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Los supermercados han invertido un 28% más en eficiencia energética desde 2020

Los supermercados han invertido un 28% más en eficiencia energética desde 2020

Asedas revela que solo el 1% de los alimentos no llegan a ser comercializados ni donados gracias a medidas de control de stock y ajuste de calidad

E. Martínez

Martes, 14 de febrero 2023, 14:15

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Los supermercados están evolucionando en los últimos años hacia un modelo de economía circular que les permita ser más sostenibles y eficientes, focalizando las inversiones en estos aspectos. Se trata de una cuestión ética pero también de ventas, ya que los consumidores «cada vez son más conscientes del impacto medioambiental de sus actos cotidianos y piden herramientas para minimizarlo». Así lo explican desde Asedas, la asociación de distribuidores, autoservicios y supermercados, que este martes presentó sus cinco indicadores de la sostenibilidad en un foro en ABC.

Estos parámetros son: el control del desperdicio alimentario, los envases, la eficiencia energética, la huella de carbono y los residuos. El objetivo de Asedas es seguir la evolución de cada uno y priorizar las acciones que se deben llevar a cabo para reducir el impacto medioambiental y cumplir las metas de la Agenda 2030 después de que este sector haya crecido mucho en las últimas décadas.

La asociación representa el formado de proximidad comercial, con 19.000 puntos de venta y 322.000 trabajadores, lo que supone el 75% de la superficie comercial de la distribución alimentaria en España. En cuanto al desperdicio alimentario, el informe indica que solo el 1% de los productos no han llegado a ser comercializados ni donados. Entre las medidas de control para lograr esta cifra destacan el ajuste del surtido a las ventas reales, el control de calidad, las estrategias comerciales de venta de productos con fecha de consumo próximo y la donación, indican desde Asedas.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que alrededor de un tercio de los envases de transporte de mercaderías o terciarios son reutilizables, lo que evita el equivalente a más de 20.500 emisiones de CO2 de coches al año, más de 13,7 millones de kilos de residuos y el uso del agua equivalente a más de 13,8 millones de duchas de cinco minutos, calculan desde la asociación.

Y en cuanto a los envases de comercialización de productos, desde 2019 se están llevando a cabo medidas como la sustitución de las bandejas de poliestireno expandido por bandejas de plástico reciclado, las botellas para zumo y agua con plástico reciclado o la venta de pañuelos faciales hechos de cartón reciclado.

Menor huella de carbono

Pero si hay una acción que condiciona la factura de los supermercados es la eficiencia energética. Los supermercados de Asedas registran de media una inversión anual para ello de entre el 5% y el 10% de su presupuesto, con un incremento entre 2020 y 2021 del 28%. Entre las inversiones destacan la instalación de paneles solares, la reducción de fugas de gases refrigerantes, cambio a luminarias de LED, reformas en las tiendas, cambio a maquinaria más eficiente, mejoras en aislamiento en zonas de frío, uso de combustibles menos contaminantes y luces con sensores de presencia, entre otras.

En cuanto a la huella de carbono de estas superficies, que se calcula con los consumos de gases refrigerantes, combustibles fósiles y electricidad, el informe indica que en 2020 se lograron reducir las emisiones en un 8,2% y en 2021 en un 6% respecto al año anterior. Ello ha supuesto pasar de más de 1,4 millones de toneladas de CO2 emitidas en 2019 a poco más de 1,2 millones en 2021.

Para reducir la huella de carbono las superficies están comprando energía de fuentes renovables, instalando paneles solares, usando gases refrigerantes menos contaminantes, vehículos más eficientes y a través de la optimización en las rutas logísticas.

Legislación más flexible

El último indicador analizado son los residuos, que han conseguido separar para poder ser reciclados o transformados en energía en un 77% en 2021, una cantidad que se ha incrementado un 11,6% en los últimos tres años.

El director general de Asedas, Ignacio García Magarzo, señaló durante la presentación que las empresas están reafirmando su compromiso en la lucha contra el cambio climático, y que pese a la «complicada situación económica actual», las inversiones medioambientales son una «prioridad» para los empresarios. Eso sí, Magarzo reivindicó que la transición hacia la economía circular tiene que facilitarse a través de una «legislación flexible, que facilite la toma de las decisiones más adecuadas para cada modelo de negocio, y una fiscalidad que no grave los importantes esfuerzos en esta materia».

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