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Estos muebles han sacado del mar 120 toneladas de redes abandonadas

Estos muebles han sacado del mar 120 toneladas de redes abandonadas

La empresa 'The gravity wave', pionera en fabricar mobiliario de estos residuos peligrosos

A. Herranz

Miércoles, 23 de noviembre 2022

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Cada año, unos 12,7 millones de toneladas de plástico acaban en los mares, por lo que el 88% de la superficie marina tiene algún resto de este residuo. De esta cantidad, el 40% proviene de las redes de pesca, realizadas con poliestireno. Un material que no es fácil de reciclar y que, en el caso de las redes de pesca defectuosas, no tienen una segunda vida. Ahora, la empresa The Gravity Wave se encarga de recogerlas, principalmente en el Mediterráneo, en colaboración con los propios pescadores y con empresas que les ayudan a realizar esta labor para darles un nuevo uso en el mercado.

The Gravity Wave es una compañía de impacto social de economía circular y concienciación medioambiental que nace con la misión de lograr unos mares y océanos libres de plástico.

Aunque en un principio se plantearon hacer fundas de móviles, los propios fundadores de la compañía se percataron de que la solución era «ineficiente para acabar con la contaminación», por lo que decidieron girar hacia un modelo de negocio más orientado de empresa a empresa (B2B). «A través de alianzas con empresas financiamos la recogida de plástico del mar», explica la directora de comunicación y marketing, Verónica Gutiérrez.

Una recogida que se efectúa en colaboración con más de 4.000 pescadores quienes, al salir a faenar, recogen redes de pesca abandonadas en el mar para entregarlas a The Gravity Wave, quien remunera esta recogida. Además, en hasta 50 puertos de España (entre el Mediterráneo y el Cantábrico) y en otros 40 más repartidos por todo el Mediterráneo se pueden localizar contenedores especiales en los que depositar estos desechos de los enseres de la pesca para su tratamiento y recuperación.

Difícil de reciclar

«La fisonomía de la red de pesca es muy compleja, especialmente a la hora de poder reciclarla. También supone una trampa mortal para todas las especies marinas, de ahí que también sea muy importante su recogida de los mares», explica Verónica Gutiérrez.

Sobre el resto del plástico no procedente de redes de pesca que puedan recoger los pescadores, Gutiérrez explica que acaban en otro tipo de contenedores, puesto que ellos se han especializado únicamente en dar una segunda vida útil a las redes de pesca.

The Gravity Wave ha implementado en España un sistema de gestión de redes para que cuando ya lleguen a su tope de vida útil se puedan transformar y utilizarlas como muebles u otros productos. Pero, tal y como aclara Gutiérrez, suelen ser fabricados a medida y, por tanto, al alcance de empresas, organismos e instituciones.

«Ahora mismo estamos trabajando en un catálogo basado en ecodiseño, de modo que no solamente sean muebles hechos con materiales reciclados sino también que sean reciclables y que tengan una larga durabilidad», detalla esta responsable, alegando que el plástico se degrada muy difícilmente, por lo que el objetivo es «darle pues la mayor vida posible».

Aunque asegura que «nos encantaría llegar a todos los hogares porque, de hecho, nuestro lema es amueblar el futuro, por el momento estamos enfocando en pedidos que nos hacen empresas y entidades».

Muebles para hospitales

Aunque no siempre coincide, esta responsable señala que, en muchas ocasiones, las empresas que compran estos muebles realizados con el plástico reciclado de las redes de pesca son las mismas que colaboran activamente en la recolección y tratamiento de estos plásticos en el mar. Una de estas empresas, en concreto, fue la responsable de que se limpiaran 14,5 toneladas de residuos y posteriormente donó a hospitales la compra del mobiliario fabricado con este plástico. «Las empresas sobre todo buscan no solo elevar su impacto medioambiental sino también ver la parte más social, de qué manera pueden ayudar a la sociedad y cerrar el círculo, aportando valor en cada paso que dan», asegura.

En este punto, la directora de marketing y comunicación asegura que, a la hora de firmar colaboraciones con empresas, se vigila que sean organizaciones «realmente comprometidas y que no quieran hacer lo que se conoce como «greenwashing», un lavado de cara medioambiental»

¿Cómo se decide la localización de estos puntos de recogida en los puertos? ¿Por concentración de residuos plásticos en la zona de influencia o por una buena predisposición de las cofradías pesqueras? Gutiérrez asegura que este último punto pesa bastante, dado que la flota pesquera debe tener una buena actitud a la hora de involucrarse en la misión de la recogida de estos residuos. «Antes no había ningún sistema de recogida y recuperación de este material y, sin embargo, es una necesidad de todo el Mediterráneo y el Atlántico, porque hay muchos países que no cuentan con un sistema de gestión», asegura.

Pescadores predispuestos

Eso sí, asegura que en términos generales la predisposición de estos agentes es muy buena para participar activamente en esta misión. «Sobre todo les gusta que podamos darle una segunda vida a esas redes de pesca que ya no sirven», subraya. «Tenemos más de 4.000 pescadores colaboradores, cada vez son más y es genial poder contar con ellos».

El proyecto lleva apenas dos años en marcha y, desde entonces, se han recogido ya, según datos de la organización 120.000 kilos de plástico. Para los próximos años el objetivo es llegar a recoger más de un millón de kilos de redes de pesca de plástico del mar. También contemplan la expansión a otros a otros puertos y trabajar con otros clientes que nosotros sean de España sino también de Europa o internacionales.

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