Unionistas se arregla en la segunda parte y termina con su mala dinámica liguera

Las cosas de la vida. Mientras los pensamientos de todos los españoles siguen en la Comunidad Valenciana, el fútbol no se detiene. Y en este contexto tan dramático, Unionistas le ofreció una buena noticia a sus parroquianos. Los salmantinos terminaron este domingo con una racha de seis partidos seguidos sin ganar y tumbaron al Real Unión de Irún después de triunfar 3-1 ante los vascos con dos partes totalmente distintas: una primera mala, muy mala, nefasta... y una segunda radicalmente opuesta, con criterio, con ocasiones, con dominio, y elaborando en la zona de creación. Todo esto, en buena medida, gracias a los movimientos que hizo Dani Llácer durante el descanso, quitando a Tavares y poniendo a Álvaro Gómez por dentro, con la entrada de Rastrojo también arriba. Tres puntos importantísimos que ponen fin a una mala dinámica.

Dani Llácer apostó, tras el partido de la Copa del Rey, por un equipo muy reconocible, con la mayor novedad de Tavares en el centro del campo en lugar de Iñaki González. Volvió Iván a la portería tras la Copa y también Aitor Pascual tuvo su hueco en el 11 inicial.

Los compases iniciales fueron de posesión y protagonismo en campo rival para Unionistas de Salamanca, que combinaba para tratar de que saliera el Real Unión de Irún, conjunto que empezó la jornada a un solo punto del playoff de ascenso. Sin embargo, la primera mala noticia del domingo llegó muy pronto en contra de Unionistas. Después de que Obi tuviera un acercamiento al espacio y colgara un centro sobre el área salmantina, los charros le entregaron en bandeja un gol a los vascos.

Un error de Aitor Pascual, que perdió el esférico, originó la contra en velocidad de los vascos que, en un abrir y cerrar de ojos, se colocaron en el área contraria y, con un disparo de Garrido, colocaron el primer tanto en el marcador. 0-1 y, de nuevo, los males habituales de Unionistas: encajando goles casi siempre, teniendo que remontar de nuevo, y con errores lamentables que pesaban en el desarrollo del duelo.

Como es habitual en este equipo, fue Pau Martínez el que apareció al momento para intentar ganar espacio e ir al ataque, con su velocidad por los costados. Un primer disparo del propio Pau y otro de Jonny Arriba, que se fue fuera, intentaron cercar la portería rival. Pasaron los minutos, ya con el 0-1 a favor del Real Unión de Irún, y Unionistas apenas ofreció juego y ocasiones a su parroquia, harta de que el equipo sume seis partidos seguidos sin ganar y, además, con malas sensaciones en líneas generales.

Olaortua pegó una dura patada a Vergés, severa, que el colegiado decidió no castigar. Pasaron los minutos y, en torno al minuto 20 del choque, la afición del barrio de San José se cansó de ver una imagen y una actitud paupérrima en Unionistas de Salamanca y comenzó a proferir pitidos contra sus jugadores, una imagen inusual y sintomática de cómo está ahora mismo el club popular, en lo que al primer equipo se refiere. Pese al gol, el Real Unión siguió llegando al área local: un centro de San Bartolomé y un disparo de Rivero fueron las siguientes oportunidades. Increíblemente, no se veía ni buen juego ni actitud dentro del Reina Sofía. Un drama auténtico, con el equipo al borde del descenso.

Álvaro Gómez también se animó a poner uno de sus clásicos centros, que remató el conjunto charro sin consecuencias. Era tal el despropósito en el terreno de juego que Dani Llácer tuvo que aprovechar que Iván Martínez se tiró al suelo para ser atendido (sugerido o no desde el banquillo que hiciera esa acción), para dar indicaciones a los suyos y reorganizar a un equipo inofensivo ante los vascos. Imagen pobrísima la que dieron los charros.

Munrue, uno de los mejores del Real Unión, puso un centro en el minuto 33 de partido que estuvo a punto de significar, con el remate de Asier Benito, el 0-2 a favor de la entidad vasca. Sin ser un acoso, los visitantes tuvieron las principales ocasiones y gozaron, al menos, de la mordiente necesaria para ir a por el partido y hacia la portería local. Sin embargo, afortunadamente para el conjunto blanquinegro, apareció el capitán charro, Ramiro Mayor.

La testa del maño puso el 1-1 en el marcador gracias a un centro desde el costado diestro que, con precisión desde el punto de penalti, acertó a rematar al fondo de las mallas el central para aplacar los nervios y el cabreo de la afición, y echar un balón de oxígeno a los charros cuando peor estaban en el Reina Sofía. Dos minutos más tarde el colegiado anuló un gol a Gorka Santamaría después de un pase de Dani García, primer cambio del partido obligado por la lesión de Jonny Arriba, que se fue al banquillo.

Después de cuatro minutos de alargue del primer período, Unionistas llegó al descanso con el 1-1 salvador que, no obstante, no reflejaba bien lo que fue el primer tiempo, con un Real Unión mejor en líneas generales.

La segunda mitad fue otra película, por suerte para los charros. Y con acierto desde la pizarra por parte de Llácer, que movió al equipo. Quitó a Tavares y metió a Rastrojo de inicio, y Álvaro Gómez estuvo también con más participación y oportunidades jugando por dentro junto a Rabadán. Bien visto por parte del técnico, que cambió el orden de Unionistas y dio resultado.

Y todo cambió. Los salmantinos iban al ataque, tenían opciones y creaban peligro. Un remate primero de Dani García, otro de Rastrojo y un gran disparo de Álvaro Gómez abrieron la ristra de oportunidades en el segundo tiempo, sin suerte para Unionistas, aún con el empate a uno en el marcador. En el minuto 57, Gorka Santamaría tuvo la más clara del conjunto de oportunidades de los salmantinos: la puso Pascual y el remate del delantero lo paró Irazusta, que salvó al equipo vasco del segundo. Aunque después no hubo esa suerte.

En el minuto 57, los salmantinos consiguieron hacer el 2-1, merecido tras el gran arranque en el segundo tiempo. Otro balón colgado desde la derecha para las botas de Gorka Santamaría acabó en una nueva parada de Irazusta, pero el remate de David Rabadán sí acabó en el fondo de las mallas. El segundo de Unionistas, y el alivio tras una pésima primera mitad.

Tuvo más Gorka, antes de ser sustituido en el 67, con un pase a Rastrojo que acabó fuera en una contra. Volvió al campo Carlos de la Nava, lesionado en las últimas semanas y con molestias. El partido, a partir de ahí, cambió de guion y era el Real Unión de Irún el tenedor de la pelota, sin peligro para los salmantinos. Unionistas, de hecho, tuvo tres saques de esquina a su favor llegados al minuto 75, pero sin consecuencias tras un triple cambio del Real Unión de Irún.

La sentencia a favor del conjunto popular, otro totalmente distinto al de la primera parte, llegó en el minuto 83 gracias a un penalti claro de Olartua, que acabó expulsado por derribar a Dani García. El propio delantero, Dani García, transformó la pena máxima y puso el 3-1 a pocos minutos de terminar el encuentro. Justo marcador con una brillante segunda mitad de Unionistas, que mejoró en todos los contextos del partido. Llegó el Real Unión de Irún con otra ocasión, aunque el choque estaba ya sentenciado.

Dani García, para rematar una buena faena en el Reina, puso el cuarto y definitivo en el descuento. Tres puntos de oro para terminar una mala dinámica y tener, por fin, una semana para seguir creciendo desde la victoria.

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