Un total de 167.936 millones de dólares, unos 155.726 millones de euros al cambio actual, o lo que es lo mismo el 2,43% de la financiación total mundial que han recibido empresas relacionadas con el sector de los combustibles fósiles desde que se firmó el Acuerdo de París en 2015. Esta es la cifra que los tres grandes bancos españoles (Banco Santander, BBVA y Caixabank) han dado de financiación en el periodo 2016-2022.
Según la investigación, construida con datos obtenidos de los acuerdos publicados por las compañías y complementados con información de Bloomberg y Refinitiv, las industrias del petróleo, del carbón y del gas han recibido casi 7 billones de dólares -formato europeo-, concretamente 6.896.155.622.166 (6.394.770.627.656 millones de euros). «Los inversores de combustibles fósiles continúan encendiendo la llama de la crisis climática», señala Tom BK Goldtooth, director ejecutivo de la Red Ambiental Indígena y coautor del estudio. Una cifra muy superior al dinero recaudado por la Naciones Unidas para ayudar a los países vulnerables a hacer frente al cambio climático, que apenas llega a los 10.000 millones de dólares, poco más de 9.500 millones de euros.
A finales de 2015, las casi 200 partes presentes en la COP21 de París llegaron a un acuerdo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero con el objetivo de mantener por debajo de los 1,5 grados la temperatura media mundial con respecto a la era preindustrial. Desde entonces, el montante anual total ha caído un 26,26% de los 891.000 millones de dólares de 2016 a los 705.000 millones entregados el año pasado. Sin embargo, la financiación con sello español ha crecido un 34%.
Aunque a pesar de este crecimiento, las entidades españolas están lejos de los grandes financiadores que están liderados por las firmas estadounidenses que contribuyen con 211.500 millones, el 30% del total, según la 15ª edición de esta investigación. Un flujo de dinero liderado por JP Morgan Chase con 40.800 millones de dólares a empresas de combustibles fósiles en 2023, mientras que Bank of America quedó en tercer lugar. El segundo mayor financista mundial de combustibles fósiles fue el banco japonés Mizuho, que aportó 37.100 millones de dólares.
El cuarto mayor financiador de la industria fósil es el primer banco europeo. Barclays, con sede en Londres, fue el mayor financiador de combustibles fósiles de Europa, con 24.200 millones de dólares, seguido por el Santander de España con 14.500 millones de dólares y el Deutsche Bank de Alemania con 13.400 millones de dólares. Según el informe, los bancos del Viejo Continente apenas suponen una cuarta parte de la financiación total de los combustibles fósiles en 2023.
Dólares para el gas
La investigación de Banking on Climate Chaos sigue la pista del dinero a la industria fósil, aunque advierten que «no es fácil», señalan. «A menudo, los préstamos sindicados, las emisiones de bonos y los acuerdos de suscripción involucran a varias entidades financieras con distintos niveles de exposición», denuncian. Y advierten que «muchas veces la financiación de nuevos pozos petroleros no se puede distinguir de proyectos de tecnología de transición».
A pesar de ello, el informe destaca que el sector más favorecido es el del GNL, el gas fósil licuado. En 2023, las empresas del sector recibieron 121.000 millones de dólares de los bancos analizados, una cifra ligeramente superior a los 116.000 millones de 2022. «Es alarmante porque se está vendiendo como un combustible limpio, es un combustible fósil y estudios recientes han comprobado que tiene un mayor impacto en el clima de lo que se pensaba», denuncia Ecologistas en Acción en un comunicado remitido a la prensa tras la publicación de esta investigación.
Según los ecologistas, el GNL está formado en un 95% por metano (CH4), además de contener proporciones menores de etano, propano, butano, nitrógeno y dióxido de carbono. El gas metano es un potente gas de efecto invernadero, responsable de aproximadamente el 30% del aumento global de las temperaturas. «Es un potente gas de efecto invernadero hasta 86 veces más dañino que el dióxido de carbono, en base a un periodo de 20 años», apunta la investigación.
«El Banco Santander es el tercer banco a nivel mundial que más está financiando el sector del GNL, con un total de 6.821 millones de dólares en 2023 (18.588 millones desde 2016)», señala Ecologistas en Acción. «Estamos totalmente comprometidos con el apoyo a la transición hacia las cero emisiones netas de carbono para 2050 y hemos establecido objetivos de reducción de emisiones para 2030 en una serie de sectores emisores dentro de nuestra cartera de préstamos, incluyendo la generación de energía eléctrica, el carbón térmico y la energía (petróleo y gas), entre otros. Todas las decisiones de financiación se rigen por un estricto marco político aprobado por nuestro Consejo de Administración», responden fuentes del Banco Santander.
En el caso del BBVA, su equipo de comunicación responde que «trabajan en acompañar a nuestros clientes y a la sociedad en su conjunto en la transición a una economía baja en emisiones de carbono». Y aseguran que «no financian directamente nuevos proyectos de exploración, perforación y extracción de petróleo y gas». Por el momento, Caixabank no ha respondido a las cuestiones planteadas por este periódico.
«Los bancos siguen dando prioridad a los objetivos de emisiones netas cero, aunque las primeras investigaciones sugieren que estos objetivos, al igual que otras políticas bancarias, dejan resquicios para seguir financiando los combustibles fósiles», denuncian los autores de la investigación.
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.