La solución al lío con la tarjeta gratuita del bus en Salamanca: la Junta asume que no llegará a tiempo

La inminente entrada en funcionamiento de la tarjeta Buscyl, el método de pago que convertirá en gratuitos los viajes en un centenar de rutas de Salamanca, se ha topado con un problema importante: miles de usuarios todavía no las han recibido. Eso les deja sin opción de beneficiarse de los viajes gratuitos, que son la razón de ser de la tarjeta, y la Junta ha buscado una solución provisional a la que, no obstante, le fallan algunos detalles. Eso sí, supone asumir que las tarjetas no llegarán a tiempo y que, por ahora, se sustituyen por código QR.

La tarjeta roja se convierte desde el 1 de septiembre en el único método de pago posible en los buses que gestiona la Junta y, sin ella, no se puede acceder a la gratuidad. La tarjeta sirve desde esa fecha para todas las rutas de transporte metropolitano y, de manera progresiva, se aplicará para las rutas de transporte interurbano. Funcionará en un centenar de rutas de la provincia: consulta todas las rutas bonificadas.

Todas las peticiones que ya han sido verificadas recibirán un correo electrónico con esta tarjeta digital que permite acceder a los buses de carácter autonómico, validando el código QR en los terminales de algunos de los 2.000 vehículos que ya disponen de él. Los usuarios recibirán el código en su correo electrónico o, en el caso de no haber facilitado una dirección, por un envío postal en formato impreso.

Como sea que más de 35.000 salmantinos ha han solicitado, muchos están pendientes de recibirla en sus casas. En Castilla y León son 150.000 solicitudes, contando también las de los menores de 15 años. Se empezaron a pedir el 1 de julio (1 de junio los menores) y, a estas alturas, se están emitiendo y enviando por correo. Eso supone, admite la Junta, que muchas no van a llegar a tiempo para empezar a usarse.

Sin ellas, los usuarios tendrían que pagar el billete completo ya que las monedero, que albergaban las actuales tarifas ya bonificadas, dejan de tener validez. Y también dejan de poder recargarse; hace días que ya no es posible hacerlo en los terminales de los autobúses porque estos van a ser sustituidos por unos nuevos en los que se han invertido 1,3 millones de euros.

Hoy mismo, la Consejería de Movilidad y Transformación Digital ha estimado que unas 130.000 personas contarán desde el lunes, 1 de septiembre, con el dispositivo Buscyl digital para disfrutar de transporte gratuito en 284 rutas de las áreas metropolitanas de Burgos, León, Salamanca, Segovia y Valladolid y el despliegue de unas 200 de carácter interurbano; hasta ahora se han recibido 190.000 solicitudes, 150.000 de menores de 15 años.

Ante esta situación, se ha decidido prorrogar la vigencia de las actuales tarjetas monedero. Por Resolución de la Dirección General de Transporte y Logística, las tarjetas y tarifas habituales de los títulos de transporte metropolitano podrán seguir utilizándose provisionalmente hasta la implantación de la regla general de gratuidad. Por el momento, la Junta ha admitido que aparcará el envío de tarjetas físicas, dado que el QR digital «es más ágil y la depuración es más rápida».

Así que los usuarios que el día 1 de septiembre no hayan recibido su nueva tarjeta Buscyl podrán seguir usando la que tuvieran por un tiempo indefinido, al menos, hasta que el nuevos sistema esté plenamente operativo. Esto es algo que ya solicitó el PSOE hace unos días a través del procurador salmantino Fernando Pablos. «Se van a poder seguir emitiendo y recargando tarjetas metropolitanas de manera gradual», hasta que la nueva tarjeta quede plenamente consolidada, dice la Junta.

Sin embargo, y mientras las antiguas tarjetas bonobus sigan operativas, sigue fallando la red para recargarlas. «A día de hoy solo hay dos únicos puntos donde se pueda recargar estas tarjetas monedero, y los dos están en la capital salmantina y esto no puede continuar así», ha asegurado Pablos. En base a esto, el parlamentario socialista ha exigido que desde la Junta de Castilla y León se vuelvan a habilitar los puntos habituales de recarga de dicha tarjeta, que se podía recargar en los propios autobúses.

Con todo, la implantación de la tarjeta tiene sus puntos débiles. El único requisito para solicitar esta tarjeta es estar empadronado en un municipio de Castilla y León. Los no empadronados podrán usar la misma tarjeta como monedero para abonar el precio correspondiente a cada viaje.

El PSOE ha alertado de que la desaparición de las tarifas reducidas en el autobús metropolitano perjudica a jóvenes estudiantes de la Universidad de Salamanca que, residiendo en municipios del alfoz de Salamanca no estén empadronados en Castilla y León, no van a poder utilizar el transporte metropolitano de forma gratuita.

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