La mejor biblioteca del centro de Salamanca para los universitarios con largas colas y sitios reservados

Son las 8:00 horas de la mañana y ya hay gente esperando -y eso que la biblioteca abre a las 8:30 horas- a las puertas de la céntrica biblioteca de Salamanca Abraham Zacut. Los universitarios encaran la recta final del curso y los exámenes más decisivos están a la vuelta de la esquina. Por ello, las semanas previas se vive una estampida hacia las bibliotecas para tratar de salvar el curso. Decenas de estudiantes aguardan a que se abran las puertas y coger un sitio muy codiciado en el interior.

Pero, ¿qué tiene esta biblioteca para causar este furor entre los alumnos? Al parecer, para los universitarios es de las mejores en el centro de la capital. «Tiene muchos enchufes, aquí tiene buena temperatura y está muy bien ubicada», comenta Alejandro Martín, estudiante del primer curso de Medicina. Unos criterios con los que la mayoría coinciden y eso hace que a primera hora de la mañana y a primera hora de la tarde, se formen largas colas para coger sitio.

«Sobre todo cuando abren la gente espera aquí y la cola llega bastante lejos», comenta este universitario. Pero para ellos, merece la pena esperar para tener una jornada de estudio satisfactoria. Y una vez conseguido el primer objetivo: encontrar sitio en esta codiciada biblioteca, el segundo reto es mantenerlo. Y es que debido a la demanda, en algunas ocasiones, los trabajadores de la biblioteca recogen las pertenencias de los alumnos en el caso de que se ausenten para dejar sitio al siguiente.

Esta manera tan estricta de tener los sitios controlados obliga a los estudiantes que abandonan momentáneamente su puesto a dejar una nota para evitar que a la vuelta esté ocupado por otra persona. «Nosotros cuando nos vamos a comer dejamos ahí todo para que no nos lo quiten», explica Ramón Herraez, estudiante de tercero de derecho. Y si detienes el estudio para ir al baño, o para bajar a airearte, es conveniente dejar una nota. «Si salimos dejamos un post it para que no nos lo recojan», aseguran.

Un mes de máximo tránsito entre la convocatoria ordinaria y extraordinaria para que, las próximas semanas, pasen de guardar su sitio en la biblioteca para hacerlo en la playa con un merecido descanso.

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