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El candidato del PP y actual alcalde, Carlos García Carbayo, ha recuperado para los 'populares' la mayoría absoluta que no habían vuelto a saborear desde 2011 en Salamanca, una 'rara avis' que es el premio a una victoria inapelable y un cambio de paradigma para los próximos cuatro años.
Después de dos legislaturas necesitando el acuerdo con Cs, García Carbayo podrá gobernar en solitario los próximos cuatro años por primera vez desde que tomó el bastón de mando. La nueva situación barre al pluripartidismo instaurado desde 2015 con la desaparición de Cs y Podemos-IU. Así ha quedado la disputa por el ayuntamiento.
El PP ha sido ganador indiscutible de las elecciones en la capital. Casi desde que empezaron a conocerse los primeros resultados, la casilla de los 'populares' marcaba una cifra de concejales rayando los 14 de la mayoría absoluta que pronto se tiñó de azul en las estadísticas para quedarse así toda la noche; superado el 90% escrutado llegó incluso a asomarse al concejal número 15, que hubiera sido un resultado extraordinario.
La cifra obtenida es, con todo, la mayor desde que en 2011 Alfonso Fernández Mañueco se presentó por primera vez y ganó las elecciones a la alcaldía. Logró entonces más de 40.300 votos que le valieron 18 concejales, cifras de otro tiempo, cuando el PP encadenó las mayorías absolutas de Lanzarote con la de la llegada de Mañueco. PP y PSOE se repartían entonces el 90% del electorado, pero en 2015 eso cambió.
Así ha quedado el Ayuntamiento de Salamanca en esa nueva era, en el de García Carbayo es el mejor resultado de un candidato del PP a la alcaldía. Ha superado este domingo los 30.300 sufragios, su tope personal y mejor resultado de las dos últimas legislaturas, con un 45% del electorado eligiendo su papeleta. Su éxito convierte en inoperante la llegada de Vox que, sin posibilidad de entrar en el gobierno, tendrá que decidir cuál es su papel en el consistorio.
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En el otro lado, el PSOE ha aguantado bastante bien el castigo, pero tenía las expectativas muy altas: hace cuatro años rozó la victoria en la capital. Ha conservado durante toda la tarde los diez concejales que tenía, pero se ha dejado un 4% de respaldos y casi 5.000 votos: en ningún momento ha estado en condiciones de ir a más y su candidato ha terminado en lágrimas.
El lado dulce de la noche ha sido para Vox, que entra por primera vez en el Ayuntamiento de Salamanca. Se quedaron muy cerca hace cuatro años, pero han tenido que intentarlo hasta tres veces para poder sacar rédito. Han doblado sus votos, superan el 11% del electorado y tendrán tres concejales, uno de los mejores resultados que se les atribuía en la demoscopia.
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La cara amarga, por contra, ha sido para los dos partidos que han animado las dos últimas legislaturas. Cs, que ha gobernando los últimos cuatro años con el PP y que ya tuvo un papel decisivo en 2015, desaparece del ayuntamiento: Ana Suárez no retiene ni uno de los cuatro concejales 'naranjas' logrados hace cuatro años. Confirma la espiral del partido que va camino de la desaparición: en Salamanca se ha dejado 4 de cada 5 votantes de hace cuatro años. Tras dos legislaturas de protagonismo, se disuelven.
Por su parte, Podemos-IU-Los Verdes han dejado escapar los dos concejales que tenían y desaparecen del pleno. Se han quedado a un paso del 5% con un 40% menos de votantes. Ocho años después, no queda nada de la irrupción de Ganemos Salamanca, la agrupación de electores con la que el pluripartismo inició su andadura en 2015, una fragmentación que ahora pasa en buena medida a la historia con la nueva corporación: no es bipartidismo, pero casi.
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