

Secciones
Servicios
Destacamos
Reirse de uno mismo es un regalo, es un ejemplo de estar bien, de sentirse a gusto. Hacer reír a los demás llega a superar esa sensación. Para Alberto Cabrillas es indescriptible escuchar al público a carcajada limpia, con aplausos al final de un espectáculo. Su filosofía es disfrutar y hacer disfrutar, en una reivindicación del mundo rural, un mundo que para él es añorado por muchos, despreciado por otros, pero que siempre debería estar en lo alto de un escenario, en el centro de los focos, en boca de los más altos cargos.
Ha pasado por concursos, locales y nacionales, hasta llegar a programas de televisión como Got Talent; ha compartido escenario con artistas de todas las tallas y siempre ha tenido tiempo para viajar hasta el municipio más pequeño de la región. El nacido en Cabrillas, con estudios en Zamora y que ahora es profesor y director de un colegio en un pueblo de Burgos, analiza su forma de 'regalar' risas.
¿Cómo llega uno a convertirse en monologuista?
«Siempre he sido muy gracioso, el típico que contaba chistes e incluso me subía en las mesas de algunos bares cuando salía con mis amigos para contar algo, pero siempre en ambientes festivos. Un día un amigo que trabajaba en la televisión me dijo que me presentara a un concurso, con jurados de la talla de Leo Harlem, y acabé ganando. Estuve un año trabajando con Harlem en Madrid y llegó la pandemia, por lo que me quedé en el aire. Me di cuenta de que no lo había hecho tan mal y empezó a venir a verme gente a los espectáculos. Tuve muchos y acabé yendo a Got Talent con el personaje de 'Alberto Cabrillas', lo que hizo que todavía más gente me conociera».
¿Cuánto hay del personaje y cuánto de la persona?
«Todo me ha pasado, todo. Lo cuento basado en mi experiencia, pero exagerado y metido en el personaje. Parece una bobada, pero yo vivo cada escena en mi cabeza. Los personajes que nombro existen todos, por lo que les pongo cara, igual que los escenarios. Creo mis monólogos a través de mi vida».
¿Te costó salir del pueblo y reírte de ti mismo?
«Nunca me costó ni me he avergonzado de ser de pueblo. De hecho, cuando hago monólogos en las ciudades me presento como una persona que ha vivido y se ha criado en un pequeño pueblo de Salamanca. Diría que precisamente por esa imagen que existe mis monólogos quiero que actúen como crítica. Tenemos la etiqueta de 'paletos', pero... ¿quién es más paleto el que sabe mucho del campo o el que no sabe nada? Intento reivindicar el pueblo. Todos tenemos algo del pueblo; de fiestas, de piscinas, de verano, de vacaciones... Hay que darle vida a los pueblos, pero más a menudo, no solo cuando interesa. A eso me refiero».
¿Sabe también tu público de pueblo reírse de sí mismo?
«Sí. El feedback siempre es muy bueno. Escuchas el típico 'qué razón tienes' o 'anda que no me ha pasado mi veces'. Notas empatía. Y me suelo adaptar al tipo de municipio al que voy, si hacen la matanza o no, si tienen un patrón u otro, si vienen más o menos niños... todo depende, lo que quiero es que se vean reflejados.
¿Cómo se combina el mundo de la educación y el del monólogo?
«Yo soy funcionario, tengo como se dice 'la vida resuelta' y me encanta lo que hago, pero con los monólogos disfruto mucho. Hacer reír es muy bonito, los que hacemos reír estamos enganchados porque es muy bonito. Alejas a la gente de problemas que siempre van a estar ahí. Los cómicos somos una parte de la sociedad a la que la gente recurre para pasar un rato agradable y es por lo que sigo haciendo monólogos».
¿Se puede vivir de hacer algo tan bonito?
«Si me lo hubiera tomado como algo profesional, seguramente sí. No tengo dudas. De hecho, se me ofreció quedarme a vivir en Madrid y ponerme a trabajar por entero a ello. Incluso estuve a punto de trabajar con Eva Soriano. Pero me encanta ser maestro y de Educación Física. No podía tirar todo por la borda por un sueño que podía funcionar o no. A día de hoy tengo la suerte de escoger los monólogos que más me interesan y poder disfrutar de ello sin necesidad. Es un aliciente ecónomico, sin duda, pero le dedico dinero y el tiempo es oro».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.