Israel Espino, tras la pista de «la Gente de Muerte» y otros cortejos sobrenaturales
Colaboradora de Cuarto Milenio, ha «perseguido» estos extraños fenómenos durante años y sus investigaciones se encuentran recopiladas en el libro «Gente de Muerte y otros cortejos sobrenaturales»
Israel es investigadora y estudiosa de Mitos y Leyendas, además de especialista universitaria en Mitología y Simbología. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, lleva años formando parte de la plantilla de Cuarto Milenio, la exitosa «Nave del Misterio», y ejerciendo de excepcional guía de los incontables misterios que pueblan Extremadura.
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- ¿Qué crees que vieron todos aquellos que aseguran haber presenciado la Santa Compaña o la güestia?
- No sé qué han visto, lo único que tengo claro es que han visto algo y que no hay que ver para creer, sino creer para ver.
Para entender el fenómeno, me he dado cuenta de que hay que irse mucho más atrás, a la edad neolítica, a los dioses guerreros y cazadores que vinieron de la estepas invadiendo a las sociedades matriarcales en las que la muerte no era algo violento.
Sin embargo, al finalizar la edad de bronce, las horas de ejércitos guerreros y cazadores comienzan a imponer su mitología; una mitología basada en guerreros violentos que iban arrasando e imponiéndose.
Ahora bien, ¿Qué funcionalidad tiene este fenómeno en el siglo XXI?Porque sí, hay testimonios de encuentros con este cortejo en el siglo XX y XXI.
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- ¿Qué es la güestia?
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- Se trata de una especie de Santa Compaña que presenta multitud de variedades dependiendo de la zona geográfica, puede presentarse con una señora al principio de la procesión, puede ir con caldero o sin caldero, con velas o sin velas… En resumidas cuentas, podríamos definirla como un grupo de entidades a las que no se le puede ver el rostro.
- ¿Esta leyenda se ha perdido en el tiempo?
Creo que se trata de un fenómeno que se sigue repitiendo, siempre envuelto en el misterio. También creo que ha ido cambiando de significado con el paso de los años.
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Si la güestia en algún momento fue un recuerdo de esas invasiones de guerreros, de esas culturas patriarcales, eso se fue olvidando y tuvieron que reinventarse e interpretarlo como una cacería porque, en la Edad Media, era lo que se veía.
El cristianismo lo relaciona con el demonio porque, en el caso en el que incumplas la moral cristiana, pasarás o a formar parte de esta horda de almas condenadas o te llevarán con ellas al infierno.
En Galicia servía para hacer de los campesinos, lograr una convivencia lo más ideal posible entre los vecinos. Al fin y al cabo, la güestia está conformada por muertos que están enterrados en la misma delimitación. Son los aldeanos muertos, los propios vecinos de la aldea.
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Eso sí, se trata de un fenómeno aleccionador que se sigue viendo.
- ¿Qué es «La Estadea»?
- Me he dado cuenta de que «La Estadea» se trata de una misma palabra que, dependiendo de la zona, tiene diferentes definiciones. Eso sí, la más habitual es que se trata de una figura que encabeza la compaña o güestia. Hay quien dice que se trata de una figura femenina aunque, bien es cierto, hay zonas y lugares en los que esta entidad no debe ser necesariamente una mujer.
- ¿Tiene algún sentido antropológico que estas comitivas vayan siempre acompañadas de canes?
Tiene todo el sentido. El perro está relacionado con la muerte en la cultura a lo largo de toda Europa. Es más, de hecho, son dos animales principalmente los que se relacionan con la muerte: el perro negro y el caballo blanco, ambos son animales psicopompos.
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Existe, además, una creencia muy popular y es que, «los perros aúllan cuando alguien va a morir». Por otra parte, en contra de lo que la mayor parte de la gente cree, el color de la muerte no es el negro, sino el blanco. Si nos atenemos a testimonios que hablan de encuentros con figuras del más allá, la mayoría de ellos relatan que las entidades van ataviadas con ropajes blancos.
El blanco es el color de la muerte, todo lo que viene del más allá es blanco; se trata, al fin y al cabo, de una manera de hacer entender que esa visión no pertenece al mundo de los vivos.
- ¿El alma que el cortejo «pasa a buscar», pasa a formar parte directamente del cortejo o simplemente es conducido por el mismo al «más allá»?
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- Simplemente es conducido. Las entidades que forman parte del cortejo vienen a recoger tu alma y te llevan para acompañarte.
En Galicia, la creencia más habitual es que la principal función de la Guestia es avisar a aquel va a fallecer de que va a irse a la «otra vida». La güestia acude hasta en tres ocasiones seguidas, siempre por la noche, para avisar. El objetivo, en teoría, es que el finado pueda dejar todo en paz en el mundo terrenal. Esta creencia es más habitual en Galicia.
La güestia da la vuelta a tu casa e incluso toca a la puerta, y, en el momento en el que te mueres, el viaje de vuelta lo hacen contigo en el ataúd. Eso sí, esto ya es cuando tu alma es llevada hasta el cementerio. No se dice en ningún lado que tu formes parte de la güestia, la función es meramente benéfica.
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Dependiendo de la zona en la que estás, ese mismo concepto que es el mismo, se va mimetizando. En las Hurdes quien avisa de la inminente partida es la conocida como «la pareja de muerte».
- ¿Por qué este cortejo va acompañado de una algarabía?
- Yo creo que la algarabía procede de los gritos primigenios de guerra. Luego hay quién también habla de fanfarrias de música, de música desafinada...
-¿Y el tañer de las campanas?
- Yo creo que las campanas pueden estar relacionadas con las interpretaciones cristianas. Por su parte, las campanillas se relacionan con lo pagano, con algo pequeñito que se hace sonar. Hacer sonar campanillas sirve para ahuyentar.
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- ¿Por qué se pasa a formar parte de la Güestia?
Es complicado. Si tú te la encuentras y alguno de los miembros te ofrece una de las velas que portan, nunca debes cogerla porque será entonces cuando te darás cuenta de que no es una vela, sino una tibia ardiendo y, a partir de ese momento, estarás condenado a formar parte de la Güestia hasta que mueras.
La persona viva que encabeza la procesión puede ser un hombre o una mujer, dependiendo de si el patrón de su parroquia es un santo o una santa. Se cree que aquel que estando vivo forma parte de la güestia o de la Santa Compaña, no recuerda lo ocurrido al día siguiente. Estas personas acaban muriendo de agotamiento. Por otra parte, también se puede pasar a formar parte del cortejo macabro si has muerto y en el transcurso de tu vida has cometido infracciones contrarias a la moral cristiana. Además, la güestia solo puede llegar hasta los límites de su parroquia; se trata, por tanto, de un fenómeno muy local.
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