¿Se imaginan poder disfrutar de un deporte al aire libre, inspirándose en que jugar y convencer es largo y trabajoso? Más cuando el personal está de vacaciones y necesita sentirse vivir en la calle, saludar en la calle, murmurar en la calle, por ser el mejor escenario que se recuerda. Para darse cuenta de la situación, la prole tiene sus centros de asociación y, si se le controla el tráfico, se mueve como pez en el agua.
Después está la infancia fulminante, espuela de imaginación donde no falta alguna diablura infantil bien con la bicicleta o el patinete, sin embargo, el pensamiento y la acción se alimentan con bastante frecuencia. Esto justifica la curiosidad que sienten por lo que ocurre alrededor, aunque en términos psicológicos, equivale afirmar que les dura poco, prima más la variedad que la intensidad.
Ah, pero que alborozo cuando siguen las secuencias del movimiento de la pelota en el frontón moviendo los ojos en todas las direcciones. Ojos alegres y acariciadores que suelen olvidar la pantalla fija del ordenador.
Natural y beneficioso es verlos acostumbrados todos a este tipo de actividad y más cuando se comparte la emoción y los comentarios en las tertulias. Por lo tanto, reconocemos que nos gusta cultivar este empeño de visitar algunas fiestas patronales de nuestros pueblos. Y con mayor motivo si se presentan alguna novedad creativa o algún aspecto tradicional que se mantiene vigente en el oportuno sentido de la palabra. Por esta misma razón, nos atraía visitar Aldearrubia. Algo adivinable al celebrarse un partido de pelota en frontón abierto; como siempre, el mismo día, a la misma hora el mismo sitio y puede que la misma gente. Así, de ordinario, escuchas a los aficionados dar matices sobre el uso y costumbre de la especialidad mostrada, puesto que el conocido como tres rayas no siempre coincide o se adapta a los gustos de nosotros mismos y de los demás. Y es que pasado el acontecimiento algunos acaban pensando por cuenta propia.
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