Los municipios de Salamanca donde se vigilarán en 2024 los incendios intencionados
Arribes y Sierra de Béjar concentran algunos de los municipios más propensos a los fuegos intencionados o por mal uso agrícola y que figuran en el plan de la Junta para el año que viene, que recoge el factor del calor
El fuego vuelve a apuntar a dos comarcas, Arribes del Duero y sierra de Béjar, como las más propensa a registrar incendios forestales importantes, por el mal uso del fuego en unos casos y de origen intencionado en otros. Es allí donde se acumula la mayor superficie quemada en los últimos años y donde señala la Junta de Castilla y León en su plan forestal para 2024, un plan que recoge el factor ambiental por las duraderas y potentes olas de calor que han provocado algunos fuegos importantes.
El plan se ha dado a conocer esta semana y se ha elaborado a partir de los datos de los últimos años que incluyen ya los del trágico 2022, cuando ardieron Monsagro y Candelario en dos de los mayores incendios forestales que se recuerdan en la provincia.
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El plan constituye un análisis de la situación de cara al próximo año y reconoce la extensión cada vez mayor de las épocas de peligro alto, antes concentradas en los meses de verano, pero ahora cada vez más prolongados por la persistencia de las altas temperaturas. Precisamente, el plan reconoce la influencia de las olas de calor como factor determinante general.
No obstante, se centra en el análisis de las principales causas de los incendios forestales y señala cuáles son las localidades más propensas a los incendios intencionados. Además, recoge las ubicaciones y superficies de las masas forestales más valiosas de la provincia, que se encuentran bastante próximas a algunos de los puntos con más fuegos.
En cuanto a los puntos más críticos, en el mapa se puede observar la coincidencia de lugares propensos a los incendios intencionados y al uso inadecuado del fuego, vinculado también a la agricultura, en dos zonas concretas de la provincia.
Para los incendios intencionados, la Junta señala cuatro puntos muy próximos en la sierra de Béjar, un eje entre Candelario y Lagunilla que incluye Montemayor y El Cerro, que se recorre por autovía en 25 minutos y que concentra buena parte de las mayores superficies contabilizadas en incendios intencionados. La zona coincide con las superficies arboladas de Candelario, que están entre las más vulnerables y de mayor tamaño.
Además, aparecen dos puntos más por incendios intencionados. Serradilla del Llano es uno de los lugares donde se producen incendios de forma recurrente y hay que sumarle el caso de Navasfrías. Ambos son también foco de incendios por rayos.
En cuanto a puntos señalados por el mal uso del fuego, el foco se desplaza a la comarca de Arribes y a dos localidades también azotadas por fuegos recurrentes como son Villarino de los Aires y Pereña. En los últimos años allí se han quemado más de 200 hectáreas en los últimos años.
