España y Portugal tratarán la gestión del agua tras los desembalses del Duero

Sobre la base habitual de «mejorar el desarrollo económico y social en el territorio» se desgranan intenciones ya conocidas: movilidad laboral transfronteriza, gestión conjunta de emergencias e incendios, prestación de servicios sociales y sanitarios de manera coordinada y la conectividad territorial se repiten. También la exigencia de una variante de la carretera Braganza-Puebla de Sanabria. Pero también hay cosas nuevas como el proyecto para constituir una Eurorregión al estilo de la que ya comparten Galicia y Norte de Portugal. Y entra con fuerza la gestión del agua.

Lo ocurrido en los desembalses del Duero a final de verano ha evidenciado la necesidad de revisar la gestión conjunta de las aguas internacionales que España y Portugal comparten, más todavía tras verse afectados los embalses entre Salamanca y Zamora. Pasa por actualizar el Acuerdo de Albufeira por el que ambos países se obligan a compartir los recursos hídricos incluso en situación de escasez.

Para la Junta, la revisión del convenio es obligatoria. El consejero de la Presidencia, Jesús Julio Carnero, espera que la cumbre sea «determinante» para la revisión porque «las condiciones climatológicas están cambiando», como demuestra el hecho de que «Castilla y León ha tenido tres grandes sequías en los últimos seis años».

Por ello, aseguró que esa «realidad climatológica está imponiendo esa revisión» por parte de las autoridades competentes, los gobiernos de España y Portugal, que deben «acometer las nuevas condiciones del convenio» en la Cumbre Hispano-Lusa, donde hizo un llamamiento a la responsabilidad «a la hora de valorar que las condiciones, por desgracia, están cambiando, y los periodos de sequía se producen de manera más intensa y en muy poco tiempo».

El tren vuelve a ser el gran olvidado. Las conexiones ferroviarias suelen ser protagonistas de la cumbre, pero siempre lejos de los intereses de Salamanca. Este año se pide dar vuelo a la conexión del AVE por Zamora, como ya se hizo en su día con la conexión por Extremadura. Sin embargo, poco se sabe de la opción de recuperar la conexión Madrid-Lisboa por Salamanca.

El tren nocturno dejó de circular cuando se suspendió la movilidad por el estado de alarma, aunque su futuro ya estaba en entredicho por falta de rentabilidad. Son trenes estrictamente comerciales, es decir, que Renfe tiene que sacarles rendimiento económico, y no es el caso. El tren-hotel no ha regresado y lo tiene complicado: el Gobierno no contempla reactivarlo y sólo un gran interés de Portugal lo podría salvar.