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Científicos de la Universidad Estatal de Mato Grosso identifican indicios de cambio climático en la frontera entre la Amazonia y el Cerrado. reuters
2022: un año de emergencia climática real

2022: un año de emergencia climática real

acción por el clima ·

Cierra uno de los ejercicios más calurosos de toda la historia

Viernes, 30 de diciembre 2022, 07:04

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Punto final, 2022 echa el cierre, en España, como el año más cálido desde 1915 y supera por primera vez los 15ºC de temperatura media. Una anomalía histórica que tiene su reflejo a nivel mundial como uno de los ejercicios más calurosos. Sin embargo, estas irregularidades cada vez son más frecuentes últimamente que se reflejan titulares como «récord de temperaturas», «el verano más caluroso de la historia» o «el otoño más seco desde que hay registros».

Alertas que este año se han leído en los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) tras la sexta evaluación de los distintos grupos de trabajo que componen este panel. «Se requieren medidas urgentes», avisaban en la primera publicación en el mes de febrero. Tras este informe llegaron otros dos pero bajo la misma premisa: mantener a raya la temperatura media del planeta.

El límite del 1,5ºC fijado por el Acuerdo de París cada vez está más cerca y en algunas zonas ya se ha superado. «La media del calentamiento es de 1,1ºC», avanzaba en el texto del IPCC Jofre Carnicer, miembro del departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la Universidad de Barcelona. «Pero es que en el Mediterráneo ya ha subido 1,5ºC», añadía. «Si no abordamos medidas de mitigación alcanzaremos límites que no podremos revertir».

Advertencias que llegaron en los primeros meses del año justo cuando los primeros efectos del cambio climático dejaban su sello en todo el planeta:

Ola de calor en la Antártida

A mediados marzo, los termómetros de la Antártida se dispararon por culpa de una ola de calor tropical que provocó que varias estaciones en la Antártida midieran temperaturas 40ºC superiores a las habituales mientras que en el Ártico, la anomalía térmica fue de 30ºC por encima de la media.

Temperaturas que, especialmente en el Ártico, han sido habituales en los últimos años, pero no en la Antártida. Un «río atmosférico», así lo denominaron los meteorólogos, llevó la lluvia a partes de la Antártida Oriental y subió el mercurio a los -12,2ºC, 40ºC por encima de los normal, en la estación Concordia. El mismo día, las temperaturas alcanzaron los 0ºC en la estación Vostok superando su récord histórico en 65 años de mediciones.

Estas olas no sólo dejaron su huella en los registros históricos, sino que también aceleraron el deshielo en la superficie polar.

Este 2022, la Oficina Australiana de Meteorología certificó que, por primera vez en la historia, un bloque de hielo en la Antártida oriental se separó del bloque continental. Con 1.200 kilómetros cuadrados de extensión, diez veces la ciudad de Bilbao y Sevilla.

Ola de calor en la India

43,7ºC, 43,8ºC y 44ºC. Estos son los registros de temperaturas extremas que registró India durante el mes de marzo, una escalada que llegó a tocar los 47ºC en el mes de mayo. «Se trata de una ola de calor con temperaturas superiores a los 47 grados, especialmente en el oeste de India y este de Pakistán. Las temperaturas nocturnas también han sido muy altas, superando los 30 grados en las mismas zonas», explica el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo.

La temperatura media de marzo y abril en esa zona fue la más alta en 122 años, según el Departamento Meteorológico de India, y dejó tras de sí daños que afectan a unos 1.000 millones de personas por impactos en la salud humana o en cultivos y animales domésticos.

Ola temprana

En 47 años solo ha habido tres olas de calor en un mes de junio y desde este ejercicio cuenta con una más. «La ola de calor registrada en la Península y Baleares entre los días 11 y 18 del mes es la de ocurrencia más temprana de la serie, igualando registros con la ocurrida el 11 de junio de 1981», apuntó la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Sin embargo, sí fue más intensa y duradera.

Se trata de la segunda ola de calor iniciada en junio más duradera desde 1975, sólo superada por la del 27 de junio al 26 de julio de 2015. No fue un caso aislado, sino que la temperatura media mundial de junio fue 0,32ºC más alta que la media de 1991-2020, lo que lo convierte en el tercer junio más cálido registrado.

En España, los registros superaron los 2ºC de media hasta los 21,8ºC cerrando el mes como el cuarto más cálido del siglo XXI, por detrás de los meses de junio de 2017, 2003 y 2005.

Inundaciones en Pakistán

Más de 1.500 personas muertas y más de 33 millones de personas afectadas por culpa de más de 20 días de lluvias torrenciales en Pakistán. Este es el balance humanitario al que hay que sumar casas arrasadas, puentes anegados, colegios inundados y cosechas destrozadas.

En menos de un mes, Pakistán quedó anegada. «Al menos un tercio del país está bajo las aguas», aseguró a finales del mes de agosto el ministro de cambio climático del país. A pesar del trabajo de asistencia humanitaria, la ONU calcula que la inversión que se necesita para cubrir las necesidades de este desastre natural supera los 160 millones de euros, cifra que el ejecutivo de Islamabad eleva.

Verano 'asfixiante'

Las mediciones de los satélites comunitarios han recopilado datos desde los años 50 del S.XX, aunque hay registros desde 1880 bajo otros sistemas y la conclusión es contundente: «no hay registro similar». La temperatura media en Europa fue de unos 1,34 grados Celsius por encima de la media del periodo comprendido entre 1991 y 2020. «Europa ha sufrido el verano más caluroso desde al menos 1880», certificaron los investigadores de Copernicus en el mes de septiembre.

Sin embargo, esta anomalía no es una excepción. Las altas temperaturas en los veranos meteorológicos europeos (junio-agosto) son una constante en los últimos ejercicios. No hay que mirar muy lejos en los datos para encontrar el anterior récord: 2021. Al último estío hay que sumarle los de 2010 y 2018, los siguientes más calurosos. Ahora, estos datos quedan superados por los de 2022 al superarlos en cerca de 0,4 grados.

Por su parte, la península ibérica, Baleares y Canarias también han sufrido el verano más caluroso desde que hay registros, en este caso desde 1961. El anterior récord databa desde 2003 cuando la anomalía térmica anotada fue de 1,8 C de media, ahora ha sido 2,2ºC, es decir 0,4ºC más.

En la península, la temperatura media ha sido de 24,7ºC, lo que supone una diferencia de 2ºC en comparación con el periodo de referencia (1980-2010). «Se ha tratado del segundo mes de agosto más cálido desde el comienzo de la serie en 1961, y por tanto, también del siglo XXI, por detrás tan solo de agosto de 2003», destaca la Aemet.

Un verano meteorológico fuera de lo común que dejó la primera ola de calor oficial el 12 de junio, ahí comenzó un contador que se ha parado en 42 días. Estas son las jornadas bajo olas de calor «oficialmente».

Grandes incendios

Mes a mes, España ha ido encadenando fenómenos climáticos adversos en una escalada de récords difícil de superar, lo que pone de manifiesto que la emergencia climática se muestra como una catástrofe, tal y como lo demuestran las casi 306.000 hectáreas de territorio calcinadas este año por los fuegos, el peor en 15 años. Un verano también dramático en el resto del continente.

 

Sequía en Europa

El verano de 2022 en el Viejo Continente se resume en altas temperaturas, olas de calor extremas y ausencia de precipitaciones. La falta de precipitaciones en algunos puntos del Viejo Continente ha dejado las reservas de agua al mínimo. Al sureste de Inglaterra, los registros hidrológicos no captan lluvia desde hace 150 días, según el Centro de Ecología e Hidrología del Reino Unido. «El final de la primavera y el principio del verano de 2022 se han caracterizado por unas condiciones anticiclónicas anómalas sobre la mayor parte de Europa occidental y central», informaba el boletín del Observatorio Europeo de la Sequía el pasado periodo estival.

España registró de media 8,6 mm de precipitaciones en julio, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Francia, 9,7 milímetros de lluvia; y Reino Unido 23,1 mm. «La cifra más baja para el mes desde 1935 y el séptimo total de julio más bajo registrado», según la Oficina Meteorológica del Reino Unido. «Es algo excepcional», advierte Garrido. «Aunque, nos vamos a tener que ir acostumbrando a la periodicidad de estos fenómenos», apostilla.

Las predicciones para 2050 del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC) se están comenzando a hacer realidad casi tres décadas antes. Los informes e investigaciones científicas señalan a un paulatino aumento de las temperaturas y a un descenso de las precipitaciones.

Con solo un aumento de 1,5 grados de la temperatura del planeta se incrementarán fenómenos extremos como fuertes tormentas, graves olas de calor, sequías más prolongadas o precipitaciones torrenciales.

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