El aserpiado, la técnica utilizada en los viñedos de altura de Ribera del Duero

«Estamos haciendo el aserpiado para evitar la escorrentía del agua y, dado el cambio climático que estamos viviendo, también para ayudar a retener y absorber la mayor cantidad posible de agua para la planta», detallan César Peribáñez y Blanca Barriuso, mientras realizan esas labores en sus viñedos situados en la sierra de Fuentenebro.

Unos trabajos que recoge en imágenes el viticultor, Nacho Rincón. Con ayuda de su drone visualiza con detalle esta singular técnica. «Estas pequeñas cubetas que va formando la máquina de aserpiado, lo que intentan es captar el máximo de agua posible, aprovechar esa agua y evitar la escorrentía, ante las impresionantes pendientes», explica Rincón.

La máquina de aserpiado realiza sus labores en toda la parcela en un proceso en el que se va cuidando también el nivel de profundidad de las tareas. «Como veis, hay cuatro palas que van haciendo sus montones. Una va formando un montón, a la vez que otra va entrando para formar el siguiente montón», desvela Péribáñez. Además, incide en que se aprovechan el proceso para, de forma simultánea, ir abonando y aportando materia orgánica a la viña.

La precisión de los trabajos, según recoge Nacho Rincón en sus imágenes, hace que se complementen perfectamente con las labores de poda de la vid. «Cuando podan, van tirando los palos de dos líneos a la calle central. La calle donde se deja el palo en medio es la que van a triturar y van a hacer el aserpiado. La siguiente, libre de palos, va con cubierta vegetal, mientras que la siguiente otra vez triturado de palos y aserpiado. Así durante toda la parcela», especifica. Unas labores que han llegado para quedarse a la Ribera del Duero, especialmente en las parcelas con desnivel y altitud.