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Una de las motos de incógnito de la Guardia Civil, saliendo para un dispositivo. José Manuel García

Las motos camufladas de la Guardia Civil llegan a Salamanca: las carreteras en las que vigilan infracciones

La Agrupación de Tráfico estrena en la provincia las primeras motos de incógnito, idénticas a modelos de calle y sin distintivos, con las que hacen controles y se integran en grupos de motoristas para detectar velocidad o adelantamientos

Félix Oliva

Salamanca

Miércoles, 25 de junio 2025

La Guardia Civil ha empezado a usar en Salamanca las motos camufladas, el último medio que llega a la provincia para combatir las infracciones justo en una época de gran movilidad y de especial incidencia en los accidentes de motocicletas. Lo hace como parte del plan para intensificar la vigilancia de las carreteras más frecuentadas por motoristas, que tiene su época de mayor intensidad entre los meses de mayo y octubre.

El estreno ha tenido lugar el pasado fin de semana y se trata de una novedad absoluta. La Guardia Civil de Salamanca no había tenido nunca acceso a las motos camufladas, que el cuerpo empezó a usar en el conjunto del Estado a principios de 2024. Sí que se llegó a usar un camión para vigilar las infracciones con cinturón y móviles y son habituales los coches patrulla de incógnito.

Las motos son aparentemente iguales a cualquier modelo civil. Se trata de dos unidades de BMW R 1200 RT de color gris oscuro y azul, el anterior modelo que usaba la especialidad de motoristas de la Agrupación de Tráfico. No hay más diferencias en la que, además, es una moto que se vendió muy bien y de las que hay miles por las carreteras. Vistas desde el retrovisor o circulando, es muy difícil distinguirlas de otras motos convencionales. Aunque las que han llegado a Salamanca son de la marca alemana, las hay de otras marcas y modelos.

No llevan distintivos de la Guardia Civil y los detalles técnicos son muy discretos; mantienen los anclajes en caso de tener que incorporar luces y llevan un cofre sobre el asiento del pasajero para la instalación de comunicaciones. El cuerpo dispone de una treintena para todo el país. Las motos las pilotan dos guardias civiles de la especialidad, estos sí, vestidos con el equipo que les identifica como agentes.

Desde la Comandancia de la Guardia Civil explican que no tienen inconveniente en que se sepa que las motos existen y que están patrullando; de hecho, una de sus funciones ess la disuasión. Este fin de semana lo hicieron en un dispositivo en carreteras de la Sierra de Francia, donde se encuentra uno de los tramos de especial incidencia de accidentes de tráfico con motos, en el término de San Esteban de la Sierra. No obstante, pueden aparecer en toda la red viaria como parte de operativos especiales o rutinarios.

Agente y motocicleta de incógnito en la entrada a Sotoserrano. JM García
Uno de los agentes, saliendo este domingo con la moto camuflada de la Comandancia.
Los controles se hacen con motos rotuladas y otras discretas.
Detalle de una de las motocicletas de incógnito.
Dotación de la patrulla de motoristas durante un control.

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Este medio pudo acompañarles durante la mañana del domingo en su labor recorriendo las principales carreteras de curvas de la sierra salmantina, una de las zonas más visitadas por los aficinados y motoristas. Su presencia ha sorprendido a muchos moteros allí donde se han dejado ver ya que nunca habían circulado por las carreteras provinciales.

Su uso forma parte de un proyecto que busca reducir la siniestralidad de los motoristas. Las motos camufladas circulan y se integran en grupos y están apoyadas por una unidad con colores uniformados, quien notificará las infracciones detectadas por los motoristas camuflados e intervendrá a requerimiento de estos. El objetivo es observar de forma discreta infracciones graves que son más difíciles de apreciar de otra manera.

Temporada de vigilancia especial

La Guardia Civil de Tráfico está actualmente en campaña de vigilancia de zonas frecuentadas por motocicletas, que se desarrolla de mayo a octubre, con la llegada del buen tiempo y el aumento de la circulación de estos vehículos. Velocidad, adelantamientos incorrectos, uso del casco, documentación, alcohol y drogas son algunos de los factores a controlar durante la campaña.

Hasta finales de mayo han fallecido en las vías interurbanas 96 motoristas. El perfil es el de un varón entre 25 y 64 años, con más de 10 años de permiso, aunque los fines de semana también se registran fallecidos de menor edad. Las carreteras convencionales son las vías donde fallecen 8 de cada 10 motoristas. Por tipo de accidente, más de la mitad de las víctimas mortales son por salida de la vía, sin ningún otro vehículo implicado, aunque en los fines de semana aumenta el número de colisiones.

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