600 salmantinos se dejan la voz para firmar una previa espectacular en la soleada Coruña

Ambientazo. Esa es la palabra que resume lo que se ha vivido durante todo este fin de semana en La Coruña con motivo del partido que junta de nuevo a Unionistas de Salamanca ante el líder de la Primera Federación, el Deportivo. Y, para muchos seguidores blanquinegros, este viaje es especial porque prevén que sea el último en unos cuantos años: la afición blanquinegra de Salamanca quiere que los gallegos asciendan a Segunda División, y esa es la sensación que tienen, que este será el último desplazamiento a la ciudad de Riazor en unas temporadas.

Desde el viernes por la tarde, cuando decenas de salmantinos se desplazaron hasta Coruña para vivir en los locales de hostelería y en las calles de la ciudad los prolegómenos del partido, la marea blanquinegra ha inundado de esos colores la capital. Las blanquinegras, pero también las camisetas rosas, verdes, las de entrenamiento, las secundarias, y todo tipo de bufandas y banderas han acompañado a la afición de Salamanca en su visita al Deportivo.

El corteo comenzó, finalmente, pasadas las 15 horas de este domingo en la plaza de María Pita, para discurrir en torno al puerto de Coruña y acceder, a través de la zona centro, al paseo de la playa de Riazor para llegar al estadio definitivamente al filo de las 16 horas. Aunque no hubo recibimiento masivo al equipo en el autobús, por aquello de que los aficionados se lo tomaron con calma, el aliento de los salmantinos se notó desde antes de las cuatro dentro del estadio.

En la tradicional esquina superior del campo se ubicaron los desplazados que, durante dos días, han llevado el nombre y los colores de Salamanca por la ciudad coruñesa para celebrar que los charros, por lo pronto, han cumplido el objetivo esta temporada. Y con el deseo de que su afición ''hermana'', la del Depor, también vea a su equipo colmando la expectativa del regreso al fútbol profesional.

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