Secciones
Servicios
Destacamos
Enric Gardiner
Martes, 16 de julio 2024, 18:56
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
Cuando dos tenistas que han recibido una 'wildcard' (invitación) se enfrentan en la primera ronda de un ATP 250, las posibilidad de que esos dos hombres sean un ganador de 22 Grand Slams y considerado uno de los tres mejores de la historia y el otro el hijo de una de las mayores leyendas de este deporte son escasas.
Pero la primera ronda del torneo de Bastad, en Suecia, tuvo la fortuna de que Rafa Nadal y Leo Borg, hijo de Bjorn, se encontraran en un duelo sin mucha historia en lo deportivo, con triunfo claro para el balear (6-3 y 6-4), pero mucho más significado en lo histórico.
Porque en cierto modo se cumplió el deseo del español, que hace años fue preguntado sobre el tenista retirado al que le hubiera gustado enfrentarse. «A Borg, por todas las historias que he escuchado sobre él y lo que hizo en esa superficie. Me gustaría enfrentarme a ese reto», dijo Nadal sobre el ganador de once Grand Slams y el hombre que le entregó el trofeo en la ceremonia de Roland Garros en 2008 y 2014.
Acostumbrado a romper todos y cada uno de los récords de padre en la tierra batida, Nadal pudo medirse a su hijo Leo, un tenista muy alejado de lo que un día hizo Bjorn. Porque el sueco ha tratado de seguir los pasos de su progenitor, pero su calidad está muy por debajo del nivel que requiere un partido ATP.
Si ha llegado a tener la posibilidad de jugar ante Nadal es por las ingentes invitaciones que ha recibido. En el total de su carrera, desde 2020, ha recibido 28, entre Futures, Challengers y ATP, y solo ha sacado seis victorias de ellas. A nivel ATP, solo le han invitado a torneos en Suecia, en Estocolmo (2021, 2022 y 2023) y Bastad (2023 y 2024), y en estos cinco torneos solo ganó un encuentro.
Contra Nadal, por mucho que este llevara seis semanas sin competir y sin ganar desde la primera ronda del Masters 1.000 de Roma en mayo, no tenía absolutamente nada que hacer. Por mucho que su derecha invertida y su agresividad parecieran buenan armas en los primeros instantes de partido, Nadal siempre tuvo el duelo bajo control. Manejó como quiso al sueco y si no le infligió una paliza aún mayor fue por su inactividad y por el momento en la carrera de Nadal en el que se han enfrentado.
No le hacía falta aplastar, este torneo no está hecho para ello. El de Manacor ha venido para rodarse de cara a los Juegos Olímpicos, que comienzan en once días en París.
Su mayor contratiempo durante el partido, que se saldó en una hora y 25 minutos, fue una caída en el segundo juego al resbalarse al pisar la línea. No tuvo consecuencias más allá del susto y de algún pequeño rasguño en la mano y la rodilla.
El siguiente rival de Nadal será de más entidad, el británico Cameron Norrie, que aparece aquí como quinto cabeza de serie y que venció en primera ronda al eslovaco Josef Kovalik. El balear se llevó los cuatro primeros enfrentamientos contra Norrie, sin perder un set en ninguno de ellos, pero cayó en el último, en la United Cup de 2023.
Además de la segunda ronda en individuales, Nadal tiene programado para este miércoles el partido de dobles contra Safiullin y Arribage que disputará junto a Casper Ruud.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.