Los pueblos de Castilla y León donde Jesús Calleja ha aterrizado con 'Volando voy'

El programa nació con la idea de dar voz a los pueblos y mostrar la realidad de la España Vaciada con historias personales. En esta dinámica, los vecinos son los verdaderos protagonistas y quienes conforman la parte más emocional del programa. El aventurero busca dar visibilidad a los municipios más recónditos y a sus problemas para tratar de solucionarlos. A final de la grabación de cada entrega, el equipo y los vecinos del municipio visualizan el documental y se graban las reacciones de los implicados y su entorno.

El pasado junio se emitía la visita de Jesús Calleja a Las Merindades en Burgos. El aventurero se dirigió en helicóptero a la región de Castilla y León para conocer este patrimonio único. Uno de los grandes tesoros de la zona es el Monasterio de Santa María de Rioseco que estuvo a punto de desaparecer. Precisamente, el programa mostró cómo un grupo de voluntarios lo estaban restaurando y el aventurero leonés también se volcó para recuperar un jardín del Renacimiento que estaba abandonado. El jardín renacentista se convirtió en realidad y Calleja lo inauguró con banda de música y todo. «Si tuviera dinero yo invertiría en la zona», arengaba el televisivo viendo el buen resultado del proyecto.

Jesús Calleja llegaba hasta el Bierzo también la octava temporada. La tierra del presentador le recibía para recorrer su naturaleza, descubrir distintos parejes y con un objetivo: recuperar cinco kilómetros de los canales romanos que llevaban el agua a las Médulas. El pueblo consiguió reconveritr el tramo que une dos localidades en una senda para caminantes y ciclistas. Otra muestra más de la unión vecinal para conseguir un reto común se reflejó en San Adrián de Valdezuela. El aventurero subrayó la voluntad de los vecinos del municipio para arreglarlo después de que una riada arrasara con todo. Durante un tiempo estuvo abandonado pero consiguieron reconstruirlo.

En la última entrega de la sexta temporada, Jesús Calleja volvía a su tierra natal. Esta vez, para reabrir un bar de un pueblo de León, Maraña. El local llevaba cuatro años cerrado y motivó a los vecinos de ese municipio y de otros de alrededor para cumplir su misión de revitalizar así la actividad local. De hecho, se renombró el local y se bautizó como 'Bar Calleja'. Aunque quienes en su momento decidieron hacerse cargo de él, finalmente se echaron atrás. No obstante, el Ayuntamiento de Maraña insistió en la iniciativa y se publicó una nueva convocatoria para intentar relanzar un bar 'equipado y una vivienda tipo apartamento por 250 euros al mes.

Si cualquier ruta por las Arribes de Duero ya deja paisajes impresionantes, sobrevolarlo es una expercia única que permite estar en tres lugares distintos prácticamente a la vez: Zamora, Salamanca y Portugal. El aventurero leonés se desplazó a esta zona para dar oportunidad a dos jóvenes a quedarse en la localidad y hacer realidad su sueño: tener su propio rancho biopasivo. 'Volando voy' consiguió cumplir el sueño de Alejandra y Omar en uno de los programas más emotivos

Fue el municipio que estrenó la quinta temporada de 'Volando voy'. El municipio leonés y sus paisajes, la historia de la minería y los testimonios de los propios vecinos conformaron el programa basado en Valle de Laciana. A esa localidad acompañó al aventurero la periodista Mercedes Milá. El programa tomó la minería con un enfoque de futuro y no de pasado y el reto de Jesús Calleja era impulsar el proyecto que mira hacia delante: convertir una explotación minera en una fábrica donde se hace la cerveza.

El programa que tuvo de protagonista al municipio soriano de Gormaz fue especialmente emotivo. En esta ocasión Calleja afrontó una misión distinta a las demás: convertirse en padrino de boda en la fortaleza musulmana más poderosa de la Europa Medieval, el Castillo de Gormaz. Dos valencianos sellaban su amor en un emplazamiento de película y promocionaban así un escenario que debe ser conocido. A pesar de que el reto era algo distinto a los demás, la intención seguía siendo la misma: dar a conocer algunos lugares despoblados que merece la pena disfrutar.

El programa dedicado a la Sierra de la Culebra y a sus gentes buscaba dar a conocer los encantos de la tierra. Jesús Calleja interactuó con los vecinos de Villardeciervos, un pueblo declarado Conjunto Histórico Artístico. El municipio acogió a cinco personas procedentes de distintos puntos de la geografía española como candidatos para convertirse en nuevos habitantes de la Sierra de la Culebra.

Jesús Calleja también disfrutó de la provincia palentina hasta en dos ocasiones. En una de ellas se adentró en el románico a través de la localidad de Frómista que concentra una gran cantidad de edificios románicos de los siglos XI, XII y parte del XIII. Un legado que existe en pocas partes del mundo y que el aventurero no quiso perderse. Volvió de nuevo a la provincia cinco años más tarde esta vez para sobrevolar el Canal de Castilla. La misión era convertirlo en un gran corredor verde como aliciente para además, conseguir repoblar ese espacio.

La primera temporada del programa acogió a Yeres, un municipio leonés de menos de 20 habitantes para recrear esta zona en 35 junto a un equipo de drones. Su misión se centraba en Las Médulas, concretamente en la mina de oro más grande de la Historia Antigua. Un apicultor, una hortelana, un bateador de oro y un cantante ayudaron al aventurero a hacer realidad su reto.