A la cárcel por intentar matar al inquilino moroso de sus padres

Los hechos ocurrieron en noviembre de 2019 cuando el ahora condenado, Luciano, acudió al vertedero de Villarrobledo donde trabajaba Laureano, el inquilino, para hablar con él ya que no pagaba el alquiler a sus padres. La expareja de Laureano había contado a Luciano que el piso ya no estaba habitado por lo que pidió a la víctima rescindir el contrato de arrendamiento y sacar sus enseres personales de la vivienda. Ambos acordaron volver a hablar más tarde cuando Laureano, que actualmente tiene 26 años, finalizara su jornada laboral.

Varias horas después volvieron a encontrarse y fue cuando Luciano sorprendió al inquilino por la espalda clavándole un cuchillo en el cuello cuya hoja le quedó incrustada al romperse el mango. El agresor huyó y el apuñalado logró desplazarse hasta una gasolinera cercana donde pidió ayuda. Laureano fue trasladado en una ambulancia al Hospital de Villarrobledo y después en un helicóptero medicalizado al Hospital General de Albacete ante la gravedad de su estado para ser intervenido quirúrgicamente.

Como consecuencia de esta agresión, Laureano tardó dos meses en reponerse y, según la sentencia, sufrió secuelas: perjuicio estético por los 13 puntos de sutura que recibió y trastorno de estrés postraumático leve. El agresor fue condenado por un delito de asesinato en grado de tentativa a diez años de prisión, inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena y la prohibición de aproximarse a Laureano a una distancia inferior a 500 metros y a comunicarse con él por un período de catorce años.

Además, se le impuso el pago de una indemnización a su víctima de 32.500 euros y al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) de 14.500 euros por la atención sanitaria dispensada a Laureano. La condena fue inferior a la que solicitaban la fiscalía y la acusación particular, que pedían para el proceso entre 12 y 15 años de cárcel y el pago de una indemnización al agredido de unos 90.000 euros por los daños físicos y morales sufridos. Por su parte, la defensa solicitó la libre absolución y, en caso de ser declarado culpable, como ocurrió, una pena de tres años de cárcel por homicidio en grado de tentativa. Luciano, que se encuentra preso desde noviembre de 2019, recurrió esta sentencia pero casi un año y medio después ha sido confirmada por el Tribunal Supremo.