PACMA lamenta el trato a las colonias felinas en los pueblos de Salamanca
El partido animalista reclama la aplicación efectiva del método CER en Salamanca y el fin de la criminalización de las personas voluntarias que cuidan colonias felinas
El Partido Animalista PACMA en Salamanca ha mostrado su profunda preocupación por la situación que atraviesan las colonias felinas en distintos municipios de la provincia, especialmente tras el reciente bando del Ayuntamiento de Fuentes de Oñoro, que prohíbe alimentar a los gatos callejeros e incluso advierte contra su acogida en domicilios particulares.
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PACMA considera estas medidas como «injustificadas» y denuncia que suponen «una grave amenaza para el bienestar animal y una vulneración de la Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales».
El coordinador provincial del partido, en representación de decenas de personas voluntarias que cuidan a estos animales, ha alzado la voz ante lo que califican como una criminalización injusta. «Muchas cuidadoras trabajan con recursos propios, sin ayuda institucional, para garantizar una vida digna a estos animales invisibilizados», denuncian.
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Desde PACMA se recuerda que las colonias felinas forman parte del ecosistema urbano y su control debe realizarse mediante el método CER (Captura, Esterilización y Retorno), tal y como recogen las directrices estatales y autonómicas. Según el partido, decisiones unilaterales como la de Fuentes de Oñoro solo contribuyen a agravar el problema y generar conflicto social.
Ante esta situación, PACMA Salamanca exige:
La retirada inmediata del bando municipal de Fuentes de Oñoro y una disculpa pública a las personas afectadas.
La aplicación real y efectiva del método CER en todos los municipios de la provincia.
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Transparencia por parte de los ayuntamientos sobre la gestión de colonias felinas y colaboración con protectoras, veterinarios y voluntariado.
Formación y sensibilización institucional y ciudadana sobre la gestión ética de los gatos ferales.
«El hartazgo es generalizado», concluyen desde la organización. «Los animales no son plagas, son seres sintientes que merecen respeto y protección. Las alimentadoras no están solas. El movimiento animalista es cada vez más fuerte y no vamos a dejar de denunciar estas situaciones».
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