Plantean el cese de actividad en el estadio Helmántico por riesgo para la seguridad de las personas y bienes
El Ayuntamiento de Villares de la Reina da al Salamanca UDS un «plazo máximo de seis meses se proceda a la subsanación de un conjunto de deficiencias observadas respecto de la actividad deportiva» en el estadio
Nuevo despropósito en el estadio Helmántico, la que fuera del histórico club de Salamanca, la Unión Deportiva Salamanca, y desde pocos años después (2016) en manos de la empresa Desarrollos Empresariales Deportivos SL, que controla tanto el Salamanca UDS y el estadio Helmántico por medio del presidente mexicano de la entidad Manuel Lovato, entre otros dueños.
El Ayuntamiento de Villares de la Reina, localidad salmantina próxima a la capital en la que está ubicado el estadio Helmántico, plantea el «cese de actividad en el estadio» tal y como expresa en una nota pública enviada a este medio desde el Consistorio.
En las últimas semanas la arquitecta del ayuntamiento realizó una inspección para comprobar el estado del campo y su valoración ha sido muy negativa para los intereses del club charro que milita en Segunda RFEF. «Existe riesgo para la seguridad de las personas y bienes», así de contundente se muestra Villares de la Reina.
El comunicado
El alcalde de Villares de la Reina, Ventura Recio, ha remitido a la sociedad Desarrollos Empresariales Deportivos, S.L. un decreto por el que insta a que en el plazo máximo de seis meses se proceda a la subsanación de un conjunto de deficiencias observadas respecto de la actividad deportiva en el Estadio Helmántico. Esta actuación se aplica después de la visita de los servicios técnicos municipales y en aras de preservar la seguridad de los usuarios de las instalaciones deportivas.
Entre los principales aspectos que se requieren están los relativos a certificados de inspección periódica; el alta de la instalación de baja tensión en el Servicio Territorial de Industria, Comercio y Economía, con su correspondiente certificados de correcto funcionamiento; la adaptación de aseos (que en la última visita estaban en ejecución); los contratos correspondientes a instalaciones térmicas; y la documentación ambiental completa que incorpore las subsanaciones y sus correspondientes justificaciones para el cumplimiento de la normativa por parte de la actividad a desarrollar.
En cumplimiento de la legislación vigente, la empresa Desarrollos Empresariales Deportivos, S.L. dispone de diez días para personarse en una audiencia al efecto de formular cuantas alegaciones y presentar la documentación que estime pertinente en defensa de sus derechos e intereses legítimos. Transcurrido este plazo se procederá a la suspensión cautelar de la actividad por interés público, ya que existe riesgo para la seguridad de las personas y bienes, tal y como ha hecho saber el Servicio Territorial de Industria en fecha de 5 de junio del presente año.
En la reciente visita realizada por los servicios técnicos municipales se constató que no se habían subsanado las deficiencias relacionadas en el Certificado de Inspección Periódica remitido por parte del Servicio Territorial de Industria Comercio y Economía ni se ha aportado nuevo Certificado de Inspección Periódica con calificación favorable de la instalación. Estas circunstancias han propiciado la actuación del Ayuntamiento en su deseo de que la actividad sea segura para todo el mundo, en este caso público, deportistas y cuadro técnico.
Una historia de despropósitos
No es la primera vez que debido al lamentable estado del Helmántico tanto por dentro como por fuera del estadio, en diciembre de 2023 el ayuntamiento de Villares decretó ya el cese de actividad del campo porque el club tenía que arreglar los desperfectos señalados por el arquitecto cifrados en unos 40-50.00 euros. Desde el mes de septiembre previo se le venía requiriendo al club la tasa de comunicación ambiental pero el Salamanca UDS se negaba a pagarla.
Las polémicas con el campo han sido casi continuas en los últimos años (suciedad continua de las gradas, de las humedades de la sala de prensa o o mal estado de un césped -antes envidiado a nivel nacional- sin dejar de lado las polémicas con aficionados o las continuas informaciones de retraso en los pagos a jugadores, técnicos o proveedores.