Sánchez anuncia que el déficit público cerró 2023 por debajo de lo previsto

La reducción del déficit público por debajo del objetivo se produce gracias al crecimiento de la economía y de la recaudación impositiva. Para 2023, la previsión era bajarlo al 3,9% y, para este año, el objetivo era bajarlo al 3% del PIB, aunque la decisión de no tener Presupuestos Generales del Estado en 2024 ha generado incertidumbre respecto a su consecución que, en cualquier caso, iba a exigir tomar medidas de ajuste, ya fuera por la vía del gasto o de los ingresos. A partir del año que viene, España estará sujeta al cumplimiento de las nuevas reglas fiscales europeas, que imponen una senda plurianual de reducción del déficit y de la deuda pública.

Reducir el déficit público al 3,7% del PIB el año pasado es una tasa que, destacó Sánchez, supone cumplir con los objetivos fiscales que el Gobierno se había marcado, en línea con un proyecto de país marcado por el «diálogo, la convivencia, la responsabilidad fiscal, el crecimiento económico, la creación de empleo y derechos». «Eso es gobernar, y por cierto, gobernar bien», aseguró el presidente.

También aprovechó para recordar que el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, que ha estado recientemente de visita en España dijo que nuestro país «está en mejor forma que la Unión Europea», de modo que el país crece «cinco veces más que la media de la zona de Euro», cuenta con uno de los datos de inflación más bajos, con casi 21 millones de personas afiliadas a la Seguridad Social y una tasa de temporalidad del 16%.

Sin embargo, lo que no explicó el presidente del Gobierno es que la tasa de paro de España es la más alta de la Unión Europea, duplica la media europea; el PIB crece más que en la eurozona, pero el PIB per cápita, la renta de cada español, está estancada en niveles de hace quince años y muy por debajo de la de países de nuestro entorno; la inflación puede ser más baja pero también lo son los salarios de los españoles, un 23% inferiores de media.