Álex Rins renueva con Yamaha hasta 2026

A pesar de que el Campeonato del Mundo entró en hibernación durante tres semanas, la actividad en los despachos no ha parado y el mercado de MotoGP ha seguido dando noticias este verano. De esta forma, se anunciaron las renovaciones de dos españoles en la clase reina: Joan Mir con Honda y Raúl Fernández con el equipo satélite de Aprilia (Trackhouse Racing), ambos con un contrato de dos años. Y este mismo viernes, con el retorno del campeonato a la acción en el circuito de Silverstone, Yamaha hizo la continuidad de Álex Rins hasta 2026.

Con este acuerdo, el piloto español seguirá dos temporadas más en el equipo de fábrica de Yamaha, haciendo tándem con el francés Fabio Quartararo, el último campeón de la clase reina con la marca japonesa en 2021. «La firma de Álex por dos años más es una parte importante de nuestro plan para el proyecto de MotoGP», explicaba el director de Yamaha Motor Racing, Lin Jarvis, quien definía al piloto barcelonés como: «un piloto muy talentoso y rápido, también es técnicamente experto, un gran trabajador y un verdadero jugador de equipo».

La continuidad de Rins y Quartararo es la piedra angular del proceso de reconstrucción de una marca que, como Honda, está en plena crisis de resultados. Desde 2022 no ha ganado una carrera y apenas ha conseguido un puñado de podios estos dos últimos años con el piloto francés. Además, el año pasado perdió a su equipo satélite y es la única fábrica que solo cuenta con dos motos en la parrilla, con el hándicap que eso supone a la hora de acumular información durante los fines de semana (Ducati, por ejemplo, cuenta este año con ocho motos). Una situación que se revertirá el próximo curso, ya que el equipo Pramac Racing se convertirá en su escudería satélite, poniendo dos Yamaha más en pista.

El fin de semana de Silverstone será doblemente especial para Rins, ya que regresa a la acción después de perderse la última cita en Alemania por lesión. Aunque el catalán sigue convaleciente de las múltiples fracturas que se produjo en la muñeca y la pierna derecha, tras una dura caída en el circuito de Assen; el catalán ha vuelto a subirse a la que será su moto, al menos hasta 2026. «Estoy muy contento de seguir los dos próximos años en el equipo oficial. En Yamaha también están muy satisfechos con el trabajo que estamos haciendo, así que ha sido un acuerdo superfácil», explicaba el piloto español en el trazado británico.

El objetivo a medio largo plazo debe ser devolver a la histórica marca con sede en Iwata (Japón) al lugar donde ha estado en las últimas décadas. Y es que después de Honda, Yamaha es la fábrica más exitosa de la historia de MotoGP y como sus colegas japoneses, está inmerso en un bache de resultados, aunque menos profundo y en el que ya se empiezan a ver los brotes verdes. Un escenario del que el propio Rins es consciente y trabaja para revertir. «Ahora mismo, tanto para Fabio como para mí, es difícil conseguir resultados, porque estamos más en una fase de desarrollo que en una fase de ganar carreras, pero estamos en el buen camino por el 'feedback' que les doy y que me dan ellos cada vez que nos subimos a la moto».

A sus 28 años, Rins ya acumula ocho años de experiencia en la categoría de MotoGP, a la que saltó como piloto oficial de Suzuki, donde estuvo seis temporadas, logrando cinco victorias. La salida de la marca japonesa del campeonato le llevó en 2023 a pilotar para Honda, en su estructura satélite del LCR, donde logró una inesperada victoria en Texas (la última de Honda hasta la fecha). Esta temporada se ha estrenado en Yamaha, habiendo puntuado en cuatro carreras y marchando 21º en la clasificación de pilotos.