Secciones
Servicios
Destacamos
J.M.L.
Guadalajara
Sábado, 4 de noviembre 2023, 12:07
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
La Audiencia Provincial de Guadalajara ha condenado a un hombre a 20 años de cárcel por haber matado a puñaladas a su esposa. Los hechos ocurrieron el 29 de mayo de 2021 en el domicilio que ambos compartían en Alovera (Guadalajara).
El ahora condenado, Álvaro Martín de la Cruz, español de 54 años, acabó con la vida de Nicoleta Clara, de origen rumano y 41 años de edad cuando ocurrieron los hechos, asestándole diez puñaladas con dos cuchillos de cocina. Fue el propio agresor el que telefoneó al servicio de emergencias del 112 para contar lo ocurrido después de haber llamado a su hermana y a un sobrino.
No constaba sobre él denuncia alguna de la víctima por violencia de género. Sin embargo, la relación de la pareja se había deteriorado tiempo atrás. Según su testimonio, discutieron por una camiseta y la mujer le reprochó que cuidaba mal de sus perros. La disputa fue a más y, según Álvaro, Nicoleta se dirigió a la cocina de donde cogió dos cuchillos iniciándose entonces un forcejeo entre los dos que acabó trágicamente. No obstante, los agentes de la Guardia Civil y los forenses encargados de la autopsia desmontaron durante el juicio la versión del hombre ya que, según afirmaron, la mujer no presentaba heridas propias de haberse defendido, por lo que fue apuñalada por sorpresa.
En el juicio también ha quedado al descubierto la personalidad de Álvaro. Según varios testigos, era controlador y muy celoso con Nicoleta. De hecho, la mujer pidió en varias ocasiones a familiares y vecinos que le cambiaran el PIN de acceso a su teléfono móvil porque su pareja leía todas sus conversaciones por WhatsApp. Además, le prohibía ir maquillada al trabajo, le marcaba la ropa que debía ponerse y en público llegó a llamarla «inútil» y a decir que «de la cárcel se sale pero del cementerio no». Durante el juicio se demostró, asimismo, que Nicoleta tenía intención de divorciarse de él, lo que hubiera supuesto todo un problema para Álvaro ya que sólo trabajaba ella y el piso estaba a nombre de la mujer.
El ahora condenado pidió «perdón de corazón» durante el juicio y aseguró que «mi mayor condena no es la cárcel sino lo que voy a llevar por dentro». Veinte años de prisión por asesinato con alevosía y agravante de parentesco es el tiempo de condena establecido en la sentencia, cinco menos de los que pedían la fiscalía y la acusación particular. Por su parte, la defensa había solicitado una pena máxima de 17 años y medio de cárcel por un delito de homicidio. También deberá indemnizar con 94.000 euros a sus suegros y con 17.000 a cada uno de los hermanos de la víctima.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.