«Si esta COP falla, perdemos todos»

Lo cierto es que pocas cumbres del clima han llegado a tiempo, sobre todo, por la particularidad de estas reuniones de alcanzar un acuerdo siempre por consenso. Pero, el ánimo en este periodo de sesiones es cada vez más pesimista, pero «continuamos las discusiones», revela Timmermans. «Si esta COP falla, perdemos todos y tenemos mucho que perder», añade.

Las negociaciones continúan encalladas en la definición de pérdidas y daños y quién ha de pagar los efectos del cambio climático en los países menos desarrollados. «Estamos aquí para tender puentes y conseguir una solución consensuada», asegura Timmermans.

Sin embargo, el punto de conflicto se encuentra en los financiadores de estas herramientas. «Se pone el foco en los países nombrados en 1992 como responsables de las emisiones, pero la economía ha cambiado», advierte Timmermans. Un mensaje que tiene dos destinatarios: China e India.

En una conferencia ante los medios, el representante de China para el clima, Xie Zhenhua, explicó que Pekín ya había realizado varias transferencias a fondos para ayudar a los países más impactados por el cambio climático, pero «no tenía obligación de hacer más».

Desde 1992, el grupo de financiadores de fondos de adaptación y mitigación del cambio climático no ha cambiado. «Debería ser más amplio, 2022 no es 1992», asegura Timmermans. La Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro (Brasil) señaló en su Anexo II a una veintena de «naciones ricas» entre los que se encontraban los miembros de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Australia, Noruega, Japón y Reino Unido. Todos ellos, en aquella época, eran responsables de casi la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero.

«El mundo ha cambiado y es más complejo», asegura el jefe de política climática de la Unión Europea. China e India son ahora economías desarrolladas, «¿por qué no deberían ser corresponsables de financiar pérdidas y daños?», se pregunta Timmermans en referencia al gobierno de Pekín.

Los pagadores no son el único escollo, también la forma en la que llega el dinero a los más desfavorecidos. Estados Unidos y la Unión Europea defienden las numerosas herramientas para esta financiación, mientras que el G77 pide un nuevo fondo que se ponga en marcha ya. «Eso conlleva tiempo y el dinero lo necesitan ya», responde Timmermans. «Tenemos herramientas existentes para hacerlo inmediatamente», apostilla

En palabras de Bruselas, estos instrumentos van desde el alivio de la deuda hasta un impuesto extraordinario sobre las ganancias del petróleo y el gas. El pasado miércoles, el propio Timmermans anunció que la Unión Europea había asignado 60 millones de euros para "pérdidas y daños" de su programa Global Gateway.

Además, dentro de estos anuncios, la UE sí ha cambiado su posición en los últimos días: «No estamos en contra de un nuevo fondo». Una giro de 180 grados que deja sola en este sentido a Estados Unidos que evita pronunciarse sobre este aspecto. No obstante, Bruselas, en boca de Timmermans, recalca «llevará más tiempo y se tiene que hacer con la situación de 2022».