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Los buitres son una de las especies más afectadas por envenenamientos. CRAS LAS DUNAS
Salamanca, tercera provincia con más muertes de aves por envenenamiento en el último registro

Salamanca, tercera provincia con más muertes de aves por envenenamiento en el último registro

La colisión contra los tendidos eléctricos es la principal causa de mortalidad no natural de aves, según los datos del CRAS Las Dunas facilitados por la Junta para un estudio estatal de SEO-Birdlife

Ana Carlos

Salamanca

Sábado, 4 de marzo 2023, 13:00

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No están todas las que son, pero un informe reciente de la organización SEO-Birdlife analiza la mortalidad no natural de las aves silvestres en España entre los años 2008 y 2018. Lo hace a partir de 272.655 registros de ingresos en los Centros de Recuperación de Fauna (CRF) de todo el Estado, con las dificultades de que no todos recogen del mismo modo los datos, ni tienen todos los de ese periodo.

La propia organización conservacionista reconoce que el documento cuenta con muchos sesgos. No solo por esos motivos. También porque hasta estos centros no llega toda la avifauna que pierde la vida por causas no naturales. Muchos de los cadáveres son rápidamente depredados, otros no terminan en lugares en los que son visibles, o son demasiado pequeños para percatarse de su presencia. Puede pasar asimismo que simplemente nadie da cuenta de su hallazgo: como no se puede hacer nada por el animal, no se considera importante dar aviso de su presencia, cuando en realidad puede ser relevante.

Por otra parte, en ocasiones, si el origen de las muertes es delictivo, los responsables se encargan de no dejar pruebas. Estos son solo algunos ejemplos de por qué es un asunto muy complejo de documentar. Los registros son una mínima parte respecto a las aves que mueren.

1.700 ingresos registrados en el periodo de estudio

Pero ese tipo de datos, procedente de los CRF, se ha utilizado en numerosos estudios para tener una idea de cómo actividades humanas legales e ilegales, el modelo económico y los cambios tecnológicos están incrementando las amenazas para las poblaciones de aves, muchas de las cuales están sufriendo dramáticos declives. Solo teniendo un análisis como base pueden plantearse soluciones.

En relación a Salamanca, el documento recoge solo datos del periodo comprendido entre 2010 y 2018. En ese tiempo, según la misma fuente, ingresaron 1.700 aves de toda la provincia.

La colisión con tendidos eléctricos es la primera causa conocida de ingresos por causas no naturales en toda España y también en el Centro de Recepción de Animales Silvestres (CRAS) Las Dunas de Salamanca, donde se registraron 568 casos. Las siguientes razones de ingreso en la provincia son el envenenamiento (267 casos), electrocuciones (170), atropellos (116), disparos a especies no cinegéticas (57), captura ilegal (52), colisiones con vallados (51), colisión con aerogeneradores (43), y enganchamiento con objetos (2). También se producen una gran cantidad de ingresos por traumatismos por causas desconocidas.

Destaca que Salamanca fue la tercera provincia de España con más ingresos por envenenamiento de aves. Sólo por detrás de Valencia, con 1.925 casos, y Zaragoza, con 454. Pero las altas cifras de envenenamientos continuaron después del periodo estudiado. Hay que recordar que en junio de 2021 se registró un episodio especialmente grave, cuando se encontraron en Monterrubio de Armuña 54 buitres leonados, un buitre negro, y un milano muertos y otros 38 buitres leonados y tres negros todavía vivos, pero con síntomas de envenenamiento. En concreto, murieron intoxicados por un insecticida (carbamato carborurano) prohibido por la UE en 2007. El responsable no ha sido encontrado y el delito sigue impune.

Formas de reducir las muertes

Analizando estos datos con el CRAS Las Dunas, Jaime Tejedor destaca que los ingresos por colisiones con tendidos eléctricos y electrocuciones en Salamanca están aumentando considerablemente. A su juicio, esto no significa que se estén produciendo más accidentes de este tipo. El incremento, asegura, se debe a que la Junta de Castilla y León está haciendo un esfuerzo especial por localizar y rescatar a las aves implicadas. Hay técnicos trabajando a diario en este sentido.

También actualmente se está trabajando en la mejora de los tendidos para tratar de reducir las muertes. Así, afirma que cuando se registra la colisión de un ave, muchas veces Iberdrola procede a corregir las líneas eléctricas antes de que se tramite la denuncia avisando de que tiene que hacerlo.

Respecto a los atropellamientos, Tejedor considera que en la provincia no hay «puntos negros» en las carreteras. Pero destaca que sí se producen muchos atropellos por parte de vehículos agrícolas. El problema se registra especialmente a finales de mayo y en junio, cuando llega la época de la cosecha y los aguiluchos están en época de reproducción. En 2009 el grupo local de SEO-Birdlife inició una campaña anual para localizar nidos y pagar a los agricultores por no cosechar ese espacio. De este modo se previene cada año la muerte de muchos ejemplares.

Algunas de las aves que llegan al CRAS pueden volver a ser liberadas, pero otras no tienen la misma suerte. CRAS LAS DUNAS
Imagen principal - Algunas de las aves que llegan al CRAS pueden volver a ser liberadas, pero otras no tienen la misma suerte.
Imagen secundaria 1 - Algunas de las aves que llegan al CRAS pueden volver a ser liberadas, pero otras no tienen la misma suerte.
Imagen secundaria 2 - Algunas de las aves que llegan al CRAS pueden volver a ser liberadas, pero otras no tienen la misma suerte.

Otra de las causas más sencillas de solucionar son las colisiones con vallados. Rapaces nocturnas como el búho real y otras especies de rapaces que hacen vuelos a baja altura, rectilíneos y rápidos son las principales perjudicadas por este problema. Chocan contra las alambradas de espino, se enganchan y al tratar de escapar se desgarran, quedando en un estado de gravedad importante. Muchas mueren sin solución y otras no se recuperan lo suficiente como para volver a ser libres. Para evitarlo habría que cambiar el citado tipo de valla por vallados cinegéticos sin espinas. El problema es que es caro y que aunque se implante la norma, esto afecta a los nuevos cercados que se colocan, pero no tiene carácter retroactivo para modificar los antiguos.

En el informe de SEO-Birdlife no figuran ingresos por choques de aves contra cristaleras en Salamanca. No es que no se produzcan, sino que en el CRAS se registran en un epígrafe diferente, junto a las aves aturdidas o debilitadas. Cristaleras de edificios y pistas de pádel se cobran la vida de numerosas aves cada año aunque solo unas pocas llegan a ingresar en el centro. Se ha comprobado que poner pegatinas salvapájaros (con siluetas de aves) no funciona. Jaime Tejedor detalla que la mejor solución, y no muy costosa, es colocar vinilos traslúcidos, que dejan pasar la luz, pero que permiten que los alados se den cuenta de que hay un obstáculo mientras vuelan.

Durante las épocas de migración y reproducción es cuando más ingresos se registran en Las Dunas. Así, en septiembre y octubre se registra un paso migratorio y entran más aves al centro. Pero también ahora están pasando milanos reales procedentes del sur. Tejedor señala que como llegan exhaustos, son más vulnerables a cualquier peligro, por ejemplo a intoxicaciones. Detalla que como se ven necesitados de beber, acuden al primer lugar que encuentran, aunque sea una charca con purines y terminen intoxicados.

Los ingresos en la época de cría, sin embargo, se deben mayoritariamente a causas naturales, como la caída de pollos de los nidos.

Todo el trabajo que desarrolla el CRAS en esos momentos punta no sería posible sin el trabajo de una amplia red de voluntarios (tanto veterinarios como estudiantes de Biología, Ambientales, Veterinaria, Forestales, o personas particulares) que aportan su tiempo y conocimientos, a veces sacrificando mucho tiempo.

60 millones de alados muertos al año

En el conjunto de España, los tendidos eléctricos son la principal causa de ingreso de aves en los CRF, ya sea por colisión (31%) como por electrocuciones (8%). Le siguen en importancia la captura ilegal de ejemplares silvestres (17%), los atropellos (8%) la colisión con aerogeneradores (cerca de 4%), así como el envenenamiento y los disparos a especies no cinegéticas (con un 3% cada uno).

Personas particulares, personal del SEPRONA y agentes medioambientales son quienes encuentran a los animales que terminan en los CRF.

En lo que respecta a las especies afectadas, hay registros de 348 diferentes. De entre ellos el 22,66% corresponden a especies incluidas en las categorías de más riesgo de extinción en el Libro Rojo de las Aves de España de SEO-Birdlife.

Tomando como base los datos de todos los centros de recuperación de fauna del país y teniendo en cuenta la población de diferentes especies, su distribución, las tasas de detección de individuos y de desaparición de cadáveres en la naturaleza, la entidad conservacionista ha realizado una aproximación para estimar cuántas aves mueren realmente cada año por causas no naturales. El resultado, según distintos modelos matemáticos, es que la cifra está entre los 25 y los 100 millones de alados. Alrededor de 60 millones, calculan. Y la organización teme que la situación no haga más que empeorar, dado que cada vez hay más tendidos eléctricos, más carreteras y más peligros para las aves.

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