El alma de Unionistas, con nombre y apellidos: una historia de superación
David no sabe ni leer ni escribir, pero identifica a los jugadores por su número. Ha trabajado para ganar autonomía y estar en Unionistas, su «hogar» desde hace tres años
Pueden variar nombres, apellidos y puestos de trabajo. Puede variar el diseño de la camiseta. Pueden ir y venir jugadores. Pero hay algo que en el último lustro ha permanecido inalterable al vaivén de Unionistas; su utillero. Solo hay que mirarle mientras trabaja -o incluso admirar la forma en la que lo hace-. Va de un lado a otro, está atento a todas las indicaciones y recibe órdenes -siempre con la misma voluntad- de unos y de otros. Recoge balones, carga, mueve el material deportivo y en silencio escucha. Se le ve feliz.
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David era futbolero y madridista. Era, porque ya no. Su vida cambió radical y literalmente cuando conoció a Unionistas gracias al programa ''Así quiero yo mi vida' de AVIVA y ahora vive por y para ir cuatro días a la semana al Reina Sofía, más los partidos en casa, con la asignatura pendiente de poder ir a alguno lejos del barrio de San José. «Él es feliz», corrobora su madre.
«No solo aprende él de nosotros, nosotros también aprendemos de él»
«Es uno más y siempre feliz», repite Josete, quien ha encontrado en David su mano derecha. «Es uno más. Se ha adaptado muy muy bien. Es un trabajador, todo lo que le pides lo hace y estamos muy contentos con él. Esperemos que nos siga dando tanta suerte. No solo aprende él de nosotros, nosotros también aprendemos de él«, recalca.
«Es supér feliz», vuelve a decir su coordinador en AVIVA. «Estoy pensando en una foto que tiene con todo el grupo tras la victoria contra el Mérida. Tiene una gorra y se le ve super feliz. Le han integrado genial, se han portado muy bien con él. Ahora en su cabeza solo existe Unionistas y sin esto... no puede. Ha pasado de venir dos días, a venir tres y ahora cuatro, más el partido que se juega en casa«.
¿Por qué? «Unionistas encajaba dentro de la filosofía que buscábamos. Todo lo que David ha avanzado hasta llegar aquí es gracias a ellos. Se le ha acogido siempre independientemente de su discapacidad. Ha pasado de no saber leer o escribir a poder manejarse con el teléfono móvil, mantener relaciones personales e identificar a todos los jugadores por su número... Las personas con discapacidad tienen muchas capacidades que pueden desarrollar. Y está claro que gana David, pero también Unionistas, haciendo múltiples tareas. El deporte sirve para reivindicar«, explica.
Es trabajador, responsable, con muy buen carácter y todo eso le ha ayudado a que en Unionistas sea muy querido
Unionistas ya es su casa. «Así lo siente y así se demuestra. El cariño con el que le tratan es increíble y como formador es un orgullo y una alegría. Todo es mérito de su trabajo. Ha puesto todo de su parte para poder adquirir autonomía a nivel de comunicación y estar en un entorno en el que disfruta enormemente. Tiene muchas capacidades; es trabajador, responsable, con muy buen carácter y todo eso le ha ayudado a que aquí en Unionistas sea muy querido y nosotros nos sentimos orgullosos de haberle puesto en el camino para que él haya llegado donde ha llegado», reflexiona Pepe Santos.
Su turno
Han hablado de él, pero ahora es su turno. David confiesa que después de tres años no piensa en irse de Unionistas: «Es mi sitio y quiero estar aquí. Ya no soy del Madrid, soy de este equipo, de un equipo de élite, de Unionistas y me encanta estar aquí. Es que me llevo bien con todos».
Y continúa: «Mi vida cambió desde que llegué a Unionistas. Cambió a bien, porque me fui a AVIVA y me encanta estar aquí con ellos. Me encantó este proyectó, me reforcé y trabajé mucho para poder hacerlo y de aquí salgo más contento nada».
El programa 'Así quiero yo mi vida'
No es una afirmación fácil, seguramente muchos no la sepamos ni contestar, pero AVIVA ayuda y apoya a personas con discapacidad a llegar a ese punto. ¿Cómo quieren vivir sus vidas? David lleva participando cinco años y cinco años de la mano de Unionistas. Primero se formó y después encontró su desarrollo dentro del conjunto salmantino, donde «no ha hecho más que crecer; en autonomía y dependencia, además de calidad de vida»