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La presidenta emérita del Tribunal Constitucional, Emilia Casas. Susana Martín / ICAL
Emilia Casas aplaude los incentivos a empresas que asciendan a mujeres en la región

Emilia Casas aplaude los incentivos a empresas que asciendan a mujeres en la región

La presidenta emérita del Tribunal Constitucional saluda igualmente la normativa estatal que persigue la paridad en los puestos ejecutivos de entidades privadas durante un congreso sobre liderazgo femenino y sororidad en la Usal

Miércoles, 15 de marzo 2023, 13:57

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La presidenta emérita del Tribunal Constitucional, Emilia Casas, aplaudió este miércoles los incentivos, de hasta 2.000 euros, a empresas que asciendan a mujeres en Castilla y León, medida anunciada por el presidente de la Junta la pasada semana. «El talento femenino ha estado oculto durante muchos siglos, así que estas iniciativas me parecen muy positivas porque ayudan a la igualdad», manifestó hoy en declaraciones recogidas por Ical antes de impartir la conferencia inaugural en el congreso titulado 'Liderazgo femenino y sororidad: por la ruptura del techo de cristal', celebrado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca.

Sobre la citada medida de la Junta de Castilla y León, la catedrática del Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universidad Complutense de Madrid, interrogada al respecto por los medios de comunicación, incidió en su satisfacción. «Me parece correcto, dentro del juego del mérito y la capacidad. Me parece que las mujeres hemos estado relegadas, teniendo igual mérito y capacidad que los hombres. Por tanto, me parece absolutamente correcto que haya técnicas de promoción», reiteró.

Casas saludó igualmente la normativa estatal que persigue la paridad en los puestos ejecutivos de entidades privadas. «De momento es un proyecto de ley. Hay una directiva europea en la misma línea aprobada tras más de diez años de discusión. Establece una presencia de cualquiera de los dos sexos que no puede ser inferior al 40 por ciento, en el caso e consejeros no ejecutivos, ni del 33 por ciento, en el caso de consejeros ejecutivos y no ejecutivos», explicó.

«A mí me parece una decisión que es correcta, mi crítica era en referencia a los trabajos del proyecto de directiva anterior que a las mujeres solo se les atribuía ese porcentaje para los puestos de consejero no ejecutivo. Me parecía que estábamos hablando de la obra de Simone de Beauvoir 'El segundo sexo'. Y ahora afortunadamente se ha establecido ese 33 por ciento común. Puedo discutir los porcentajes, pero me parece absolutamente correcto porque está demostrado que sin intervención legal esos avances no se producen», añadió.

En términos generales, y sobre el contenido de su conferencia, Emilia Casas, matizó que es cierto que ha havido avances en materia de igualdad, pero también señaló retrocesos. «Las mujeres hemos sido las perdedoras del COVID-19, por ejemplo. También lo fuimos en la crisis del 20'8, pero esa afectó también a sectores masculinizados, como la construcción. Con la pandemia, las mujeres, los jóvenes y los no cualificados hemos sido los mayores perdedores», explicó.

Uno de los temas troncales de su intervención se refirió a la brecha de género que existe en el ámbito laboral y que está lejos de desaparecer. «El Fondo Monetario Internacional había dicho en 2019 que tardaríamos 99,5 años y tras la pandemia subió a 125 años para cerrar las cuatro brechas de género en las que trabaja el FMI en los 119 países que analiza», cifró.

Una brecha que, según incidió, «afecta a todo». «No es solo retributiva, también 'pensionística' porque estamos pagando los años en los que no hemos podido incorporarnos al mercado de trabajo. Luego están la segregación ocupacional, el techo de cristal y el tope en el incremento salarial como consecuencia de la maternidad real o posible, que discrimina a la mujer en edad fértil, se o no madre, por un prejuicio y las cargas que supone», reflexionó.

Entre los principales avances, la presidenta emérita del Tribunal Constitucional se refirió a los derechos de conciliación de la vida familiar y laboral. «Es una categoría de finales del siglo pasado, antes no se conocía. Pero nosotras nos hemos incorporado a un derecho del trabajo masculino, que nace para el varón adulto, sin formación, y ahora es formalmente igual, es decir, no tiene en cuenta la desigualdad real. Y cuando se incorporan técnicas para atender el hecho disruptivo que significa que, virtualmente, la mitad de la población nos incorporemos a trabajar y dejemos un espacio libre en la tarea del hogar, eso se compensa con los derechos de conciliación, pero es muy difícil que los hombres acepten equipararse, y de ahí la feminización de estos derechos, que creo que es una gran asignatura pendiente», resumió.

Además, apuntó a que, de cara al futuro es necesario implementar algunos cambios estructurales para no actuar aún más la brecha. «La realidad va muy deprisa, se van produciendo nuevos acontecimientos. Por ejemplo, la digitalización. La presencia de las mujeres en inteligencia artificial es muy escasa, y es una profesión de futuro. En cualificaciones 'stem' estamos muy por debajo de los varones. Y el cambio ocupacional será muy determinante, así tenemos que coger ese tren necesariamente. Hay dos elementos centrales: uno, la educación en igualdad desde la cuna y, por otro lado, la educación, el conocimiento, es decir, acceso a la formación igual para todos», concluyó.

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