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El danés Mads Pedersen celebra su tercera victoria al sprint en esta Vuelta a España. AFP
Pedersen bate al corredor a quien Roglic acusa de tirarle
19ª etapa

Pedersen bate al corredor a quien Roglic acusa de tirarle

El danés logra en Talavera de la Reina su tercer triunfo por delante del británico Wright, contra el que ha cargado el esloveno

Viernes, 9 de septiembre 2022, 13:51

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Es fácil imaginar a Primoz Roglic en su salón dando un salto de alegría al ver ganar al danés Mads Pedersen el sprint de Talavera de la Reina. ¿Y eso? Roglic, que sufrió el martes una caída en la etapa de Tomares y tuvo que retirarse, apenas puede andar aún. Sigue muy abollado. Pedersen no es de su equipo, pero el esloveno iba con él. ¿Por qué? No quería que ganara el otro que peleaba por el triunfo, el británico Fred Wright. Mientras se disputaba la jornada, Roglic puso el dedo acusador sobre Wright, a quien acusa de haber provocado su accidente. «No estuvo bien. No tendría que haber pasado. Hay ciclistas que te adelantan como si nada pudiera pasar. Yo no soy así. No quiero que este sea el camino que tome el ciclismo», denunció.

Roglic, a través de un comunicado de su equipo, el Jumbo, cargó contra el corredor británico. «La manera en la que sucedió la caída es inaceptable. El accidente no fue causado por una carretera en mal estado o por falta de seguridad, sino por el comportamiento de un ciclista. No tengo ojos en mi espalda. De lo contrario, me habría desviado. Wright vino por detrás y me quitó el manillar de las manos antes de darme cuenta». Las imágenes de aquella llegada no aclaran cómo sucedió el tropiezo. Roglic lo vio así. Y, pese a las vendas y el dolor que todavía arrastra, seguro que pegó un brinco al ver cómo Pedersen batía al ciclista al que acusa. Disfrutó con la tercera victoria del gran danés como si fuera suya.

Un día después del fallecimiento de Isabel II, Talavera de la Reina era la salida y la meta. Ir y volver. Antes de partir había una duda: ¿Cómo está Carlos Rodríguez tras la caída del jueves? Presente. El joven andaluz, con la piel roja de tantas abrasiones, seguía en carrera. «Son gajes del oficio», repetía con el tono de un veterano. Tiene 21 años, es el sexto en la clasificación de su primera Vuelta y el líder de un equipo de la talla del Ineos. Uno de sus compañeros, Tao Geoghegan Hart, el ganador del Giro de Italia 2020, definió así el carácter de Carlos Rodríguez: «No existe un tío más duro que él. Sigue luchando. Yo tengo la espalda jodida, pero ni que me ocurre quejarme cuando veo a Carlos sufrir así». El recién llegado ya es un ejemplo. El futuro le espera con los brazos abiertos. Tiene talento físico y es una roca. Esta Vuelta le ha colocado, junto a Juan Ayuso, en la primera plana del escaparate.

De Talavera salió la penúltima etapa para los que viven de las fugas. Corta y con dos subidas al puerto de Piélago, de segunda categoría. McNulty, Okamika y Caicedo acertaron con la escapada. Craddock, Bizkarra y Harper llegaron tarde, cuando ese tren ya había pasado. Pero era un viaje sin destino. Del pelotón tiraba el equipo Trek, el de Pedersen. Son un grupo convencido de la fuerza de su líder danés. Había ganado la etapa de Montilla y antes de vencer también en la de Tomares reunió a sus gregarios. Les mostró el perfil de la meta de aquel día, en repecho, y les dijo: «No hay nadie mejor que yo en un final así. Si dais el cien por cien, os prometo una victoria». Cumplió. Eso es un líder. El Trek tuvo siempre a tiro a McNulty, el vizcaíno Okamika y Caicedo.

Y, encima, en el segundo paso por el puerto de Piélago, el Bahrain se puso de su lado. Mandó tirar a Mikel Landa. El alavés tachó a casi todos los velocistas en favor del suyo, de Fred Wright. Buscaban un duelo con Pedersen. Landa hizo su trabajo y ahogó a galgos como Ackerman y Groves. Quedaba bajar a Talavera, callejear y abrir la pelea del sprint. El Trek colocó a Pedersen y no se alteró por una arrancada de Scotson en el kilómetro final. Wright, el acusado por Roglic, se fijó a la rueda de Pedersen. Y ahí se quedó. No pudo remontar al danés. En su casa, seguro que al esloveno herido se le saltaron un par de puntos de sutura en el festejo.

Llega la gran etapa

A esta Vuelta que ya parece en poder de Remco Evenepoel, líder con 2.07 sobre Enric Mas y más de cinco minutos sobre Ayuso y 'Superman' López, le queda la etapa de la sierra de Guadarrama. Cuidado. A veces se convierte en la chistera de un mago y hay sorpresas. Como cuando en 1985 'Perico' Delgado, acompañado por Pepe Recio, le birló allí el triunfo al despistado Robert Millar. O, más reciente, como en 2015 en aquel día de funeral para Tom Dumoulin. El neerlandés daba por hecha su victoria. Sobrado. Lo pagó.

Su rival era el Astana de Fabio Aru. Equipo conjurado. Uno de los gregarios, Vanotti, había pasado muy mala noche, con una fisura ósea. Dolorosa. El Astana anunció su retirada, pero el italiano se presentó en el desayuno. «No me puedo perder un día así», dijo. Cojeaba. Silencio en la mesa. El gesto emocionó al grupo. Prendió la llama. A por Dumoulin, líder con sólo seis segundos sobre Aru.

De tumbar al neerlandés se encargó luego Mikel Landa en la Morcuera. Desabrochado, con las garras abajo del manillar, el alavés cambió el nombre del ganador de la Vuelta. Primero ahogó a Dumoulin y después, cuando Aru, Quintana y Majka ya tenían unos metros de ventaja, Landa ejecutó al líder neerlandés. Le remachó y se llevó con él a Chaves y a 'Purito'. Aisló a Dumoulin. Le enterró a 40 kilómetros de la meta. Aru ganó la Vuelta. «Este triunfo es del equipo», compartió Aru. La Vuelta 2022 se decide en ese escenario, en Navacerrada, Morcuera y Cotos, las últimas vallas para Evenepoel; las últimas balas de Enric Mas.

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