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Un mundo envuelto en plástico

Un mundo envuelto en plástico

ODS 12 | Ningún rincón del planeta escapa a este contaminante. ·

Naciones Unidas reanudará este año las conversaciones para cerrar un tratado global sobre este material

Domingo, 21 de enero 2024, 00:15

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Hace casi una década, Patricia Reina y Fernando Gómez, ambos ecologistas y autores del libro 'Vivir sin plástico', decidieron que este material altamente contaminante tenía que dejar de formar parte de sus vidas. «Se necesita esfuerzo, pero se puede hacer», asegura Reina en conversación telefónica con este diario. «No se trata de demonizar estos productos, pero nos gusta el planeta en el que vivimos y lo queremos cuidar», añade.

Pese a las buenas intenciones, hacer desaparecer el plástico no es una tarea fácil. Es un material que siempre está presente. En el hogar, el supermercado, en el trabajo, en la calle, la guardería y hasta en la farmacia. Desde los móviles hasta los asientos del autobús o la ropa deportiva que se usa en el gimnasio. El plástico y sus derivados son fijos en nuestro día a día. El año pasado se produjeron un total de 403 millones de toneladas en todo el planeta. La mayoría de los que se utilizan en la actualidad son vírgenes o primarios, fabricados de petróleo crudo o gas. Sólo el 9% de la producción, alrededor de 35,5 millones de toneladas, provino del reciclaje, según los datos que maneja la patronal comunitaria Plastics Europe. Si se añade a la fabricación anual el material elaborado a partir de biomasa y de la captura de CO2 la cifra alcanza el 10%. «De cara a los próximos años, se espera que el crecimiento de los plásticos circulares continúe aumentando a un ritmo todavía más acelerado», avanza Alicia Martín, directora general de Plastics Europe en Iberia.

El plástico se utiliza principalmente para la fabricación de envases y embalajes. Le sigue su uso en la construcción, la industria de la automoción y la ropa. Hasta un 30% del total que se produce en el planeta es plástico de un solo uso. Y este es, según alerta Miquel Roset, director de la ONG Retorna, «el gran problema». «No se trata de crucificar estos productos, lo que ocurre es que no hemos sabido qué hacer cuando se convierten en residuos», lamenta Patricia Reina.

Coto a las bolsas

Más de un centenar de países prohíben total o parcialmente las bolsas de plástico de un solo uso. Entre los años 2010 y 2019, el número de políticas públicas destinadas a eliminarlas gradualmente se triplicó. Y los resultados han sido satisfactorios, pero no es suficiente.

Según los informes elaborados por Naciones Unidas (ONU), desde la aparición de este material a mediados del siglo XX alrededor de 7.000 millones de toneladas de plástico se han convertido en residuos. Pero en 2020, revela la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sólo 33,8 de las 360 millones de toneladas generadas se destinaron al reciclaje, 81 millones –el 22,5%– acabaron contaminando el entorno.

El plástico en cifras

403 millones de toneladas

de plástico se producen al año, según la OCDE

1.800 camiones

llenos de plástico se lanzan al mar al día

8.849 metros de altura

es el techo del mundo y lugar en el que se ha encontrado plástico

Es así como cada día acaban en el mar alrededor de 20 millones de toneladas de plásticos, el equivalente a cerca de 1.800 camiones repletos de estos desechos. «Los plásticos que encontramos en superficie solo son la punta del iceberg, ya que representan menos del 15% de todos los que hay en el mar», advierte Greenpeace en una investigación. En la actualidad los científicos ha identificadas cinco zonas de concentración de estos residuos, conocidas como 'sopas': una en el Índico, dos en el Atlántico (Norte y Sur) y otras dos en el Pacífico (Norte y Sur). Son áreas superficiales que presentan una elevada concentración de microplásticos. Sin embargo, la mayor parte de este material tóxico se concentra en el Mediterráneo.

Ningún rincón del planeta escapa a este contaminante, presente en el techo del planeta y en su lugar más profundo. La cima del Everest ha sido coronada por trazas de poliéster, nailon y polipropileno, materiales utilizados habitualmente en la ropa diseñada para practicar actividades al aire libre. En el lado opuesto, la Fosa de las Marianas se encuentra colonizada por bolsas de plástico y envoltorios de caramelos. «Es necesario que se aborde de una vez el problema de los plásticos y se consiga firmar un tratado global», reclama el director de la ONG Retorna.

Según los cálculos de la OCDE, si se mantienen las políticas actuales, en los próximos años el reciclaje de estos residuos apenas pasará del 9,4% al 14,2%. «La principal línea de mejora tiene que venir por el reciclaje y la reutilización. No queda otra», advierte Álvaro Otero, coordinador de asuntos corporativos de Ecoembes. «No estamos aprendiendo la lección», añade Roset.

Desde el año 2022, los países que integran la ONU trabajan para cerrar un acuerdo de carácter global que permita frenar la contaminación por plásticos. «Queremos un texto vinculante, pero existe mucha presión por parte de las petroleras y de los países exportadores de combustibles fósiles», denuncia el director de Retorna.

La Unión Europea, junto con varias naciones latinoamericanas y africanas, apuesta por establecer límites a la fabricación del producto virgen. Pero se han encontrado con la férrrea oposición de Arabia Saudí, China, Rusia y otros gigantes petroleros, dispuestos a atajar la contaminación sin que se cuestione el origen de la misma.

Las expectativas de conseguir el consenso necesario para sacar adelante el tratado son más bien escasas. A finales del año pasado se logró un borrador que, sin embargo, todavía tiene «muchos puntos sin concretar y grandes vacíos», señalan fuentes ecologistas. «Este borrador es solo el punto de partida», advirtió Eirik Lindebjerg, responsable de las políticas globales de plásticos de WWF, tras la publicación del acuerdo. «Necesitamos que los países aumenten su ambición y redacten un tratado que sea vinculante a nivel mundial, con prohibiciones de los productos de mayor riesgo y de un solo uso», concluyó.

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