Superficie de cultivo. S.H.

Salamanca, la provincia con el año agrícola más lluvioso de Castilla y León

En precipitaciones acumuladas, el territorio charro tiene un porcentaje del 116 desde septiembre de 2022

Domingo, 11 de junio 2023, 20:06

La provincia de Salamanca ha vivido unas semanas con la vuelta de la precipitaciones, que abandonaron el territorio charro por unos meses para regresar con fuerza y hacer que el mes de mayo haya sido sobre 'mojado', siendo el más lluvioso en los últimos cinco años si atendemos a todos los datos del conjunto de España (hasta 60 litros por metro cuadrado se han registrado en la media nacional). La situación ha puesto en valor al refranero español, acertando de pleno con el «cuando marzo mayea, mayo marcea», habiendo visto como el quinto mes de este 2023 ha tenido jornadas más parecidas a lo que sucede en marzo, y viceversa.

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Las precipitaciones son en buena medida bienvenidas en el campo, necesitado del agua necesaria para que las cosechas y demás situaciones agrícolas salgan adelante de la mejor manera. Atendiendo a los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), en el balance hídrico del año agrícola desde el 1 de septiembre de 2022 al 31 de mayo de 2023, Salamanca ha sido la provincia de Castilla y León más lluviosa. El balance hídrico del año agrícola es el proceso de evaluación de la humedad y proporciona parámetros relativos a tres variables: precipitación, evapotranspiración potencial y humedad del suelo. Hasta un 116 por ciento de precipitación acumulada se anota en tierras salmantinas en el periodo de tiempo antes descrito, situándose en la 'pole' con Segovia y Zamora en los otros escalones de este particular podio, pero lejos, con 105 y 99, respectivamente.

Vigilancia de la sequía meteorológica. Año hidrológico

La última venida de semanas de precipitaciones antes del verano descritas anteriormente han sacado del foco durante unos días los problemas relacionados con la sequía, que no obstante, es una cuestión a tener en cuenta si se pone el ojo en coyunturas como las de los embalses, teniendo los del Duero el peor dato de los últimos 28 años. Las lluvias han llegado tarde y como dice el dicho, no al gusto de todos, pero han servido en el campo para salvar casos como el del riego.

Para seguir el panorama de la sequía, la AEMET tiene el índice SPI, un valor numérico que representa el número de desviaciones estándar de la precipitación caída a lo largo de un periodo de tiempo. Lo que se hace es transformar la distribución original de la precipitación a una distribución normal. Así se define una escala de valores que se relaciona con la precipitación.

Revisando los datos de Salamanca en este índice, se observa que la provincia se encuentra, desde octubre de 2022 hasta el último día del año, en una situación general de normalidad, con la mayoría del territorio con valores situados en este rango. La AEMET hace una escala de -4 a 4, de más seco a más húmedo, estando Salamanca en el escalón medio y 'normal', entre -0.5 y 5, con una media de 0,23 en el índice SPI en los últimos ocho meses. Algunos puntos del este, sureste y oeste salmantino ascienden al peldaño superior, catalogándose ya como 'húmedos', entre 0,5 y 1, mientras que otros, una minoría, están el inferior, entrando ya en la denominación de 'secos'.

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AEMET

Los embalses de Salamanca, sin llenarse a la espera de un junio que no promete lluvias

La falta de lluvias suficiente va a poner en aprietos la gestión del agua en Salamanca durante los próximos meses, ya que las tormentas han dejado poca precipitación y no han sacado a los embalses de la situación de escasez que viven. Algo que va a complicar los próximos meses, en los que se esperan menos precipitaciones porque abril y mayo, tradicionalmente los más lluviosos, han aportado poco a las reservas.

La CHD ha alertado del bajo nivel de entrada de agua a los embalses que gestiona en la cuenca del Duero con el peor dato de aportaciones de los últimos 28 años en los meses de abril y mayo. Las entradas a los embalses de titularidad estatal en este período han sido tan solo de un 78% respecto al valor medio para esas fechas, el peor registro histórico.

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Salamanca sufre los cambios climáticos menos excepcionales de la región

Salamanca es la provincia donde la variación de las temperaturas y de las precipitaciones registrada durante el trimestre de marzo, abril y mayo, con respecto a la media de los últimos 30 años, es menos excepcional de toda Castilla y León. Desde el año 1991 hasta el 2020, la temperatura media registrada es de 11,2 grados y en 2023, 12,4 grados; con una diferencia de 1,2 grados, el menor de toda la comunidad. En cuanto a las precipitaciones acumuladas, desde el año 1991 hasta el 2020 se registró una media de 104 l/m² y en 2023, 102 l/m², de nuevo, Salamanca se convierte en la provincia con los datos menos cambiantes de Castilla y León.

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