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El camino que llega sin asfaltar a Coquilla de Huebra y mapa de localización. SH

El pequeño pueblo de Salamanca donde no llega ni el cartero por una carretera sin asfaltar

Los vecinos de Coquilla de Huebra exigen que se lleve a cabo la pavimentación que esperan desde hace décadas de un camino de algo más de 2 kilómetros que les une a la carretera general y las administraciones se lo niegan «porque somos pocos»

Félix Oliva

Salamanca

Miércoles, 20 de agosto 2025, 20:21

Un camino de tierra separa a los pocos habitantes de una aldea salmantina de la 'civilización' y les mantiene aislados, sin acceso a determinados servicios y con la eterna promesa incumplida de arreglar la situación. Llevan toda la vida reclamando que se pavimente un tramo de algo más de 2 kilómetros que une el pequeño pueblo con la carretera general de la Sierra de Francia, un corto trayecto que impide que lleguen el cartero, los envíos o el reparto de alimentos.

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Esta es la situación en Coquilla de Huebra, una histórica pedanía del municipio de Berrocal de Huebra, en el centro de la provincia. En una tierra de encinas y cerca del río que da el apellido a ambas localidades, Coquilla es una pequeña aldea cuya existencia ya se cita a mediados del siglo XIX. Llegó a tener entonces 22 habitantes que ahora son una decena censados.

Como otros muchos de la provincia, tiene problemas con las comunicaciones, pero en su caso se trata de una situación peculiar. El pueblo está unido a la carretera de la sierra, la SA-210, por un pequeño camino rural, CM-539. Son poco más de dos kilómetros, pero constituye su única salida a la red general.

El camino no está asfaltado y, aunque bastante liso, el uso que tiene provoca importantes desperfectos periódicamente. Usan el camino camiones de gran tonelaje para surtir a parcelas ganaderas lo que acentúa el deterioro del camino, en el que a veces es imposible circular.

Hay problemas con el barro, baches y balsas de agua y, en verano, con el polvo que se levanta al subir y al bajar del pueblo con el coche. Circular por aquí deteriora también los vehículos: suspensiones y bajos de los coches sufren porque está lleno de baches, desniveles, piedras sueltas... El único parche que se pone de vez en cuando es el traer un camión con gravilla; sin embargo, este año la reparación no se ha producido y el montón de grava está sin tocar.

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Tramos del camino y el montón de grava para repararlo, sin usar este verano. SH

Según denuncia uno de sus vecinos en comunicación con este diario, «tanto por el Ayuntamiento, Diputación, Junta de Castilla y León y Estado siempre ha habido una negación permanente por no hacernos caso y dejarnos de lado porque ellos dicen que no merece la pena asfaltarlo porque hay poca gente en el pueblo».

«La situación es tan rocambolesca que ya ni Correos, empresas de reparto, suministros alimentarios... se niegan a subir por el camino porque sus jefes tienen miedo a que se rompan los vehículos. Solo sube el panadero una vez y por hacernos un favor, y otro que trae alimentos para a la entrada del camino y tenemos que bajar nosotros con el coche para que nos atienda», relatan.

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