Silvia Domínguez se retira de la Selección española tras un verano de «frustración» y «desilusión»

La capitana de la Selección española cierra una etapa. Una vez finalizados los Juegos Olímpicos, de los que no ha podido formar parte debido a una lesión, ha comunicado a través de una red social, de la que también se vio obligada a salir debido a las críticas infundadas de personajes anónimos y no tan anónimos, su decisión de poner fin a su carrera como jugadora de la Selección.

Siempre ejemplo fuera y dentro de la pista, Silvia ha querido transmitir este mensaje una vez han finalizado los Juegos, en los que las de Miguel Méndez no han pasado de cuartos de final. «No lo he hecho público por respeto al equipo y a mis compañeras en un momento en el que todo el foco y la atención debía ser para ellas», relata el comunicado.

La despedida llega después de 18 años formando parte de la Selección Absoluta y con «tristeza» debido a la manera en la que se toma. Y no tienen que ver con la lesión. «Este final para mí ha sido decepcionante por distintas situaciones de carácter más personal que me ha tocado vivir durante y después de la concentración, y a que a su vez me han generado una desilusión que nunca había sentido en más de dos décadas como jugadora profesional. Seguramente, ha sido uno de los momentos más duros no solo de mi carrera deportiva, sino también a nivel personal», continúa.

No da nombres, tampoco señala ni puntualiza recuerdos malos, prosigue con su particular respeto: «Afortunadamente, intento ser una persona positiva, optimista, y que siempre saca aprendizajes de cada situación para afrontar el futuro con más ilusión y ganas que nunca. En estos 18 años he tenido la fortuna de vivir más momentos buenos que malos, con vivencias increíbles y experiencias únicas e inolvidables como la plata olímpica de 2016, la plata y el bronce Mundial y, por supuesto, la conquista de tres Eurobasket, entre otras.

Han sido muchos veranos dedicados a la Selección y me siento afortunada de haber podido ser partícipe de esta histórica etapa del baloncesto femenino español, con numerosos éxitos tras los cuales ha habido un enorme trabajo, esfuerzo y sacrificio por parte de todos. Al mirar atrás, desde mi debut con 19 años hasta mi adiós con 37, solo puedo sentir orgullo por todo lo logrado y el legado que he intentado dejar para las generaciones futuras.

Es necesario para mi poner fin a esta etapa para poder volver a ilusionarme y disfrutar del baloncesto, y lo hago con el convencimiento de haber intentado dar siempre mi mejor versión y aportar lo mejor al equipo tanto dentro como fuera de la pista.

Quiero también dar las gracias a todas aquellas personas que de algún modo habéis formado parte de esta trayectoria, me habéis ayudado a crecer en todos los aspectos y me habéis acompañado en este camino tan especial. Y, por supuesto, a mi familia, mis agentes, mis amigos y la gente más cercana cuyo apoyo ha sido tan necesario.

Por último, no quisiera despedirme sin desear muchísima suerte al equipo en las futuras competiciones que vienen de ahora en adelante. Gracias«.

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