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Joana Sanz sale de la Audiencia de Barcelona acompañada por la madre de Dani Alves. Lluis Gene (Afp)
La mujer de Alves asegura que llegó a casa «muy borracho y oliendo a alcohol»
Tribunales

La mujer de Alves asegura que llegó a casa «muy borracho y oliendo a alcohol»

«No quiero dinero, quiero justicia», afirmó la víctima al mosso que la atendió

Cristian Reino

Barcelona

Martes, 6 de febrero 2024, 16:39

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La defensa de Dani Alves, acusado de agresión sexual, ha jugado fuerte la carta del atenuante por razón de estado de embriaguez en caso de que sea condenado. En la segunda jornada del juicio contra el futbolista, ha declarado la mujer del brasileño, Joana Sanz, que ha ratificado la versión de que el acusado iba borracho la noche en la que supuestamente violó a una joven en la discoteca Sutton de Barcelona. Hasta un total de cinco testimonios han asegurado que el exlateral del Barça, Juventus, PSG y Sevilla había bebido en abundancia aquella noche. Por contra, han comparecido los agentes de los Mossos que realizaron los atestados y atendieron a la víctima, que han afianzado la versión de que fue violada.

Joana Sanz, que ha señalado que no se ha divorciado del brasileño, aunque en un primer momento, tras el estallido del caso, dijo que su intención era separarse, ha asegurado que Alves volvió a casa «muy borracho, oliendo a alcohol». «Se chocó contra el armario y se desplomó en la cama», ha afirmado. Ambos viajaron juntos a Barcelona el día anterior de la supuesta agresión sexual. Estaban en Canarias. Él se fue con sus amigos: primero a comer, luego a un segundo local y finalmente al Sutton, donde se produjo la supuesta violación. Cuando llegó casa, sobre las 4:30 de la mañana, «no valía la pena hablar con él tal como venía, mejor dejarlo para el día siguiente», ha señalado la modelo canaria.

En la misma línea, el amigo de Dani Alves, Bruno, que estaba con él la noche en que se produjo la supuesta agresión sexual, ha cambiado este martes de versión respecto a la que dio durante la instrucción. En un primer momento, dijo que en la discoteca el futbolista se había tomado media copa de champán. Este martes, en su comparecencia ante el tribunal, ha asegurado que se tomó cuatro copas. Además, antes de ir a la discoteca, el futbolista había comido con unos amigos y luego fueron a otro local: habían pedido cuatro botellas de vino, una de whisky y gintonics. Bruno Brasil condujo el coche con el que se desplazaron a la discoteca porque consideró que Alves iba bastante bebido. Al salir del local, también cogió el coche y llevó al lateral a su casa.

Un segundo testimonio ha ratificado la versión de que el exjugador del Barça, Juventus, Sevilla, PSG y Brasil había bebido. El responsable de sala del Sutton, la discoteca donde supuestamente se produjo la agresión sexual, ha señalado que «o había bebido o se había tomado algo, pero no actuaba de forma normal». Le conocía a Alves como cliente habitual y a su juicio ese día no estaba como en otras ocasiones. La defensa del lateral brasileño no había jugado la carta del estado de embriaguez hasta que el juicio estaba próximo. En caso de condena, podría servirle de atenuante para rebajar una eventual pena.

En estado de «shock»

En la segunda jornada del juicio, en la que comparecerán una veintena de testigos, han declarado algunos de los policías que atendieron a la víctima o practicaron el atestado. La que tomó declaración a la chica ha relatado que «se derrumbó» cuando empezó a contar la agresión sexual. «Le sobrepasaba la situación», ha descrito. La joven no quería denunciar. Tenía miedo a que se filtrara su nombre durante la investigación, al tratarse de un caso con un supuesto agresor famoso. El agente que acudió al Sutton cuando la Policía recibió el aviso, y que llevaba una cámara en el pecho, se encontró a la denunciante en estado de «shock». «Dio detalles de lo sucedido» y «contó que había habido penetración», que le «obligó».

Otro de los mossos ha señalado que la chica dijo en todo momento que no quería dinero, sino justicia. A uno de ellos, la defensa le ha preguntado por qué se refiere a Alves como «cabrón» y «capullo» en las conversaciones entre policías. «Porque era el presunto agresor sexual», ha rematado. Uno de los auxiliares de la discoteca, mientras, ha señalado: «Estaba segura de lo que iba a hacer, pero después se arrepintió».

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