La Salamanca vaciada se nutre de gente que vuelve al pueblo durante el verano

Nada como los veranos en el pueblo para aquellos que tienen la suerte de tenerlo. Nada como volver a las calles que te vieron crecer con la gente que te vio marchar. Y nada como los que aprovechan las vacaciones para conocer la Salamanca más rural y llenar la España Vaciada. Durante los meses de julio y agosto, muchos municipios que sufren la despoblación, consiguen volver a llenar sus calles. Algunos vecinos de las localidades más afectadas por esta lacra, esperan la llegada del verano para ver cómo se llenan las terrazas, cómo se multiplica la juventud y sirve como una tregua ante un movimiento poblacional inevitable.

El INE, a través de un rastreo de los teléfonos móviles, expone por municipios cuántos visitantes recibe la provincia. Se trata de un análisis experimental y con datos orientativos, puesto que la información parte de las operadoras de telefonía móvil y no de la información individual de los dispositivos. Sin embargo, permite hacer una estimación de cómo evolucionan los municipios de Salamanca durante los meses de julio y agosto. Durante el mes de julio los habitantes de estas localidades se preparan para acoger turistas y también a aquellos que un día fueron vecinos.

Además de los municipios que durante todo el año son objeto de turismo como La Alberca, Mogarraz, Ciudad Rodrigo o la propia capital, también las fiestas de los pueblos motivan mucho su visita. Aquellos que aprovechan la vuelta a las raíces la semana de festejos se ven representados en este mapa. Una muestra de este ejemplo es Pelayos que, en el mes de sus fiestas populares, cuadruplicó a los vecinos empadronados: de 72 a 292 visitantes.

Y otros municipios que, a pesar de no contar con el atractivo de las fiestas durante estos meses, también ven cómo sus calles se llenan de gente. Nava de Sotrobal, por ejemplo, pasa de una población empadronada de 160 habitantes según los últimos datos del INE a recibir durante el pasado julio un total de 2156 habitantes. En un mes, el tránsito del municipio respecto a los días invernales donde el flujo poblacional varía menos experimenta un aumento increíble.

El mes de agosto también es clásico en lo que a la vuelta al pueblo se refiere. Muchas localidades de la provincia celebran en esas cuatro semanas sus fiestas patronales que hacen que la plaza mayor de pueblo estalle en júbilo. Y también son muchos los que consideran agosto el mes predilecto para coger las vacaciones de verano. Dos elementos que, combinados, dejan el mapa de la provincia llena de visitantes. Los municipios que experimentan un flujo turístico prácticamente atemporal, también se beneficien de la mayor movilidad durante este mes.

Un ejemplo de cómo se llena la Salamanca rural durante el mes de agosto se puede observar en la localidad de Villaflores. Coincidiendo con sus fiestas en honor a San Agustín, el municipio pasa de sus 260 habitantes empadronados a acoger hasta 1.287 visitantes en un solo mes. Esta localidad multiplica por cinco su densidad población. Aunque no se tienen datos de cuánto tiempo pasan estas personas en el pueblo, según la medición del INE, más de mil personas estuvieron en este municipio salmantino en agosto.

Aldeacipreste es otro ejemplo de cómo se llena por las fiestas patronales. La Virgen de la Asunción y San Roque mueven a 2.800 visitantes en un municipio donde la población no supera los 91 habitantes.

Septiembre implica el fin del verano, el comienzo de las clases, la vuelta al cole y retomar la rutina. Algunas localidades aún resisten al turismo con la celebración de sus fiestas patronales, sin embargo, en términos generales, el tránsito de visitantes en la provincia de Salamanca sufre un importante descenso.

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