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Reventones y autobuses, dos de las reclamaciones más comunes de los vecinos. SH
Los barrios piden a los partidos más equidad y participación de cara a las elecciones

Los barrios piden a los partidos más equidad y participación de cara a las elecciones

Los colectivos vecinales recuerdan a los políticos la prioridad de distribuir bien los servicios, pensar en los ciudadanos que menos tienen y acabar con problemas cronificados antes de seguir reformando una y otra vez el centro de la ciudad

Ana Carlos

Salamanca

Domingo, 21 de mayo 2023, 11:55

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La cantinela de promesas electorales no resulta ni creíble ni seductora para la inmensa mayoría de las asociaciones de vecinos de la ciudad. Los cantos de sirena se repiten cada cuatro años, pero consideran que la triste realidad es que algunos problemas siguen enquistados. Lo que quieren ver son hechos. Eso es lo que piden a los partidos que concurren a las próximas elecciones.

Esa es la opinión de Regina Moreiro, José Carlos Dorado, Isi Herrero y otros miembros de FEVESA, que lamentan que «seguimos pidiendo lo de siempre porque aquí las cosas no cambian». Y entre lo que no cambia, todos señalan a las diferencias entre el centro con los barrios. Los trastormesinos y periféricos más antiguos son los más afectados por las desigualdades.

José Carlos Dorado señala que los ciudadanos son conscientes de que los recursos municipales son limitados y no se pueden satisfacer todas las necesidades que existen en la ciudad de golpe. Pero lo que no se puede permitir son los «agravios comparativos» que se producen cuando en muchos barrios hay infraestructuras básicas en mal estado desde hace años y algunas calles del centro se están reformando continuamente sin que sea necesario.

Regina Moreiro comparte este argumento y añade que hace falta un proyecto de ciudad serio que haga que «la ciudad sea para todos y no para algunos». Que piense en la vida diaria de los vecinos antes que en las fotos de los turistas. Que no deje a nadie atrás y que trate de retener a los jóvenes que se marchan por falta de salidas laborales.

Para cumplir algunos de estos objetivos, Isi Herrero defiende que es necesaria una buena distribución de los servicios y las infraestructuras de forma que todas las zonas queden cubiertas en proximidad. Ya que no se puede tener todo en todos los barrios, hay que distribuir los recursos en zonas en las que puedan ser compartidos entre varios. Tal y como se ha empezado a construir la nueva biblioteca que dará servicio a Pizarrales, San Bernardo y Huerta Otea, la presidenta de Munibar pide una piscina climatizada y que se pueda abrir en verano en las inmediaciones del Cementerio, por ejemplo. Es básica también una red de transporte público que facilite el acceso a esos servicios a los ciudadanos que nos los tengan a mano, apunta.

Reventones y otros viejos problemas

Entre las peticiones de las asociaciones de vecinos, hay algunas que llevan años repitiéndose y que les hastía tener que seguir reclamando. José Carlos Dorado afirma que «se han cronificado problemas que tienen solución, pero hay que tener voluntad para hacerlo».

Uno de ellos son los reventones. Para que dejen de ser un quebradero de cabeza hay que acometer la sustitución de las obsoletas redes de distribución de agua que todavía persisten en barrios como Chamberí, Tejares, Garrido o Puente Ladrillo, por poner algunos ejemplos. Aunque con el paso de los años se van sustituyendo tramos, los colectivos vecinales consideran que estas intervenciones se están retrasando demasiado y deberían acometerse con urgencia. Tanto por las molestias que ocasionan, como por la importancia de acabar con el despilfarro de agua.

También lamentan que a estas alturas siga habiendo zonas de la ciudad sin una buena accesibilidad o en las que, por el tamaño o el estado de las aceras, la movilidad de las personas se vea comprometida. Hay quejas al respecto en Prosperidad, el Barrio Blanco y Comuneros, por citar algunos. Marisa Martín, presidenta de la asociación de esta última zona, denuncia que este problema ocasiona numerosas caídas en el barrio.

Los jardines son otros de los espacios en los que los políticos deben volcar más atención, según las asociaciones consultadas. Aunque muchos han sido objeto de mejoras, las asociaciones afirman que queda mucho por hacer y que la mayoría de las veces no se tienen en cuenta sus peticiones o las necesidades de los vecinos a la hora de reformarlos. Pero también consideran que el mantenimiento que se hace no es bueno ni constante.

Esa es una queja planteada desde El Zurguén, cuya asociación vecinal considera que tanto las zonas ajardinadas como las naturales del barrio precisan una mejor conservación. Recuerdan que en distintas ocasiones se han dejado morir allí plantaciones de árboles y temen que pase lo mismo con las más recientes.

Tráfico, obras, ruido, algunas de las quejas. SH
Imagen principal - Tráfico, obras, ruido, algunas de las quejas.
Imagen secundaria 1 - Tráfico, obras, ruido, algunas de las quejas.
Imagen secundaria 2 - Tráfico, obras, ruido, algunas de las quejas.

Desde Tejares también denuncian el mal mantenimiento de los jardines. Y no solo de los más antiguos, en los que los setos se van quedando como una dentadura a la que le faltan piezas. También en los nuevos: han comprobado que muchos árboles plantados en las últimas actuaciones están llenos de heridas en la base porque no se ha tenido cuidado al pasar las desbrozadoras para cortar las hierbas que crecen alrededor. Esos importantes daños pueden matar al arbolado.

Reconocen que con el Tormes+ se han realizado muchas mejoras en el barrio, pero se muestran muy desconfiados respecto a que un proyecto tan ambicioso y con un mantenimiento complicado vaya a recibir las atenciones que requiere a lo largo del tiempo para que todo el esfuerzo no caiga en saco roto.

Menos grandes obras y más espacios de uso gratuito

Las asociaciones vecinales no son amigas de proyectos «de gran apariencia y presupuesto». Andrés Hernández, de Garrido Contigo, explica que durante las últimas décadas se ha dotado al barrio de grandes infraestructuras, pero siempre de uso privado.

Es el caso de Vialia o el multiusos Sánchez Paraíso, por ejemplo. Quedan muy bien en la foto pero los vecinos no los pueden disfrutar si no es pagando una cuota o entrada. Eso es algo que una gran mayoría de vecinos no se pueden permitir ya que en la zona residen «muchas familias y personas bajo el umbral de la pobreza». Por eso apuestan «por menos centros de ocio privados y más espacios de ocio públicos de uso gratuito, en especial parques y zonas verdes que puedan ser usadas por todos los vecinos sin cuota ni carnet de cliente».

Lo más importante de estos lugares es que sirvan «de foro y de espacio común integrador de un barrio plurireligioso y pluriracial del que nos sentimos orgullosos, pero que necesita espacios comunes para la integración». Y ponen otros ejemplos: Menos plazas ocupadas por establecimientos en los que hay que consumir y «menos grandes conciertos de grupos de masas con entrada para fans de todo el mundo y más verbenas de barrio».

La petición coincide con la de barrios trastormesinos como Buenos Aires, Chamberí o Tejares, por ejemplo, que critican que han perdido sus antiguas instalaciones deportivas por un polideportivo de pago que la mayor parte de los residentes no podrá costearse. Se conformaban con sencillas canchas y pistas de paddle a las que sacarían mucho más partido.

En todo caso, son muchas las asociaciones que reclaman más instalaciones deportivas porque las que hay en sus zonas, especialmente si hay población joven, les resultan escasas. El Zurguén, Vistahermosa, se encuentran en esta situación.

Más atención al poder adquisitivo de los vecinos y sus necesidades

Marisa Martín, de la asociación de vecinos Los Comuneros Alto del Rollo, hace hincapié en que «los políticos no piensan en la mayoría de la gente, con sueldos bajos» y pequeñas pensiones. Para estas personas el acceso a servicios de odontología o unas gafas supone un gran esfuerzo. Y pagar una residencia cuando son mayores se hace inalcanzable. Por eso considera que el Ayuntamiento debería establecer ayudas en estos conceptos y que hacen falta más residencias para mayores con precios accesibles en Salamanca. Es importante para que los mayores no tengan que terminar sus días dejando la ciudad para instalarse las de los pueblos.

También desde otros barrios piden soluciones para adaptar el parque de viviendas más antiguo de la ciudad. En zonas como la Chinchibarra se está haciendo, pero las asociaciones insisten en que los vecindarios con menos poder adquisitivo necesitarán más apoyo para renovarse. Es el caso de los edificios más antiguos de San José y El Carmen, que de no actualizarse los vecinos temen que terminen convertidos en «guetos».

Al final y como conclusión, los colectivos vecinales también piden ser más escuchados. Demandan una participación ciudadana más cercana a las personas. Isi Herrero lamenta que los consejos zonales al final resulten «descafeinados» y reclama más transparencia e información para que por una parte los ciudadanos comprendan mejor las decisiones municipales y por otra para que las opiniones de los vecinos sean tenidas en cuenta.

José Carlos Dorado reivindica un trato directo, un seguimiento cercano y un diálogo que permita comprobar que se trata por igual a todos los barrios. Cuando los vecinos sienten que sólo pierden el tiempo, que no se les tiene en cuenta y se les presentan los proyectos sin posibilidad de decisión sobre los mismos, se pierde la esencia de la participación.

Quizá hay que crear cauces nuevos, inventar fórmulas que resulten más atractivas para que los ciudadanos sientan que los asuntos que se tratan les afectan directamente y que ellos pueden ayudar a decidir cómo quieren que sean sus barrios, apuntan.

Hace falta ver si los políticos quieren recoger ese guante.

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