Kooij gana en el Giro y le debe una a Pogacar

No había vatios suficientes en el grupo para atrapar al ecuatoriano. Hasta que se prestó voluntario la maglia rosa. ¡Pogacar tirando del pelotón! Rompiendo moldes, una vez más. Su aproximación respondía al interés del equipo por disputar la victoria con Juan Sebastián Molano, pero benefició igualmente al resto de velocistas que afilaban el cuchillo. El más rápido fue Olav Kooij. Trabajo de UAE, premio para Visma.

Así, Pogacar volvió a acaparar el protagonismo en Nápoles, donde el público exhibió pasión por el ciclismo llenando las cunetas con varias filas de aficionados. Cuando nadie esperaba verle asomar, lo hizo poniéndose al frente de un pelotón completo. Fueron apenas 500 metros de exposición al viento, pero un gesto en cualquier caso difícil de ver en campeones que piensan en la general. Una vez más, su actitud en carrera se prestó a la disparidad de opiniones. Unos lo admiraron por la generosidad. Otros volvieron a criticarle por un derroche que no se puede permitir quien quiere ganar Giro y Tour.

Con ese tema de debate llega el Giro a su primer día de descanso. Pogacar ha cumplido los pronósticos en la primera semana y mira la clasificación general desde una privilegiada atalaya. A casi tres minutos distancia a Daniel Felipe Martínez (Bora) y Geraint Thomas (Ineos) cuando casi no ha empezado la carrera si se atiende a las dificultades montañosas que aguardan.

El martes habrá final en alto, en Bocca della Selva, en la región de Campania. El puerto tiene una longitud de 22,8 kilómetros y un ascenso de 1.057 metros verticales con una pendiente media del 4,6%.