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Imagen de archivo en un episodio de contaminación en Barcelona. EFE
La calidad del aire mejora en España, pero lejos de los nuevos límites comunitarios

La calidad del aire mejora en España, pero lejos de los nuevos límites comunitarios

Dos tercios de la población española respiró aire contaminado bajo los umbrales actualizados de la Unión Europea

Miércoles, 19 de junio 2024, 12:39

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España aprueba en materia de calidad del aire. Es una realidad, aunque con un gran pero. España cumple con la actual legislación, pero ninguna estación de medición de la península ibérica cumple con los estándares saludables marcados por la Organización Mundial de la Salud. Y si se establece como límite la nueva actualización comunitaria, dos tercios de la población, o lo que es lo mismo 32,6 millones de personas, respiraron «con más contaminación de la que se permitirá en la Unión Europea», asegura Ecologistas en Acción en su informe 'La calidad del aire en el Estado español durante 2023.

Tras dos décadas sin actualizar estos umbrales, la Comisión Europea los ha revisado y serán de obligado cumplimiento en 2030. El nuevo límite de las PM2,5 pasa de los 20 microgramos por metro cúbico a 10). Las PM10 de 40 a 20, el ozono (O3) se mantiene sin cambios y el dióxido de nitrógeno (NO2) baja hasta los 20 microgramos desde los 40 pautados.

A pesar de estar lejos de los límites legales, la calidad del aire en España ha mejorado y se explica «en que hemos consumido menos combustibles fósiles y que la mitad de la energía consumida en España tiene origen renovable», detalla Miguel Ángel Ceballos, coordinador del informe.

Sin embargo, muchas zonas, «aún con los límites actuales» -advierten los responsables de la investigación-, superan los umbrales legales de estos contaminantes. En concreto, 2,9 millones de personas respiraron aire contaminado «con estos límites obsoletos», recuerda Ceballos. «No podemos ser complacientes, tenemos mucho trabajo por delante de cara a 2030», advierte Juan Bárcena, responsable de calidad del aire de Ecologistas en Acción.

Un año más, la principal fuente de contaminación es el tráfico motorizado. A esa problemática se le suma el ozono. «Es el contaminante que presenta una mayor extensión y afección, y el más ligado al cambio climático», señala el informe. «Pero este no lo provoca, lo agrava», aclara Ceballos.

ZBE «de risa»

«No hay que olvidar que el principal emisor de partículas contaminantes es la actividad humana», recalca el coordinador del informe. Para ello, recuerdan los portavoces de Ecologistas en Acción, se pusieron en marcha varias medidas entre las que se encuentran las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). «El objetivo de estas era reducir los contaminantes en las ciudades y limitar la emisión de gases de efecto invernadero», añade Carmen Duce, coordinadora en la organización ecologista.

Unas áreas, obligatorias para municipios con más de 50.000 habitantes, entraron en vigor a principios de 2023 y «aún hay muchos que ni siquiera han presentado sus planes», denuncia Duce. «Y de las que hay, muchas son de risa», apostilla Ceballos. «Las administraciones no se están tomando este tema en serio».

Un problema de salud

Los responsables de Ecologistas en Acción defienden que la única manera de solucionar el problema de la contaminación es a través de medidas que reduzcan el tráfico motorizado. «Tenemos una legislación obsoleta y si no nos ponemos ya nos pasará como en los últimos años con incumplimientos anuales de la normativa vigente», relata Bárcena.

Según la Agencia Europea del Medioambiente (AEMA), la contaminación atmosférica es uno de los riesgos significativos para la salud de los habitantes en el Viejo Continente, «causando enfermedades crónicas y muertes prematuras». Las últimas estimaciones de este organismo comunitario, al menos 238.000 personas fallecieron de forma prematura en la UE debido a la exposición de partículas PM2.5. Además, la contaminación por dióxido de nitrógeno (NO2) causó casi 50.000 muertes prematuras y el ozono, 24.000.

«Necesitamos más planes de actuación para episodios a corto plazo y para la eliminación de la contaminación estructural», recalca Bárcena. «Pero de verdad, no valen SMS de avisos a gente que se ha apuntado», apostilla.

La caída de la contaminación en 2023 no debe hacernos olvidar que estamos lejos de una situación sanitaria aceptable con arreglo a las directrices de la OMS, concluye Ecologistas en Acción en su informe. «Tenemos mucho trabajo por delante», advierte Ceballos.

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