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Una encrucijada para las 15 rebeldes de Vilda
Fútbol femenino

Una encrucijada para las 15 rebeldes de Vilda

A falta de dos semanas para que el seleccionador dé la decisiva lista antes del Mundial, una parte de las díscolas que renunciaron a la selección quiere volver

Isaac Asenjo

Madrid

Miércoles, 22 de marzo 2023, 14:51

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Las aguas parecían más calmadas en la nueva España femenina pero a medida que se acerca el inicio del Mundial de fútbol crecen las dudas sobre cómo se resolverá el conflicto de las llamadas 15 rebeldes. Una buena parte del grupo de internacionales españolas enfrentadas al seleccionador Jorge Vilda han relajado su postura y están dispuestas a regresar al combinado nacional. La cuenta atrás se ha iniciado en La Roja, y a solo dos semanas de que se conozca la penúltima y decisiva lista antes del Mundial que se celebrará entre julio y agosto en Australia y Nueva Zelanda, varias jugadoras, ante la imposibilidad de avance en unas negociaciones que nunca se llegaron a producir, quieren poder ser escogidas por el técnico para disputar esta Copa del Mundo.

La FEF, por su parte, asegura, según la cadena Ser, que tiene las puertas abiertas al retorno de las jugadoras, pero pone como condición innegociable que todas aquellas que quieran volver a vestir la camiseta de España envíen un correo electrónico rectificando y confirmando que son, de nuevo, seleccionables. «Ellas mandaron uno diciendo que no podían ir, ahora tienen que hacer lo mismo para volver. Una vez mande el correo electrónico, ya se verá», afirmaron fuentes de la FEF al mismo medio. Es una condición indispensable.

El conflicto lleva enquistado en el tiempo desde el pasado 22 de septiembre cuando las 15 rebeldes: la mayoría jugadoras del Barcelona como Mariona Caldentey, Patri Guijarro, Sandra Paños o Aitana Bonmatí, históricas del equipo como Lola Gallardo y Mapi León o talentos jóvenes como Ona Batlle y Laia Aleixandri, entre otras, comunicaron a la Federación su renuncia a la selección por la negativa de esta a destituir de su cargo a Vilda. Alegaron para ello motivos físicos y psicológicos. Lejos de hacer caso a este grupo de futbolistas, la Federación publicó un comunicado recordando que «de acuerdo con la legislación española vigente, no acudir a una llamada de la selección es calificado como una infracción muy grave y puede acarrear sanciones de entre dos y cinco años de inhabilitación». Cabe destacar la ausencia de las tres capitanas: Irene Paredes, Alexia Putellas -actual Balón de Oro y The Best de la FIFA- y Jenni Hermoso no participaron.

Desde el inicio de esta 'tormenta' se han mantenido conversaciones continuadas a través del sindicato FutPro con su presidenta, Amanda Gutiérrez, como portavoz. El sindicato era la única voz autorizada para tratar la crisis con la Federación, y las jugadoras decidieron no pronunciarse públicamente a fin de no entorpecer un posible acuerdo. No obstante, no se atisba ningún acuerdo inminente y todo pasa por una solución intermedia. Algunas están dispuestas a volver y otras son conscientes de que pueden haber perdido su sitio en el equipo.

En las últimas semanas se han escuchado voces como la de Aitana Bonmatí, en una entrevista al diario Ara, en la que apelaba al diálogo: «Tenemos que arreglar las cosas por el bien del fútbol femenino». O la de Mapi León en la que aseguró que sus valores van antes que el Mundial, y que no piensa dar su brazo a torcer: «Me va a joder, pero si no se cambian algunas cosas, no se irá». Las jugadoras entienden que se las está criticando por intentar mejorar en su trabajo y se remiten a los casos recientes de Canadá o Francia para argumentar que se trata de una demanda generalizada. «El problema en el fútbol femenino no afecta únicamente a España», dijo recientemente Alexia Putellas en una entrevista con beIN Sports. «Es agotador tener que andar reclamando constantemente mejoras para poder rendir mejor», expuso la capitana del Barcelona.

A pocos meses de que empiece el torneo internacional más esperado, la situación de algunas selecciones femeninas es cuando menos preocupante. En las últimas semanas varias jugadoras han alzado la voz en contra de sus federaciones, con la igualdad salarial, la falta de recursos profesionales y la mala gestión como principales reivindicaciones. Canadá -actual campeona olímpica- provocó la dimisión del presidente de la federación, Nick Bontis, y Francia destituyó recientemente a la seleccionadora Corinne Diacre tras la presión de las jugadoras más importantes del equipo.

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