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Pancartas con cintas negras como señal de luto tras el anuncio de la FIFA de revocar el estatus de anfitrión de Indonesia para el Mundial Sub20 de fútbol. Efe
El boicot a Israel cuesta un Mundial

El boicot a Israel cuesta un Mundial

Indonesia, firme defensor de la causa Palestina, es despojado por la FIFA como anfitrión de la Copa del Mundo Sub-20 por su veto a los judíos, con quienes no tienen relaciones diplomáticas

Isaac Asenjo

Madrid

Sábado, 1 de abril 2023, 00:44

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Parece de ingenuo creer que el deporte y la política no tienen nada que ver. Un binomio inseparable que en varias ocasiones se ha visto la incapaz de separar ambos fenómenos. La última prueba está en la cancelación del sorteo del Mundial Sub-20 de fútbol que debía celebrarse en la isla de Bali este 31 de marzo y que, tras la polémica por el rechazo expresado en el país del sudeste asiático contra Israel, la FIFA ha retirado a Indonesia como país anfitrión. En esta relación no solo entran en juego política y fútbol sino todos los factores que rodean al hecho deportivo ya sean de índone social, cultural, económica o étnica.

Indonesia alberga la mayor población musulmana del mundo (231 millones, más del 86%) y no tiene relación diplomática alguna con Israel debido al reconocimiento oficial a Palestina en el conflicto árabe-israelí con más de 70 años de enfrentamiento. La selección de Israel consiguió el pasado mes de junio una clasificación histórica por primera vez al torneo como miembro de la UEFA, que tendrá cinco representantes en la competición y entre los que no está España. Así pués, se dio la coyuntura perfecta para que se armara el quilombo ahora presente.

Los que eran anfitriones -junto con Irak - consideran al país de Medio Oriente 'opresor' de un país hermano con los árabes. Ambos pidieron el veto para ellos y las calles de Yakarta se llenaron de manifestantes protestando. De ninguna manera querían jugar ante un país con el que la Liga Árabe tiene encontronazos desde hace más de medio siglo y además tenían todas las papeletas para quedar emparejados en el mismo grupo. Por el momento, no hay candidatos en firme, pese a que los rumores señalan a Perú o Argentina.

Pérdida de prestigio

Indonesia pierde por políticas incompatibles y diferencias religiosas una oportunidad de oro para hacer avanzar el deporte en el país y de restituir su prestigio en la comunidad internacional después de que en octubre del pasado año una avalancha en un estadio de Java matara a 135 personas, lo que provocó uno de los peores desastres en la historia del deporte. Algunas voces discordantes en el propio país manifestaron que no se debería comprometer la ideología por el bien del mercado, pero el castigo ya es irreversible. La FIFA además ya adelantó que estudia «posibles sanciones» para la federación indonesia, que ya estuvo suspendida entre 2014 y 2016 por injerencia gubernamental en el deporte, lo que la apartó de participar en la clasificación para el Mundial de 2018.

El boicot a Israel, un territorio geográficamente asiático que debe participar en Europa porque está enemistado con buena parte de los de su entorno, es más o menos sistemático en algunas competiciones deportivas a nivel internacional como en tenis, judo o ajedrez. En fútbol su historia cambió en 1974 cuando fue expulsado de la Confederación Asiática (AFC) por el veto de los países árabes. Desde ese año a 1991 fue un país sin afilición a ninguna confederación, hasta que se fue aceptado como miembro de la UEFA.

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