El atleta de Salamanca que pincha en Kandhavia, tiene dos medallas de oro y sueña con unas Olimpiadas
Diego Ruíz competirá con la Selección española en el próximo Mundial de Atletismo Paralímpico en la India, tras los dos europeos en Estambul, estudia un FP y trabaja en Cursos Internacionales. Además, es DJ
Amaeurosis congénita de Leber. Diego cuenta con una dolencia congénita -de las denominadas raras- que le impide ver con normalidad. Su retina es un cielo en el que apenas hay estrellas, apenas hay luz. Solo puede ver por el centro, no tiene visión lateral, y lo que consigue ver está lleno de nubes, lo que le impide captar una imagen completa. Su padre cree que su hijo ha hecho posible lo que parecía imposible, valerse por sí mismo sin la necesidad siquiera de un bastón.
De hecho, hace más de lo que muchos de los que nos denominados 'sin discapacidades'. Su día más apretado comienza en torno a las seis y media de la mañana cuando se levanta para ir a clase -estudia un ciclo de Formación Profesional de desarrollo web, de 08:00 a 14:30-, posteriormente come en el trabajo (Cursos Internacionales de la Universidad de Salamanca) de cuatro a seis y media, para después ir a entrenar, dedicando tiempo al ejercicio en pista y al gimnasio. Finalmente, cena en casa y se marcha a pinchar, terminando pasadas las cuatro de la madrugrada.
«El atletismo es mi vida y todo se compagina con sacrificio». Este es el resumen que realiza Ruíz de lo que es su día a día, una rutina que le ha colocado como el número 1 del mundo en la categoría T12 sub20 en los 400 metros lisos, además del número 3 en los 100 metros lisos. ¿Y cuál es su objetivo actualmente? «Ir a disfrutar en la India porque otra cosa sería soñar demasiado y a muy largo plazo mi idea sería intentar ir a unas Olimpiadas, pero para eso queda mucho. Prefiero no hacer predicciones antes de tiempo e ir viviendo temporada a temporada. No se sabe qué va a pasar mañana», reconoce.
La historia de su vida, una carrera constante
Vivir en Salamanca implica menos recursos de primeras, no se pueden comparar las infraestructuras charras con las grandes poblaciones a las que se debe enfrentar el atleta salmantino en cada una de las competiciones en las que está. Sin embargo, nada le ha impedido frenar su particular «lucha» y por lucha entiende dar visibilidad al deporte paralímpico, con el objetivo de conseguir unos derechos profesionales equivalentes a sus compañeros olímpicos.
«Llevo entrenando aproximadamente desde que tenía 10 años y compito a nivel alto desde 2021-2022. Fue ahí cuando decidí lanzarme a un Campeonato de España y meterme de lleno en el deporte con discapacidad. De ahí, hasta donde estamos hoy», explica.
«Nunca he sentido que tenga una discapacidad, no tengo miedo»
Llegó a llevar bastón, a aprender el braille, pero no lo necesita. «Nunca he sentido que tenga una discapacidad. No me he quedado parado ni he tenido miedo. Me enseñaron a usar bastón, a escribir y leer en braille, a utilizar programas informáticos especiales... pero no uso nada de lo que he aprendido. Son herramientas que no suponen una realidad en mi vida».
¿Consideras que tienes una competición, una carrera diaria? «Sí. También depende del día, de la oscuridad, de la luz, de las sombras... depende de cómo se vea en cada instante puede cambiar todo para mí, puedo cambiar mi comportamiento incluso. Me he ido adaptando. Cuando creces madures y yo lo he hecho, tanto mentalmente como persona, como a la hora de desenvolverme en el mundo», responde.
¿Crees que puedes dedicarte al atletismo? «Creo que no. No se gana como para poder vivir de una carrera deportiva en deporte con discapacidad y no solo en atletismo. Puede durar unos años y eso que te llevas, para compaginar tu vida y carrera profesional», apunta.
«Los deportistas con discapacidad también somos atletas profesionales»
¿Es injusto? «Creo que sí, aunque es cierto que no tiene la misma audiencia, no es tan común ver deporte paraolímpico, aunque se estén haciendo avances. Al deporte para personas con discapacidad se le da bastante menos visibilidad que al deporte 'convencional'. Me gustaría decir que también somos atletas profesionales. Igual no corremos en nueve segundos, pero quizás tenemos más mérito que quien corre en nueve segundos o al menos los mismos», reconoce.
Dices que falta visibilidad, ¿qué te gustaría leer en los medios de tu ciudad? «No te sabría decir, no lo sé. Simplemente con dar visibilidad al deporte con discapacidad, a que por tener una discapacidad o un problema no te tienes que quedar en casa y que los límites te los pones tú, me vale», finaliza.